Poemas de José Luis Solar Peña

Por José Luis Solar Peña.
 
AQUEL VERANO
 
Fue aquella noche de verano
cuando a la luz de la Luna
yo te robé un beso de tus labios
al dulce cobijo de un naranjo.
Me miraste con sorpresa
turbándose tus mejillas
retrocedistes unos pasos
te recostaste sobre un árbol.
Pude ver en tu mirada
un destello de alegría
una invitación al placer
de dos adolescentes uniéndose
en él cálido abrazo del amor.
Temblando en el deseo palpé tus labios
al adentrarme tus ojos se inundaron
del inmenso brillo del amor.
Me perdí en tu mirada hechizante
sintiendo tu cálido aliento
en mi imberbe rostro adolescente.
¡Eres tan hermosa! Exclamé.
Sintiendo que algo latía intensamente en mi ser.
Luego nuestros labios se unieron
en esa postrer complicidad
que dejó en mi recuerdos
el imborrable sabor de todo tu ser.
El verano se tornó otoño
Un tren partió en la noche
y quedé solo en el andén
de la solitaria estación.
Ha pasado ya mucho tiempo
Me observo en el espejo veo un rostro
poblado por infinitas huellas.
Las que el tiempo en su paso
marca en el alma.
Mas mis labios aún conservan
el dulce sabor de tus labios.
La huella de nuestra temprana juventud
y en las pupilas de mis ojos
aún se refleja sonriente..
… el brillo de tú amor.
 
UNA CANCIÓN


Cuando en el viento me llegan las notas placenteras
la suave melodía que un sentimiento encadena
me acuerdo de vivir entonces y me digo
que puedo presumir que quizás aún no todo esté perdido.
Las notas languidecen en escala
un acorde en si renace la armonía
que al pronto aumenta en un crescendo
de notas que suavemente beso y tiento.
Redonda debe ser si son dos blancas
en la misma forma que negra es a corchea
o puede ser que semi me perdí en esto de las fusas
en el pentagrama las noto tan difusas.
Espero tener tiento y hacer un compasillo
encajaría perfecto cual dedo en el anillo
puede ser tono o semitono en si
la sol fa mi re do molto vivace
lo que más gracia me hacía
era el allegro ma non troppo
no sé por qué sonaba a picardía.
Siempre me gustó el adagio de Albinioni
sonaba triste en sentimiento dulce en el alma
El canon de Pachelbel me era risueño
la fuga de Bach de crío me daba miedo
en Vivaldi deslumbré en su primavera.
Mas cuando de verdad me estremezco en un suspiro
es cuando oigo the Entertainer y ya disfruto
oír sus notas al borde de la estancia
sintiéndome ajeno lejos en la distancia.

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