Entrevista a El Hijo

 

El Hijo - Pared

 

Por Cristina Consuegra.

En 2012, El Hijo, proyecto de Abel Hernández, publicó su tercer álbum de estudio, Los Movimientos (Autoeditado), un trabajo caleidoscópico, de cierto riesgo, de texturas sonoras tan diversas como la complejidad conceptual que abriga esta nueva entrega de una de las bandas más interesantes de la escena nacional.  Sin duda, estamos ante un trabajo de calado, de esos que adquieren musculatura con el paso del tiempo y nervio cuando se interpretan sobre un escenario. Por todo ello, Los Movimientos certifica la valía ya no solo de un proyecto como El Hijo sino la calidad del músico que se encuentra tras él.

 

La primera pregunta irrumpe con carácter nostálgico. En la entrevista que te hice con motivo de la publicación de Madrileña (Acuarela, 2010) me dijiste que este trabajo te ayudó a definir el territorio por el que moverte. Trasladando la cuestión al presente, ¿qué te ha concedido Los Movimientos (Autoeditado, 2012) en contraste con el resto de tu trayectoria como El Hijo?

Desde el punto de vista del sonido, de acompañar ambientalmente y psicológicamente la melodía de la voz y lo que dice, Madrileña fue un primer intento de soltarme de ciertos límites estilísticos y de buscar más allá. Había un propósito de que probar con las sonoridades y los ritmos, usar determinados recursos y que el arpegio de guitarra acústica y la voz no fueran tan esenciales. Pero aquel propósito se quedó un poco a mitad de camino porque encontramos otras cosas. Creo que en parte fue porque grabamos en casa de Raül y la voz nos sonaba muy bien grabada, al final su fisicidad nos hizo decidir dejarla muy por encima.

En Los movimientos han intervenido muchos factores pero digamos que su semilla está en esa inquietud que nació cuando Madrileña. En todo caso creo que este disco supone un salto en largo. Y eso es lo que quería. Un cambio por movimiento.

 

¿Podemos afirmar que es tu trabajo más personal por toda la responsabilidad depositada en él?

Sin duda. Los anteriores los escribí e interpreté. Éste además lo he dirigido y producido y he corrido con todos los riesgos, artísticos y de otras clases.

 

¿Cuándo aparece el álbum en tu vida, es decir, como certeza, como ese primer germen a partir del cual el álbum va adquiriendo forma?

Aparece, como siempre, por pura necesidad de hacer nuevas canciones y sobre todo de concretarlas. Los discos en mi caso surgen por eso, para pasar a limpio intuiciones, ideas, cosas a medio acabar que, si no se graban, a menudo se quedan a medias o se borran. Un disco es una foto musical. El momento en que empiezo a ver muchas de las cosas diferentes que quiero probar a lo largo de la espera de nueve meses que pasan desde que entrego Madrileña a mi sello de entonces y se ve publicado. Eso coincide con que empiezo a ensayar con varios amigos músicos en Madrid, algo también inédito en la trayectoria anterior de El Hijo, y me veo “produciendo” las canciones de ese disco de cara al directo.

 

Los Movimientos es un álbum de ruptura –ruptura amable- y de tránsito. ¿Te costó mucho decidirte por el Crowdfunding y dejar atrás tu tiempo con Acuarela?

No. Era algo que estaba ahí y que en un momento dado vi claro. Una de esas decisiones que se meten en la cabeza como un rayo y que sabes que no te vas a arrepentir de haber tomado.

 

Abel-huertas-1024x684Ese carácter de ruptura y tránsito al que acabo de hacer alusión no viene determinado por el medio elegido para su publicación, más bien por la identidad de este trabajo. En torno a este asunto, ¿es éste el álbum que mejor define el proyecto que es El Hijo?

Quizá, no lo había pensado así. Seguramente en anteriores discos no había quedado tan claro que iba buscando. Me temo que eso era porque yo no lo tenía tan claro.

 

Esa identidad sonora múltiple de Los Movimientos, hace que incorpores nuevos instrumentos al repertorio de canciones, esto ¿ha hecho más complejo el proceso de grabación del álbum?

No. El proceso ha sido eso, muy proceso y, como tal, complicado y algo dilatado en el tiempo (unos pocos meses en realidad). Pero no ha complicado. Los instrumentos sirven para simplificar la vida no para complicarla.

 

¿En qué medida ha influido la producción en el sonido último de Los Movimientos?

Es determinante pero es que pienso que lo es en cualquier disco. La falta de producción es una forma más de producción. Un disco de guitarra y voz grabado en directo con un radiocasete no está menos producido que uno de los discos a cargo de Phil Spector. Simplemente uno hace hincapié en el sonido espectral y de poca calidad e inmediato y lo otro en las capas. Son como animales distintos pero

Si te refieres a la elaboración cuidadosa de la producción. Pero en El Hijo siempre ha sido esencial esa elaboración. No entiendo un disco sin cuidar la producción al máximo, sea de la forma que sea. Es verdad que he llegado a un punto en que el sonido de una canción es para mí casi tan importante como lo que dice o la melodía.

 

En una primera escucha, se pueden deducir muchos elementos que hacen de Los Movimientos un álbum realmente original y singular. Al mismo tiempo, esa originalidad lo hace un disco complejo, de digestión prolongada. Esa complejidad, ¿la percibiste durante el proceso de composición de los temas?

Sí. Es que me gustan los discos que no se agotan después de cuatro escuchas.

 

¿Cómo ha sido el proceso de selección de las canciones que conforman el esqueleto de Los Movimientos? ¿Dejaste alguna por el camino?

Es la vez que he acumulado más material. Quedaron dos o tres sin trabajar ni grabar y dos terminadas fuera y que saldrán en un single precioso la primavera que viene. Las saqué en el último minuto porque hacían demasiada buena pareja entre ellas, merecían un lugar para estar solas y donde no distrajeran al resto.

El proceso ha sido por coherencia. Pero tuve muchas dudas y llegué a pedir ayuda a algunas personas muy cercanas de las que me fío para ver cuáles quitarían y cuáles dejarían. Fue un poco estresante pero al final creo que di con la selección acertada.

 

Si en Madrileña trabajaste con especial protagonismo el tema de la voz, aquí cedes ese espacio a la instrumentación, ¿por qué ese cambio, quizá para darle el dinamismo que el propio álbum requiere?

En Los movimientos la voz está muy trabajada -en cuanto a melodías y registros- y las letras también, pese a lo que se ha podido leer. Tanto o más que en anteriores discos. Lo que pasa es que, por una parte no empecé las canciones por ahí, sino por el trabajo con la banda, por los cimientos rítmicos y la secuencia musical, sin estructurar del todo. Y la voz y la letra en general llegaron al final, como la personalidad de quien vive en una casa llega cuando esa persona la habita no cuando acaba de ser construida. Por otro lado, porque está más baja en la mezcla. Al haber tal trabajo de producción, de arreglos, instrumentación, sonoridades, de mezcla, colocar la voz por encima como en Madrileña habría arruinado un poco el proceso. Me apetecía además poner la atención de quien escuchaba en la música, en el ambiente, el ritmo, el sonido. Pero lo más elemental de las canciones está ahí, a pocos centímetros de la superficie del agua.

Además en Los movimientos la voz humana tiene un componente instrumental que no había tenido nunca. El disco está lleno de coros.

 

Otro gran asunto del álbum es el trabajo de arte, ¿cómo surge la idea del diseño?

Oliver Arson y yo hablamos bastante antes de que él se pusiera con el diseño. Yo tenía claro que no quería un dibujo. Ya había habido mucho dibujo en mis anteriores discos. Quería algo más gráfico. También quería usar fotografía pero que no fuera demasiado, digamos, realista, que tuviera un toque mágico, onírico. Y quería que apareciera algún ser humano, que no fuera una de esas portadas de paisaje desolado, poético. Alguien me sugirió nadadores, mar, movimiento en el mar, y me pareció que encajaba muy bien con muchas cosas del disco. La imagen de portada la encontré buscando, probando, dando palos de ciego. Paralelamente Oliver Arson estaba haciendo un trabajo con los signos y tenía ideas claras como que había que colocar minerales. Hizo un trabajo gráfico muy concienzudo y potente.

 

¿Cómo tienes pensado desgranar cada una de las canciones sobre un escenario, es decir, cómo vas a traducir el lenguaje del estudio al directo?

Con sinceridad y intentando dejar lo más accesorio fuera. Siempre que se pueda quiero tocar con la banda formato con el que llegamos a un buen grado de representación del sonido del disco con potencia de banda en directo. Cuando no, pues estoy tocando solo o con alguno de mis amigos (a veces con teclados y bajo, otras con batería y ruidos, otra con más guitarras). Es otra cosa pero está funcionando muy bien. Me siento muy a gusto en ese formato también. En todos los casos salvo excepciones Nacho R. Piedra acompaña con las proyecciones que ha preparado, de momento sólo para las canciones nuevas.

 

Próximos conciertos de El Hijo

28 febrero – El Garito, Librería La Central Callao, Madrid. Formato solo (un especial).

7 marzo – Teatro Sala Cero, Sevilla (+ Algunos Hombres). Formato trío & visuales. 8,50€ anticipada/ 13€ taquilla.

8 marzo – Planta Baja, Granada (+ McEnroe). Formato trío & visuales. 10€.

9 marzo – Santiesteban 18, Antequera. Formato trío & visuales. 5€

28 marzo – Festival Microsonidos, 12&medio. Murcia (+T’ortel +La Maniobra de Q). Formato dúo & visuales. 10€

 

Escucha Los Movimientos de El Hijo en Spotify

 

 

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