La Sustentabilidad en el Diseño y en el Consumo

La sustentabilidad en el diseño y en el consumo

Por: Maite García

jitomaite@gmail.com

Ciertamente, una de las principales tareas de los diseñadores es innovar, diseñar responsablemente para enfrentar un futuro menos catastrófico que el presente. El diseño se trata de dar soluciones, de mejorar todo aquello que nos rodea. Sí todo esto es cierto, yo no entiendo porque, a pesar de los grandes avances tecnológicos de nuestra época, veo un mundo lleno de recursos, pero que son insuficientes para la vida que  acostumbramos a llevar muchos de nosotros. Estamos viviendo en un mundo en donde aun no se entiende hacia donde se dirige la flecha del progreso. Por más que nos espante lo que viene, el futuro es inminente e imposible de describir con las mismas palabras que usamos hoy.

Muchos de los productos que usamos cotidianamente fueron hechos bajo ideas retrogradas, conocidas como “las premisas del diseño universal.” Se les llama así por la creencia de que hay un diseño que es adecuado para todo el mundo, ignorando que existe diversidad cultural y que no todos tenemos las mismas necesidades. El diseño tiene que dejar de ser algo globalizado, y regresar a tener como prioridad los productos sociales, hechos para fortalecer comunidades marginadas, así como también, crear oportunidades para establecer relaciones dentro de un grupo social. El primer error es creer que la naturaleza es nuestro enemigo, cuando en realidad es la única fuente de vida. El segundo error es que se diseña para el peor de los casos, sin importar los daños posteriores, olvidándonos de que hay formas de sacar más provecho del entorno. Podemos crear productos que representen un nuevo concepto de calidad de vida y que nos impulsen a adoptar un comportamiento que implique la interacción y el entendimiento con el medio ambiente. El tercer error es la idea imperialista de la prosperidad: “entre más tenemos más felices somos”. El diseño debe enfocarse en brindar servicios en vez de productos. Definitivamente, las prioridades de los diseñadores tienen que cambiar para enfrentarnos a las verdaderas problemáticas de la época.

Sin embargo, no solo les corresponde a los grandes innovadores cambiar el mundo. Vivir en el siglo XXI nos convierte en personas que necesariamente poseen objetos, y al poseerlos o usarlos, nos unimos a una red de actividades que afectan el planeta, y que generalmente, lo dañan de alguna manera. Todos somos consumidores de diseño. Nuestros productos nos definen: lo que compramos, lo que usamos, lo que tiramos; todo eso se convierte en una forma de describirnos a nosotros mismos. ¿Pero cuántas veces somos conscientes del alcance de nuestras acciones? ¿Cuántas veces preferimos no enterarnos para no sentir culpa? Annie Leonard explica a detalle en los videos de The Story of Stuff Project la verdadera historia de muchos de los productos que consumimos diariamente. (http://www.storyofstuff.org/) La mayoría de los productos tienen una vida lineal, pasando por nueve estaciones:  la extracción de materias primas, el procesamiento, la manufactura, la distribución, la venta, el consumo, el mantenimiento, y finalmente, el desecho. En cada uno de estos pasos hay entradas y salidas de materiales y energía que no se están haciendo de la forma adecuada: Se dan casos de externalización, es decir, transacciones entre dos individuos que afectan a un tercero. Además, pocas veces se utilizan energías renovables y muchas veces se crean híbridos que no se pueden reincorporar a la naturaleza, ocasionando que no puedan seguir un ciclo después de su desecho. Una vez terminada la vida útil de los objetos, comienza la vida inútil.

Por otro lado, vivir en el siglo XXI es sinónimo de no pensar en las consecuencias a largo plazo. ¡Todo lo queremos de inmediato! Si algo puede pasar en cualquier momento, tiene que suceder ahora. Este ritmo acelerado de vida nos hace ignorar que nuestras acciones forman parte de una cadena más grande. No tenemos tiempo de entendimiento, ni de reflexión, pues siempre estamos pensando en lo que sigue. ¡Queremos mucho y lo queremos ya! Todo esto desemboca en un gran problema: la naturaleza no opera bajo la premisa de más rápido es mejor. Al acelerar los procesos de la naturaleza y drenar los recursos, damos cuerda a varios problemas: más enfermedades, más contaminación, y menor tiempo para la evolución y adaptación. No solo fomentamos que haya animales criados en condiciones deplorables, sino que también se reduzca la diversidad de especies y se degrade la tierra para sembrar, entre otras cosas.

Para los que vivimos en el siglo XXI, pero que además prevemos lo que sigue, sabemos que tenemos que cambiar de sistema. El desarrollo sustentable es una forma de  satisfacer las necesidades actuales, sin dañar a las generaciones futuras. Esto se logra a través del equilibrio entre la Economía, el Medio Ambiente, y la Sociedad. Me atrevo a decir que el futuro promete poco sino cambiamos de modelo, y si decidimos seguir ignorando y creyendo que nuestras acciones son inofensivas. En este artículo no trato de culpar a alguien, simplemente trato comunicar y de generar conciencia. Trato de persuadir a todos los lectores a que participen en un cambio. Les hago una invitación a que conecten los puntos de todo lo que esta pasando mundialmente, que cuestionen sus actividades y reorganicen sus prioridades, pero sobretodo, que se den cuenta del peso que tiene su granito de arena y que conviertan estas ideas en acciones.

2 thoughts on “La Sustentabilidad en el Diseño y en el Consumo

  • el 15 agosto, 2012 a las 9:24 am
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    Totalmente de acuerdo con tu reflexión, Maite. El modelo actual de consumo, a nivel mundial, es insostenible. Consumir lo necesario, exigir a los fabricantes desarrollo de productos sustentables en los que se haya definido un ciclo de vida responsable de los mismos, desarrollo de un auténtico diseño social, etc… No es que sean cosas posibles, es que son imprescindible.
    No dejo de lado la tarea de los diseñadores, piezas clave de este proceso. Si bien somos parte del engranaje, de nuestra concienciación, responsabilidad y saber hacer, se derivarán multiples acciones que pueden ayudar mucho a que todo sea un poco mejor.

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  • Pingback: EVOLUCIÓN DEL DISEÑO INDUSTRIAL | Analiza DI

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