Hazañas y chapuzas bélicas

Por Enrique Tillman.

Que la guerra podía ser divertida lo sabíamos desde MASH, pero que te lo escupan a la cara tan a las claras yo no lo había visto hasta descubrir a Gary Brecher, del que ahora soy un fiel adicto. Cada mes, Gary publica dos columnas en un medio online muy peculiar, eXile, escrito en inglés desde Moscú. La columna se llama The War Nerd y es toda una bocanada de aire fresco en forma de mala leche, aunque avisamos desde ya que no esta hecho para estómagos excesivamente finos. Brecher es un entusiasta y apasionado enamorado de la guerra. Pero es buenísimo.

El caso es que la editorial Los libros del lince (buen nombre, por cierto) publicaron hace no mucho Hazañas y chapuzas bélicas, una gozada de libro desacomplejado , lleno de humor bastardo que es un repaso del tal Brecher a las guerras del último siglo, las conocidas y las desconocidas. Se lo advierto: no lo abran si van a tener mala conciencia. Pero también les digo que en este libro -y en sus columnas, si tiene la suerte de saber inglés- se dicen un montón de verdades gruesas y cínicas que incluyen un par de buenas collejas a los españoles, catalanes incluidos, que harán que se les afile el colmillo y quieran más.

Lo mejor de todo es que nadie sabe del todo bien quién es Gary Brecher. Sí les digo que no se trata de un republicano loco con ganas de volver a arrojar cajas de té británico al mar. No reivindica el Ku Kux Klan, no es eso, ni adora a la guerra como a una diosa pagana en plan Chuck Norris. Es algo mucho mejor: es un americano de los de verdad. Sí, sí, el americanito medio, nada menos. No es que yo sepa muy bien qué es tal cosa, pero les diré que, por lo visto, Brecher es un gordo muy gordo -no para de repetirlo, el tio- lo que ya le iguala al 60% de la población. Además, vive en una ciudad americana cualquiera, Fresno en este caso, y se pasa media vida metiendo datos en un ordenador para una empresa. En fin, que el hombre, como el americanito y el españolito medios, no deja de ser un freak de tomo y lomo, pero lo sabe y no parece que eso le impida abandonarsecon a lo que más le gusta: buscar información bélica, toda la que haya o esté accesible, y masticarla y ordenarla descojonándose de todo.

La idea fundamental es la siguiente: esto no va a cambiar, señores. La guerra está aquí como siempre lo estuvo, y volverá y volverá sin que podamos hacer nada. En el camino, riámonos un poco y no permitamos que nos traten como a idiotas. Algo así como un Ferlosio a la baja (con perdón para el genial Ferlosio) o una versión fast food de Julian Assange, pero sin el Departamento de Estado olfateándole el culo. Además, el Sr. Brecher no es ningún idiota, todo lo contrario más bien. A decir verdad, sus análisis son muy certeros y denotan un alto grado de audacia. Y encima el gordo Bletcher es un tipo gracioso de verdad, qué diablos. Así que adelante, no se avergüencen, y ríanse de la maldita guerra. Yo no paro.

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