25 años de talento español. Museo Cerralbo

 Por Paloma Rodera.

 

Del 25 de octubre del 2012 al 13 de enero de 2013

Museo Cerralbo

c/ Ventura Rodríguez, 17

 

Traspasar las puertas y que la luz de lámpara de araña te deslumbren, que las mullidas alfombras te hagan pisar distinto, mármol, y una serie de estancias que son testigos de años de historia e historias de personas que se han convertido en personajes de los que hoy se exhiben trocitos de vida. Organza, sedas, satén, inundan habitaciones.

 

Nos recibe, al final de la escalera, un vestido de David Delfino, una vez dada la bienvenida, empieza el desfile de vestidos de cóctel como el modelo de Adolfo Domínguez, rosa, en viscosa lavada. Es cierto que la mayoría de trajes son moda femenina, sin embargo hay una representación de modelos masculinos en el salón de billar. El recorrido es completo, puesto que en el dormitorio del marqués encontramos piezas de cama de Sybilla, distintas batas de Meye Maier y un camisón. No hay que olvidar la presencia de los complementos: joyas de Chus Burés, Paloma Canivet, Helena Rohner. Hay otras muestras en bolsos de Cristina Huarte. Y zapatos de Manolo Blahnik, El colofón a esta muestra se encuentra en el salón de baile, con vestidos de noche de Andrés Sardá, Mitzou o Francis Montesinos.

 

El Museo Cerralbo ha sido conquistado por modelos de Jesús del Pozo, Adolfo Domínguez, David Delfino, Loewe, Devota&Lomba, Manolo Blahnik, Pedro del Hierro, Balenciaga, etc. Durante los próximos días, hasta el 6 de enero, estos convidados de honor ocupan el Gran Portal, el Salón Rojo, el Salón Amarillo, la Salita Rosa, el Dormitorio, el Recibimiento de Invierno, la Sala de Baño, la Sala Árabe, la Sala de Columnitas, el Despacho… Al pasear entre ellos uno se siente, durante un breve periodo de tiempo otro invitado más a esta fiesta, a este baile lleno de glamour, por un Segundo incluso los maniquíes parecen cobrar vida, como el esmoquin de mujer de Roberto Torretta que nos espera en un sofa del museo, otros bailan en el gran salon y otros cuchichean en los pasillos de la casa. En algunas ocasiones también uno llega a sentirse voyeur de estas actitudes de modelos coquetos. De esta manera se establece una simbiosis conveniente para un museo que había agotado su colección permanente y un marco de excepción para estos 25 años de creaciones españolas que son muestra de la consolidación de la moda española, encontrándose entre los tres líderes del mundo.

 

Sin duda es una exposición que no hay que perderse, durante el recorrido uno puede transportarse a través de los 25 años de Historia y ser partícipe de esta fiesta de la creación de la moda española.

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