Presentación de Lila, primera novela de Emily Roberts

Siete de la tarde, finales del mes de abril y la primavera hace honor a su nombre. No se sabe si llueve o no, si hace frío o no. La gente observa el cielo inquieta, se abriga del súbito viento que se ha adueñado de Madrid. Mientras tanto, en un recogido y centrico bar de la ciudad, Emily Roberts, una chica de solo 20 años, presenta su primera novela: Lila.


El Bar Cosmos está atestado de gente, no cabe una persona más. Por encima del bullicio, de las charlas sobre el libro, sobre la literatura en general, sobre la poesía en particular y sobre todo un poco, suena un hilo musical que la propia autora ha seleccionado. Explosions in the sky o Kimya Dawson se mezclan con el chinchineo de los botellines y los vasos, con las risas, con el ruido de los flashes de las cámaras de sus amigos.

 

Emily Roberts espera junto a la puerta, saludando a todo aquél que entra con una sonrisa chispeante, feliz, contagiosa, que desvela el nerviosismo ante la presentación de su primera novela. Lila ha sido publicada por Ediciones Oblicuas. Sin embargo, sus dotes literarias ya habían quedado demostradas antes en otros géneros. Laura de la Parra Fernández, pues este el nombre que esconde su pseudónimo, ha publicado los relatos Las hadas de Arlington Row (2009), Rutinas (2010) y El vuelo pálido de los pájaros en las publicaciones colectivas del Premio Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Ávila. Asimismo, ha sido antologada en Estaban Locos, y sus relatos y poemas han sido publicados en las revistas Prisma, Retratos Magazine, Poesía Salvaje y Ohio.

 

En la presentación la acompaña Alberto Trinidad, director de Ediciones Oblicuas, quien comienza por explicar la importancia de Lila, el porqué de su publicación. “Ediciones Oblicuas nació con el objetivo de dar a conocer nuevos talentos, de apostar por los jóvenes, o por aquellos que por el motivo que sea no han accedido al mundo editorial”, explica, “Lila es importante por eso. Si fuera la novena novela de una autora consagrada hablaríamos de una buena novela, pero es la primera de una jovencísima autora de 20 años. Por eso Lila es importante no solo por lo que es, sino por lo que promete. Emily Roberts creará las mejores novelas que se publicarán en nuestro país, estoy seguro.”

 

A su discurso, en el que destacó la importancia de la existencia de editoriales que, menos ceñidas a la lógica empresarial, busquen verdaderamente el descubrimiento de talentos literarios, siguieron las emocionadas palabras de la autora: “Escribí Lila entre octubre y diciembre de 2009, cuando acababa de entrar en la universidad y de mudarme a Madrid. Empezar a vivir sola, empezar de cero. Lila refleja el choque entre esos dos mundos: el instituto y la universidad, la pequeña y la gran ciudad, el dejar atrás la adolescencia, el cambio, los cambios, los contrastes.”

 

Lila trata de la lucha por la vida. De cómo, a veces, todo resulta difícil y parece que no habrá nada mejor y de cómo entonces dan ganas de abandonar. Casi todo en la vida es una elección. Incluso sobre las cosas que vienen dadas, nosotros decidimos qué hacer con ellas. La vida misma es una elección”, cuenta Emily Roberts. En su novela, el protagonista es Roger, un joven ingeniero que vive obsesionado con su mejor amiga de la infancia, Lila, a quien invoca desde Nueva York para relatarle de manera imaginaria todos los recuerdos que conserva de ella.

 

La novela relata, tal y como indica su contraportada, “los años cruciales de la vida de dos adolescentes que no poseen las armas necesarias para enfrentarse a un mundo que no entienden. Y lo hace con una ternura producto de una prosa sencilla y delicada, alejada por completo de la superficialidad o lo almibarado”.

 

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