La novela de tu vida: María Frisa

Por María Frisa.

Siempre me ha admirado que cuando nos preguntan a los escritores por la novela que ha marcado nuestra vida, aquella que más nos influyó, la que nos descubrió nuevos horizontes o nos planteó interrogantes fundamentales, nadie tiene dudas a la hora de contestar.

Siempre temí que dedicándome yo misma a la escritura llegaría el día en que me formularían a mí esa cuestión. Pensaba qué mentiras contaría y, sobre todo, qué imagen querría transmitir: ¿la de alguien erudito e inteligente y mencionaría algún libro tipo Joyce, Faulkner o incluso, para parecer más exquisita, Clarice Lispector o Musil?, ¿o la de alguien cercano y elegiría algo de Paul Auster o Almudena Grandes (tampoco es cuestión de ponerse tan campechano como para sacar a colación a Follet)?, ¿o sería mejor optar por un clásico que, como un vestido negro para una fiesta, siempre es un acierto y me decantaría por Madame Bovary o, incluso, por El Quijote?, ¿quizás sería recomendable parecer un poquito pedante e inaccesible y entonces, invariablemente, hay que nombrar a un griego como Aristófanes o Tucídides (Platón y Aristóteles resultan demasiado manidos)?, ¿mejor dar un toquecito feminista con Una habitación propia o El cuaderno dorado?, ¿mejor un poquito contestaria con Bukowski?, ¿mejor patriótica con un Javier Marías, un Marzal, un Martínez de Pisón, un Mendoza, una Montero o un Muñoz Molina (por no salir de la M)?, o… ¿un ruso que siempre proporciona el toque justo de cosmopolitismo, tal vez Chejov, Tolstói, Dostoyevski o Gógol?

¡Ay!, y qué pena que no dejen elegir un ensayo, con el lustre que da un buen ensayo y lo bien que quedas nombrando a Montaigne.

Tras años de divagar, ¡horror!, ha llegado el temido momento. Me han pedido que escriba acerca de la novela de mi vida y ¿saben qué he decidido? He decidido contar la verdad. Y la verdad es que nunca, jamás, ningún libro ha marcado un antes y un después en mi vida. Durante años, lo confieso, he anhelado sentir que se derramaba sobre mí el bálsamo de una epifanía, la he acechado escarbando en cada palabra, en cada línea, en cada párrafo…de un libro, de otro libro, de otro libro… ¿tal vez aquel, este…? Inútilmente.

Pero tranquilos, no pierdo la esperanza. Sé que mi epifanía está aguardándome celosamente escondida y que, tarde o temprano, si persevero, mis desvelos serán recompensados. Porque tanta gente no puede estar equivocada o… ¿es que ellos sí que se decantaron por una mentira piadosa?, ¿acaso ellos tampoco escuchan campanas al vuelo cuando los besan…?

* María Frisa ha publicado diversas novelas. Últimamente ha debutado como autora para jóvenes con 75 consejos para sobrevivir en el colegio (Alfaguara)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *