Vuelve El Caso

Por Ángel Domingo.
La España más negra del franquismo aparecía teñida de tinta roja en las páginas de El Caso, legendario periódico de sucesos de cuyas vísceras se alimentan sus cachorros audiovisuales. El hedor de asesinatos, desapariciones y violaciones embriaga. Nuestra oscuridad, la de los otros, los vecinos, acapara los informativos.
Los noticiarios, perdidas tantas vergüenzas, ya ni disimulan. Arrinconan de la portada pactos sociales, revueltas en Oriente y demás aburrimientos para darle a sus telespectadores la dosis diaria de fechorías. Cuanta más truculencia, mejor.
El asesinato vende. Y lo saben. Los presupuestos recortan corresponsalías. La caja no dispone de calderillas para enviar reporteros a Haití, pero siempre habrá una unidad móvil que corra a un directo enfocando la puerta astillada en la que el furioso parricida acuchilló a su familia. Plano fijo del charco de sangre seca. Recuerdo del horror. A ser posible, con banda sonora tenebrosa. Si producción lo permite, recurriremos a reconstrucciones…
El morbo se adecenta, por el qué dirán, en denuncia de la violencia de género. Las cifras de tráfico sirven de excusa perfecta para el pase de diapositivas de metales retorcidos, zapatos huérfanos sin su par gemelo. Las víctimas descuartizadas ilustran guerras de las que nadie explica la causa sino la anécdota. Las deontologías hemofílicas se desangran por los desagües de los depósitos forenses.
Los magazines del corazón brincan entre heces de unas vísceras a otras. De las heridas  de unos cuernos abruptos a las lesiones por una brutal paliza en el metro, con promoción publicitaria entre medias para amortizar los directos.
Con este pantallazo, poco extraña la aparición este mes de un nuevo canal. El año terminó con el finiquito de CNN+ y nos trae la versión postmoderna de El Caso, con Crimen & Investigación. Sus perpetradores prometen “más de 2.000 horas de casos reales y los testimonios de los mejores expertos”.
De novedoso, califica Eduardo de Zulueta, director general de Chello Multicanal, la entidad responsable de esta apuesta junto a Canal Historia, CTK, Cocina… Quién sabe lo que opinarían Abel, Caín y el Antiguo Testamento. Viene de lejos.
“Su programación de calidad tiene como objetivo acercar a los espectadores la realidad de las investigaciones a través de los testimonios de destacados expertos como criminólogos, juristas, psicólogos, forenses y especialistas de los cuerpos de seguridad”, explica la nota de prensa.
Vale. El título de uno de sus programas como ejemplo: Muertes curiosas e inusuales. Lo vistamos como lo vistamos, mientras las casquerías desaparecen de los mercados tradicionales aparecen nuevas franquicias en la TDT. Pasen y vean, pero disimulen con el rostro contrito. Es interés informativo, oiga.

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