Las memorias de John Lukacs en "Últimas voluntades"

 

ultimas-voluntadesActualidad editorial: Hace veinte años, John Lukacs, el conocido historiador y divulgador, gran experto en la II Guerra Mundial, escribió una especie de autobiografía de sus primeros sesenta años, Las confesiones de un pecador original, partiendo de lo personal para dirigirse a lo más o menos impersonal. En Últimas voluntades, en cambio, y como él mismo cuenta, hace el recorrido contrario: “(…), partiré de un repaso de mis consideraciones sobre nuestro conocimiento actual del mundo para dirigirme a unas memorias de mi vida privada: será una suerte de filosofía que derive en una suerte de biografía.” Todo ello acompañado por las notas de su diario.

 

Una recapitulación final, el intento postrero de uno de los más singulares escritores de historia por resumir, en pocas páginas sintéticas, su teoría de la historia, su pensamiento sobre el conocimiento humano. Lukacs ofrece al lector, en un acto de sinceridad poco habitual en los historiadores, su visión más íntima, sus facetas más personales: las mujeres de su vida, el sentimiento de ser el superviviente de una civilización que se acaba, su conciencia de la vejez. El ingenio, la brillantez y el apasionamiento de un historiador siempre comprometido con lo que cuenta, aderezados con las notas de su diario que acompañan el libro, nos proporcionan una vez más una visión idiosincrática y fascinante del mundo y de la historia.

 

Con 85 años cumplidos al escribir este libro, Lukacs demuestra que no ha perdido ni un ápice de su beligerancia; sus convicciones, si acaso, han ganado en intensidad. La historia es recuerdo, pero recuerdo procesado y, por tanto alterado, por lo que no se puede pretender nunca obtener hechos fijos, determinados: de hecho, Lukacs reafirma la posición central del hombre en el universo, puesto que “el universo es como es porque en su centro hay conciencia y seres humanos participantes que pueden verlo, explorarlo, estudiarlo.”

 

Tampoco le gusta la diferencia entre nacionalismo y patriotismo: “el primero es populista y moderno, el segundo es tradicionalista y antiguo; el primero un culto al pueblo, el segundo el amor a un país”. Critica el progreso como se entiende en la actualidad, al igual que la extinción de la palabra, la palabra escrita, tan importante en su concepto de la historia: “la historia consiste en palabras y depende de ellas, (…) sin ellas los hechos carecen de sentido.”

 

Se centrará con perspicacia en sus dos patrias, la de adopción, los EEUU, y la de nacimiento, Hungría, analizando sin sentimentalismos su pasado y su posible futuro. A pesar de su indomable energía, Lukacs no puede evitar sentirse el último de una civilización, el representante de una forma de vida que desaparece (“Soy un vestigio, con poco orgullo y mucha pena en el corazón por casi todo lo que oigo y veo”), pero eso no implica que haya perdido las ganas de vivir ni de perdurar.

 

John Lukacs (Hungría, 1924) está considerado como uno de los principales expertos en la historia de las dos guerras mundiales. Ha compaginado durante casi cinco décadas la labor docente, como profesor de historia en diversas universidades estadounidenses, con su carrera de escritor. En esta colección se han publicado cinco de sus obras anteriores, Cinco días en Londres, mayo de 1940 (2002), El Hitler de la historia (2003), Junio de 1941 (2006), Sangre, sudor y lágrimas (2008), El futuro de la historia (2011). Reside en Estados Unidos.

 

Últimas voluntades. Memorias de un historiador.  John Luckacs.  Traducción de José Antonio Montano.  Editorial Turner, 2013.  Colección Noema.  200 páginas.  19,90 €

 

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