Luis Muñoz Díez conversa con Daniel Benmayor sobre su película “Bruc, el desafío”

Daniel Benmayor se estrenó como director con Paintball, y ahora el cineasta catalán nos presenta su segundo trabajo Bruc.El desafío, que narra la historia de un carbonero que tocando un tambor que retumbó en la montaña de Montserrat hizo batirse en retirada al potente ejército napoleónico, al creer que el ruido se debía a la llegada de todo un batallón. Hasta ahí la historia, convertida en leyenda llevada varias veces a la gran pantalla, pero Benmayor ha querido continuar esa historia e inicia su película con un campo sembrado de cadáveres. A partir de ahí, se inicia una búsqueda sin tregua del joven tamborilero. Asesinan a su familia y aterrorizan al pueblo. El joven Bruc se esconde y es buscado en la montaña de Monserrat.

Sin duda, se puede decir que se trata de una película de acción pero cuenta con un componente sentimental y dramático muy fuerte.

Tengo la oportunidad de hablar con Daniel Benmayor, su director, un hombre joven de pelo rizado oscuro que parece gravar con su mirada lo que ve con la misma agilidad que mueve la cámara, y según transcurre la entrevista comprobaré que cuenta con la misma facilidad para expresarse.

En las notas que se han distribuido a la prensa pone como idioma de la película: catalán, español y francés, y en la versión que yo he visto todos los personajes hablan en castellano, ¿se han rodado dos versiones?

No, se ha hecho una toma hablada en catalán y francés, y otra en castellano y francés. En Cataluña se estrena en versión original, hablada en catalán y en francés, porque es una historia muy arraigada en Cataluña y poder darla en su idioma original creo que le va muy bien. Para el resto del mundo la versión en castellano, que es un idioma más extendido, y francés, que es la que se va a estrenar en Francia, Inglaterra y demás países. Pero la versión original era mejor tenerla en el idioma propio.

Es lo suyo, eran franceses en Cataluña.

En España se va a estrenar doblada, bueno la parte en francés. A mí siempre me gusta instalar la historia dándoles la máxima veracidad a los personajes, y yo creo que siendo una película de acción, donde la acción es mandataria y tiene un lenguaje universal que se entiende por sí mismo. Aunque no pilles todo, entiendes los valores y los sentimientos. El doblar la película en España, es porque si quieres hacer un estreno grande tienes que adaptarte al mercado y en este caso la película va a tener un gran lanzamiento. Hemos decidido doblar la parte hablada en francés, porque la española sigue en su versión original rodada en español.

Paintball, tu primera película, era una cacería y esta es otra caza. ¿Te gusta la caza?

No, la verdad es que no. Son dos películas que tratan de dos cacerías, pero son totalmente diferentes entre sí y no sólo por la historia sino también por el lenguaje propio. La primera era una película experimental y esta va destinada a una ejecución muy concreta, con una narración grande, mucho más clásica. A mí lo que me atrajo de esta película es que es un hombre contra un imperio.

Es una película de acción y en ella tienes un gran manejo de la cámara, pero a mí me parece que donde consigues unas imágenes de mucha fuerza dramática es en las distancias cortas. Tanto en la escena de lucha, cuerpo a cuerpo, de Bruc con Maraval en la cueva, como en los planos cortos cuando entran de noche y arrasan el pueblo. Es la carne indefensa contra la maquinaria de la guerra, que se presenta en tu casa y te saca de la cama.

Bueno, creo que las películas de acción se basan igualmente en las caras y en las miradas, es decir, la película pasa por los ojos y es donde se expresa la emoción de los personajes. Las películas de acción si no están vinculadas con las motivaciones personales no son más que un escaparate de efectos.

Las emociones de los personajes las retratas muy bien, yo veo en ti a un gran director de actores de conflictos representados en matices sutiles.

Lo importante es poder vincular la acción con las motivaciones de los personajes, y eso es lo que coge al espectador y ya no lo suelta. Es importantísimo pasar por las miradas…Sí, esta película ha tocado de cine de acción y me siento cómodo haciéndolo. Me gusta, me entretiene y yo tengo la sensación de que hay capacidad para hacerlo, pero a medida que nos vayamos haciendo mayores ya iremos profundizando en otros temas, en películas muy de personajes, basadas más que en la acción en la interpretación de los personajes, en sus cambios de rumbo.

¿Cuáles son tus influencias como director?

No hago nada intencionadamente, pero soy de una generación que ha crecido con los cómics, con el manga, Mazinger Z…  y eso se traduce y forma parte del lenguaje de la cámara. A veces está quieta, a veces intenta explicar y se te lanzan las emociones, y yo le he dado a la película lo que creía que pedía, un plano corto de la cabeza de Maraval o un plano aéreo Yo creo que a base de ver muchas películas desde pequeño, Los Gumnis, ETE, Tiburón… al final forman parte de de tu cultura, de tu bagaje, y cuando tienes que ejecutar cosas es inevitable que salgan, porque son tuyas ya, y lo exteriorizas. A veces lo que haces se parece a una y a veces a otra. Igual que ETE o Scorssese tenían referencias muy anteriores. Por eso, en mi película, puede haber guiños al Western o a Sin perdón pero eso se autocuece y sale solo.

A mí me ha sorprendido que una historia tan de tierra, con  luchas cuerpo a cuerpo,  esté rodada, a veces, en planos aéreos.

Yo creo que hay un espacio natural que es la montaña, y la montaña era un personaje más y había que rodarla desde el interior, desde el exterior, con primeros planos, planos generales… Exactamente lo mismo que haces con un actor, yo lo he hecho con la montaña.

Me has convencido, la montaña en esta película es fundamental, es medio, cobijo, espacio, es todo. Los actores están muy bien, pero a mí me ha sorprendido Vincent Pérez, sin quitar mérito a Ballesta o a Millán.

Vincent hace un personaje muy cautivador, muy magnético, y te hace pensar “ojala este tío estuviera de nuestro lado en vez de estar luchando en el bando contrario” o “Sería magnífico tenerlo como general de nuestras tropas”, y a partir de ahí todo.

Es un personaje de una pieza, potente y mágico, que con su puñal con empuñadura labrada en plata mitiga el dolor a sus soldados, para que no sufran más cuando están ya heridos de muerte.

Es el trato que da a sus compañeros de armas, que son su familia.

¿Qué esperas de esta película?

Que vaya mucha gente al cine a verla.

Con ese deseo dejo a Daniel Benmayor. Cuando le he dicho que están muy bien los actores me ha dicho, con toda modestia, como si él no tuviera nada que ver: “eso es merito de ellos”, y cuando me he interesado por su fichaje por la 20th Century Fox como director para hacer Hitman 2, con guión de Kyle Ward, ha evitado responder con un: “bueno eso está ahí sobre la mesa y ya se verá, lo importante ahora es acabar con Burc, que la gente la vea y a ver que aprendemos”.

El director de cine Daniel Benmayor

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