Con derecho a roce (2011)

Por Fernando Olmos Galleguillos.

 

 

Para un soltero puede hacer ilusión tener sexo y olvidarse de los afanes que involucra una relación: llamadas, responsabilidades, fidelidad y comprensión irrestricta hacia la pareja. Sin embargo, tras una compenetración física o química, el sexo se vuelve antesala de lo negado.

 

Lo anterior es lo que ocurre en la película Con derecho a roce (2011), protagonizada por Justin Timberlake y Mila Kunis. Se la puede catalogar como una propuesta liviana, aunque oficialmente es más de lo visto durante la última temporada, sobre todo en términos de comedias románticas. Hace poco se estrenaron otras cintas (Sin compromiso (2001) y Amor y otras drogas (2010)) en las cuales se trata la disyuntiva de tener sexo sin compromisos posteriores, pero no pudiendo escapar –del casi inconfesable- deseo de enamorarse.

 

La cinta fue dirigida por Will Gluck [Iceland (2011), Rumores y mentiras (2010), Fired up! (2009)] y relata cómo un editor artístico de webs de la costa oeste de Estados Unidos, es tentado por una headhunter neoyorkina para trabajar en la plana artística de una de las revistas más importantes del mundo. Se conocen y hay estrellas entre ambos; el resto es sexo, confusiones, risas y desenlace con estilo Disney.

 

Hay que aclarar que aún siendo una cinta light, Con derecho a roce (2011) no es mala. Tampoco brilla. Sin embargo, cumple con permitir una jornada de risas ante una serie de bromas y situaciones hilarantes. Tanto Mila Kunis como Justin Timberlake demuestran una habilidad especial para hilvanar sus diálogos y expresar una buena dinámica interpretativa. Algo de aquello de la “sincronía musical” debe quedarse al ex N’Sync, quien hoy se luce en la pantalla por partida doble gracias a Con derecho a roce (2011) y a Bad teacher (2011).

 

Debo detallar algo que escuché en la sala de cine y que me pareció relevante. Al menos cuatro grupos de amigos y amigas estaban allí para deleitarse mirando los cuerpos trabajados y atléticos de Timberlake y Kunis. De hecho, razón tenían de sobra. Al ser una película que se inicia con el pacto de sexo sin compromisos, hay piel al por mayor. Kunis se muestra esbelta, curvilínea y sensual, mientras que Timberlake es una mezcla entre runner y nadador compulsivo, mostrando un abdomen marcado y cuerpo de catálogo de modas.

 

Con derecho a roce (2011) es también una oda a las grandes ciudades estadounidenses. Mientras su protagonista femenina subraya las bondades de Nueva York, el galán promueve la apacible vida de Los Ángeles. Hay una buena dosis de fotografía dedicada a estas ciudades, particularmente a Nueva York, consiguiendo entusiasmar con un viaje hasta esos parajes.

 

Para quienes han pensado verla: vayan al cine sólo si son fanáticos de los actores o de las comedias románticas. Jamás ir con una primera cita, porque podría ser propaganda nefasta para el sexo sin compromisos (a menos que sea lo que andas buscando). Y para quienes leen al otro lado del charco, no se confundan: en algunos países la película llegó con el título sin traducción, es decir, Friends with benefits, mientras que en otras latitudes fue nombrada como Amigos con beneficios.

 

 

Fernando Olmos es chileno. Además es periodista y futuro Máster en Estudios Internacionales. Actualmente trabaja en la Universidad de Santiago de Chile y colabora para Revista Zona (www.revistazona.cl). Su cuenta de Twitter es @Ferolmosg

 

Con derecho a roce (2011) se estrenó en España el pasado 23 de septiembre de 2011. En Chile se estrenó el pasado 29 de septiembre de 2011 con el título Amigos con beneficios (2011).

 

 

 

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