Ocio a la carta

 

Por GEORGINA SALA AMORIN

Cada vez más las generaciones actuales se distancian del televisor y se dirigen a sus dispositivos portátiles para ver aquello que desean. El producto de ocio por excelencia son las series y no solo las  televisivas sino aquellas que se emiten por internet o que se crean especialmente para ser vistas en la red: las llamadas webseries.

El siglo XX aportó cambios al día a día de las personas con la llegada del televisor. Sin embargo, las emisiones programadas tardaron unos años en crearse y establecerse hecho que hizo que el ocio televisivo consistiese en momentos esporádicos sin mucha libertad de elección en cuanto al género y la temática de aquello que se veía.  Actualmente, la televisión ha alcanzado un mayor papel informativo y, aunque la cualidad de ocio sigue vigente, ésta debe competir con el ocio a la carta: internet.

La llamada generación del baby boom es quizás la primera generación que ha crecido y vivido con la idea de la televisión como un elemento de ocio. Concursos, programas especializados de cocina, naturaleza, deporte… distraen en distintos horarios a toda la familia. Esta misma generación se ha convertido en la mayor seguidora de emisiones televisivas intentando incluir la oferta de programación en las actividades familiares. No obstante, a lo largo de las dos últimas décadas, internet ha ido reemplazando en el día a día de muchos de los nacidos a finales del siglo XX, al televisor. Muchos son los que optan por la pequeña pantalla personal –incluso compartiéndola con amigos y/o la pareja- para gozar de entretenimiento. Internet permite elegir no solo el género y la temática de aquello que se desea ver sino también cuando y como verlo sin necesidad de tener que adaptarse a un horario preciso. Además, este nuevo espacio de ocio elimina los momentos de ruptura por publicidad así como el fenómeno “pausa”.

Las series han entretenido en sus distintos formatos a muchas generaciones, sin embargo, en los últimos diez años estas han entrado de forma más incisiva en la vida de los espectadores. Gran parte del publico adulto sigue “enganchándose” a las series televisivas emitidas después de comer y/o de cenar. Suele tratarse de series con una trama relativamente simple y entretenida, aunque cada vez más el género negro va ganando la pequeña pantalla. En cambio, las generaciones más jóvenes han abandonado prácticamente el televisor y siguen a sus protagonistas o historias preferidas vía internet. Muchas de las series que configuran sus momentos de ocio no se emiten en su país o sencillamente nunca pasan a ser emitidas por televisión.

Internet permite una mayor libertad de elección temática además de la ruptura con la obligación de ver cada capitulo en el momento que se ofrece. Si bien aún sigue la espera entre capítulo y capítulo muchos de los consumidores siguen series que hace años que se han estrenado. El triunfo de la visualización de series por internet ha llevado a la creación de las llamadas webseries: historias pensadas solo para ser difundidas en este medio de ocio por su coste reducido y su gran posibilidad de difusión. Algunas de ellas, como Malviviendo o The Guild han podido subvencionar sus grabaciones mediante las ganancias fruto del éxito. Otras como Red vs Blue, tras el éxitos de los capítulos subidos a su propio canal de Youtube consiguieron ser vendidas en DVD. ●

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