Cosas de modernos

Por Silvia Campillo.

Valérie Mréjen es una escritora moderna, por lo que es de esperar que sus libros sean modernos. Historias que encantan o que se aborrecen pero que, por h o por b, no dejan indiferente.

Yo conocí a Mréjen de manera casual. En mi época parisina era aficionada a las críticas de Jean-Luc Douin en Le Monde. Él rápidamente la apodó mademoiselle caméleon, diciendo de su obra que eran como “películas del Gordo y el Flaco filmadas por la Nouvelle Vague”. Algo de cierto tiene, desde luego.

A mi vuelta a Madrid, dos amigos escritores (aunque yo destaco su faceta de lectores empedernidos) me preguntaron si había leído algo suyo. Supongo que debí avergonzarme por no haberlo hecho ya que, al parecer, con sus primeras novelas se había convertido en la nueva enfant terrible de la intelectualidad francesa. Valérie Mréjen molaba.

Ante tanta recomendación y buenas críticas, piqué el anzuelo y me hice con los dos únicos libros publicados en España: Mi abuelo y El Agrio (Periférica). Me alegré al comprobar que no habría defraudado las expectativas, y que Mréjen estaba «condenada» a convertirse en una de las futuras glorias de Francia.

La parisina parece escribir como por casualidad. Pequeños párrafos que van encajando en un todo que, al final, consigue emocionar pero sin querer. Historias normales, de gente normal, pero cargadas de detalles que le dan el toque de sofisticación necesario para que una novela pase de ser una novela para convertirse en una gran novela. Y Mréjel en una gran escritora.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *