[Madrid] Viernes 8 jul. Recital de Petisme y Salem

 

MARABUNTA
SUMMER POETRY FEST

 

 

Las noches son, en verano, el momento en el que se abre la mente y el escalofrío, en el que se despiertan los párpados aletargados durante el día, en el que se despereza la imaginación apabullada por el calor y el trabajo. Es la ocasión para que la poesía germine y corretee entre la gente, para que ofrezca su electricidad a los habitantes de LaMarabunta

 

los VIERNES del verano

 

dos poetas y, a continuación, MICROABIERTO

 

A partir de las 22 h. hasta que LaMarabunta se convierta en calabaza.

 

La Marabunta – Libros&Café

c/ Torrecilla del Leal, 32
metro: Lavapiés / Antón Martín
[ Madrid ]

 

Viernes 8 de julio – Carlos Salem / Ángel Petisme
Viernes 15 de julio – Esther Ramón / Marisol Huerta
Viernes 22 de julio – Marta Sanz / Zack G. Payne
Viernes 29 de julio – Miguel Ángel Gara / Inma Luna
Viernes 5 de agosto – Noni Benegas / Antonio Rómar
Viernes 12 de agosto – Juan Soros / Sonia Bueno
Viernes 19 de agosto – Nuria Ruiz de Viñaspre / Óscar Curieses
Viernes 26 de agosto – Gonzalo Escarpa / Ernesto García López

 
VIERNES 8 de julio –
ÁNGEL PETISME y CARLOS SALEM

 

(+ MICROABIERTO)

22 h.

La Marabunta – Libros&Café

c/ Torrecilla del Leal, 32
metro: Lavapiés / Antón Martín
[ Madrid ]

 

ÁNGEL PETISME (Calatayud, 1961) es escritor, cantante y compositor. De su discografía destacan títulos como La habitación salvaje, Turistas en el Paraíso, El Singapur, Cierzo, Buñuel del desierto, Mi zoo privado, Metaphora, Sacco y Vanzetti (junto con el Mecánico del Swing), Amor entre las cuerdas, Éxitos secretos o Río Ebrio (2009). Como poeta ha publicado: Cosmética y terror (1984), El Océano de las Escrituras (1989), Habitación Salvaje (1990), Amor y cartografía (1993), Constelaciones al abrir la nevera (1996), El desierto avanza (1997), Buenos días colesterol (2000), Cuatro días de alquiler (2003), El cielo de Bagdad (2004), Insomnio de Ramalah (2005), Teoría del color (Antología 1977-2006), Demolición del Arco Iris (2008), Cinta transportadora (2009), el libro disco Under wood songs (canciones inéditas 1987-1989) (2010), la reedición corregida y aumentada de El océano de las escrituras (2010) y, recientemente, Poemails (2011).
Además, sus poemas han sido incluidos en antologías como Postnovísimos, Poesía aragonesa contemporánea, Hablando en plata (17 poetas españoles de hoy), Voces del Extremo, Viento de cine, etc., y han sido traducidos al inglés, italiano, francés, rumano, checo, búlgaro, alemán y ruso. Por otro lado, sus relatos se pueden leer en libros como Tripulantes, Cuentos a patadas, Hankover (Resaca) o Simpatía por el relato.

 

 

CARLOS SALEM SOLA (Buenos Aires) reside en España desde 1988. Ha publicado los poemarios Si dios me pide un bloody mary (2008), Orgía de andar por casa (2009) y Memorias circulares del hombre-peonza (2010); las novelas Camino de ida (2007, Premio Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón), Matar y guardar la ropa (2008, Premio Novelpol), Pero sigo siendo el rey (2009, finalista Premio Dashiell Hammett) y Cracovia sin ti (2010, Premio Seseña de Novela); y los libros de relatos Yo también puedo escribir una jodida historia de amor (2008) y Yo lloré con Terminator 2 (Relatos de Cerveza-Ficción); además de la obra teatral El torturador arrepentido. Varias de sus novelas han sido traducidas al francés y al alemán. Es profesor del Centro de Formación de Novelistas de Madrid y dicta talleres de narrativa en España y Suiza, además de realizar coaching de novela por video conferencia con diferentes países. Comenzó a conocerse en Francia con la novela Aller simple, finalista de los Premios 813, y le ha seguido Nager Sáns se mouiller, Premio París Noir 2010 y finalista del premio Violet Noir. Acaba de publicar su tercera novela en francés, Je reste le roí d’ Espagne.

 

 
¿CUÁNTOS KILOS DE marfil se necesitan
para construir el teclado de un piano?.
¿cuántas toneladas de elefantes hay que abatir
para escuchar en los salones
una polonesa de Chopin?
¿Cuántos bosques más deben talarse
a cambio del placer de Shakespeare o Quevedo?

 

¿Cuántas montañas se deben arañar
para que el metal y la piedra sueñen
entre las manos de Brancusi o Giacometti?
¿Cuántos esclavos de guerra se deben emplear
para que los tiranos levanten sus cruces,
construyan sus pirámides…?

 

¿Cuánta naturaleza hay que ultrajar
para que las top-models nos fascinen
con sus potingues, sus sombras, sus pestañas postizas,
por la divina comedia de las revistas y las pasarelas?

 

¿Cuánta ignorancia más se debe financiar,
cuánta depredación se debe tolerar,
cuánta vida se debe exterminar
para que lo vacuo, el lujo, la fanfarria
nos entretengan y nos envilezcan?

 

La muerte se exhibe con distante belleza,
retorcida cosmética, seductores demonios,
pero huelen tanto a descomposición
todas sus industrias y sus estrategias,
que a veces quisiera dejar de escupir,
pintar, escribir, cantar, contemplar,
para no ser Cómplice, ni un segundo más,
de la Casquería.

 

(Ángel Petisme)

 

ESCALERAS

 

BUSCANDO UN CAMINO para subir hasta ti
me convertí en un experto en escaleras.

 

Las escaleras mecánicas
no padecen de ansiedad
pero tampoco se enamoran.

 

Las escaleras de mano
mueren de pie
para no sentirse estúpidas.

 

Las escaleras de concreto
darían sus peldaños pares
por volverse abstractas
cuando las remontas
rubia
en minifalda.

 

Las escaleras al cielo no existen
(El cielo tampoco
pero si existiera
el único atajo para conquistarlo
sería dar un salto sin memoria
y con un puñal entre los dientes.)

 

Las escaleras al infierno
son tan cortas.

 

Las escaleras de las bibliotecas
mienten
que subir y saber son sinónimos.

 

Las escaleras de los bancos
sólo suben hacia abajo.
Las escaleras de caracol
se enroscan para disimular
que no llevan a ninguna parte
y tal vez por eso
me resultan simpáticas.

 

Las escaleras de tu casa
son una tentación de escándalo
para mi impaciencia.
y tus vecinos.

 

Las escaleras de los cementerios
no padecen de ansiedad
pero tampoco se enamoran.

 

No pretendo subir
ni que me bajes.

 

Voy a encargarle a escher
una escalera para recorrerte
engañando perspectivas
de tu ombligo a tu oreja
del tobillo a tu nuca
del puente de tu nariz
al túnel entre tus piernas
que ese sí
que lleva al cielo
aunque el cielo
no exista.

 

(Carlos Salem)

 

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