Maestros del eco, entrevista a Rubén García Cebollero

Por Cristóbal Navarro.

Rubén García Cebollero (Barcelona, 1975). Desde los catorce años, escribe cuentos, novelas y poesía. Ha sido finalista del Planeta de Novela 2004 con ‘Ebro 1938: La batalla de la Tierra Alta’, bajo el  pseudónimo Pablo de la Torriente Brau. También fue Premio de narrativa hiperbreve Universidad de Alicante 2006. Asimismo, ha sido galardonado en distintos certámenes poéticos. Entiende la escritura como una forma de comprender el mundo.

‘Ebro 1938’

Pregunta: ¿Por qué novela bélica?

Respuesta: Toda novela tiene su forma y su lugar. En 1998, en el 60 aniversario de la batalla del Ebro, teniendo en cuenta que habían combatido en dicha batalla familiares propios, y que estudiaba en la Universidad Autónoma de Barcelona, pensé que era muy triste saber tan poco de algo tan trágico. A eso dio pie una imagen, la del cigarrillo que se enciende en la noche, y al que sigue el disparo asesino. Toda novela nace al menos de un conflicto, y en ese caso la propia guerra ayudó a contar una red de historias, de vidas, de humanidad que padecieron la guerra sin quererla. Aunque es curioso, el resto de mis novelas históricas han tenido un trasfondo bélico (las tres de almogávares, por ejemplo), o la nueva sobre la propia batalla del Ebro, que ha implicado el reto de narrar lo que había quedado en el tintero, con un estilo diferente, más claro, más ágil, más emocionante.

P: ¿Crees que es una novela para reflexionar?

R: Todas mis novelas persiguen provocar la reflexión. Ya sean más o menos conocidas, como ‘La memoria del salmón’, y otras, porque no creo que baste con entretener, pues el lector puede también hallar otra mirada, otra visión de los mundos posibles, que le ayude a algo más que pasar el tiempo. En el caso de ‘Ebro 1938: La batalla de la tierra alta’, va a encontrarse una exigencia, una propia, hasta donde quiere viajar en una España incapaz de madurar sus conflictos políticos, sociales, humanos y llegar a superarlos mediante el conocimiento, la reflexión y la comprensión.

‘Cruz del Sur’

P: ¿Cómo surgió la idea de escribir este guión?

R: La idea es de David Sanz, que había escrito el cortometraje ‘Lo más importante’, y que con la ayuda de Pruden Rodriguez y de María Bianchi le dieron vida a ‘Cruz del Sur’, en sus distintas versiones. Después, el azar quiso que me llegara a mí una de ellas. Aunque la primera vez propuse a una amiga novelista que escribiera la historia, uno no elige las historias, sino que son las historias las que lo eligen a uno, y aunque entonces no lo sabía, ‘Cruz del Sur’ me había elegido para siempre. Hasta el punto que he interpretado un pequeño papel en la película, y que he colaborado en lo posible para que mucha gente se emocione como me emocioné, con la historia, con Montevideo, con Barcelona, y con esas estrellas que guían nuestros sueños.

P: Enlace entre Barcelona y Montevideo. ¿Por qué esta diversidad de culturas?

R: Vivimos en una sociedad multicultural, en la que nos enriquece mirar más allá de nuestro ombligo. Uno descubre que no hay tanta diferencia entre la belleza del Montevideo viejo, y la de la vieja Barcelona, y así se vuelven nuevas y nos permiten hablar de los recuerdos, de la nostalgia, de los sueños, incluso hasta del fútbol, algo inevitable, cuando tanto a España como a Uruguay les ha ido muy bien tras gestarse la novela, y teniendo en cuenta que Messi acabó formando parte de ese poso que deja la ciudad, sin olvidar que hay otros equipos y otro futbol y otras cosas, que son las que en verdad mueven la vida.

P: ¿Cuándo podremos disfrutar de este film? ¿Cómo será su distribución?

R: Esperemos que muy pronto. En cuanto a su distribución, nacional e internacional, aún no se han puesto fechas. Pero de todo ello informaremos tanto en Facebook, Cruz del Sur, como en cruzdelsur.lapelicula.blogspot.com 

P: Juan tiene un sueño. ¿Cuál es el tuyo?

R: Mi sueño es simple. Hacer feliz a mucha gente, y ser feliz también. Escribir. Dirigir cine. Producirlo. Me basta con saber que ese esfuerzo solitario que requiere la poesía, la novela o el cuento consigue, a veces, reconfortar a otros, o arrancar una pequeña sonrisa a quienes no imaginaban que fuera posible.

Poesía

P: ¿Cómo definirías tu poesía, Rubén?

R: Cuando uno alcanza los más de 50 títulos, en catalán y en castellano, la mayoría inéditos, la única definición posible es múltiple, libre, variable. Ha sido una respuesta a distintos tiempos, y a distintas soledades, compañías y retos, pero siempre ha sido auténtica, comprometida, y coherente.

P: ¿Qué poetas han influido en tu vida literaria y en tu vida personal?

R: La lista sería interminable. Por un lado, los clásicos, en los que casi incluiría a Martí i Pol, y hasta a Margarit, pues habiéndolo conocido la huella se hace amable, como en el caso de Jesús Lizano. Por otro lado, tengo la suerte de contar entre mis amistades con muchos y muchas poetas excelentes, por los que citar a unos u otros sería injusto. Entre los influyentes no podría olvidar a Gil de Biedma, a Goytisolo, a Barral, a Fonollosa, a Mandelstam, al mismo tiempo que a Juarroz, Ferrater, a Auden, a Kavafis, a Hierro, y muchos más. Me gusta creer que un poeta no acaba nunca de aprender, y que por eso en mi vida siguen influyendo a nivel literario y personal porque cada día somos distintos, y los maestros del eco también.

P: ¿Crees en la poesía como medio de lucha social?

R: Sí, pero no la siento como un arma cargada de futuro sino como una paz cargada de presente. La poesía no tiene porqué ser sólo una cosa, o de una única manera, porque eso responde a un tipo de pensamiento simplificador, triste, que considera que el mundo es como uno lo ve, y que no puede ser de otra manera, y justamente la poesía está para desvelarnos los distintos mundos que esconde la palabra, y que guarda el silencio.

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