Entrevista a Peio H. Riaño por "La otra Gioconda": «la salud del Prado está mermada»

 

Por Benito Garrido.

 

El historiador de arte y periodista Peio H. Riaño acaba de publicar La otra Gioconda, una crónica sobre el mayor hallazgo de la historia del arte en el último siglo. Ligado a la información cultural desde hace catorce años, ha trabajado en revistas como Matador, Calle 20 o Mongolia, y en periódicos como 20 Minutos, El Mundo o El País, entre otros. Fue redactor jefe de cultura de Público y en la actualidad escribe para El Confidencial, Qué Leer y el suplemento Cultura/s de La Vanguardia. En 2008 apareció Todo lleva carne (Caballo de Troya), su primera novela. Antes había publicado el ensayo Conductas envenenadas (2007).

 

La otra Gioconda, de Peio H. Riaño.
La otra Gioconda, de Peio H. Riaño.

La otra Gioconda.  Peio H. Riaño.  Editorial Debate, 2013.  368 páginas.  21,90 €

 

La Gioconda, el retrato más famoso del mundo, tenía una hermana gemela en el Museo del Prado escondida a la vista de todo el mundo. El descubrimiento del paisaje oculto por un fondo negro, añadido siglos después de su creación, ha movido los renglones de la historia del arte, las portadas de los periódicos, las radios y los telediarios, para convertirse en un nuevo referente pictórico, y en perfecto estado de conservación.

Peio H. Riaño, testigo privilegiado de los intensos momentos que vivieron los investigadores del museo cuando desvelaron el secreto, rastrea las huellas que esta misteriosa pintura dejó en su nacimiento en el taller de Leonardo da Vinci, y anticipa las claves que revelan quién es su autor, quién es la retratada, cómo llegó a España, dónde estuvo antes de pasar a la colección del museo, quién mandó cubrir el paisaje y por qué, o qué beneficios económicos reporta una pintura como ésta a un museo como el Prado. Una inmersión periodística en la nueva Gioconda, Mona Lisa, criatura del siglo XXI, que destapa la ilusión con la que se visten las paredes de los museos y estudia la mirada con la que contemplamos el arte.

 

P.- Crónica de uno de los más importantes hallazgos de la historia del arte. En la época de las tecnologías, ¿por qué se ha tardado tanto en descubrir este cuadro? ¿Qué significación artística tiene este descubrimiento?

El cuadro nunca fue atendido porque El Prado necesita recursos para que sus científicos se dediquen a investigar y a realizar fichas técnicas de cada uno de sus cuadros. Aunque pueda parecer increíble, hay muchas obras en la situación en la que se encontraba la Mona Lisa. No fue hasta una petición del Louvre que Ana González Mozo descubrió lo que guardaba el dibujo subyacente. Y entonces apareció una obra única en el proceso creativo del taller de Leonardo, del que apenas sabíamos nada. Además, la aparición de esta obra resuelve un enigma que hasta el momento no había terminado de encajar: la identidad de La Gioconda del Louvre no es Lisa Gherardini, sino una idealización del retrato de una mujer que hizo Leonardo. Pero sin referentes reales. El discípulo, probablemente Salai, fue quien retrató a la mujer de Francesco del Giocondo, la que tenemos en El Prado, es decir Mona Lisa. Ahora las fuentes históricas –De Beatis y Vasari- no se contradicen entre sí.

 

P.- Referente a las dos pinturas comentas: dos cuadros distintos como dos gotas de agua, pintados al mismo tiempo. ¿Qué une y qué diferencia a la Gioconda del Louvre de la Mona Lisa del Prado?

Ambas están unidas por el mismo cartón, el mismo modelo, que utilizaron como base para la figura de la retratada. Pero el resultado son dos mujeres diferentes, aunque con las mismas proporciones. Los retratos son como dos gotas de agua, diferentes y similares. La pintura del Prado tiene errores propios de un discípulo, pero si no tuviéramos la referencia de la del maestro la valoraríamos como una gran obra. Almudena Guzmán, restauradora del Prado, elogia la técnica del pintor desconocido, su precisión y delicadeza en las veladuras.

 

Peio H. Riaño. Foto de Pe Mallick.
Peio H. Riaño. Foto de Pe Mallick.

P.- ¿Quién es el que pintó realmente la Mona Lisa del Prado? Como recreación (no copia), ¿por qué no sigue cánones tan característicos de Leonardo como el sfumato?

Tenemos indicios que apuntan claramente a Salai. Los ayudantes de Leonardo nunca aplicaron el sfumato. No sabemos si Leonardo no les quiso enseñar la técnica por la que era reconocido y alabado o simplemente se lo prohibió para preservar la importancia de su firma y de su precio: no es lo mismo encargar una obra al maestro que a sus alumnos y eso en el precio debe estar justificado. Les enseñó todo salvo cómo fundir la figura humana en la naturaleza. Realmente es increíble.

 

P.- Recopilación de crónicas que ponen de manifiesto el estupendo trabajo de los restauradores. La muestra más clara, esta Mona Lisa. ¿Qué repercusiones ha tenido o va a tener este descubrimiento en el devenir diario del museo del Prado? ¿En manos de otro museo este descubrimiento se hubiese tratado de otra manera?

Las repercusiones más inmediatas son económicas. El Prado recaudó 100.000 euros en una semana con la venta de postales de la dama renacentista. No sabemos hasta qué punto puede empujar la taquilla una obra como esta. Lo importante es que el descubrimiento sirva, más que para reventar el número de visitantes, para alumbrar una conciencia cívica sobre la protección de nuestro patrimonio. Es la única joya que tiene este país, el patrimonio, y la que menos cuidado recibe por parte de nuestros gestores. Cuando la sociedad entienda la importancia de una reclamación como esta, no quedará más remedio que hacer de España un país cultural.

 

P.- Aprovechando que hablamos del Prado, ¿cómo es la situación actual de nuestro museo tras los últimos recortes que el gobierno le ha aplicado? ¿En qué medida la políticas que se administran hoy día perjudican a la buena salud del mismo?

La salud del Prado está mermada. Ha entrado en estado crítico gracias al mayor recorte que se le ha aplicado en la historia de la democracia. Es el premio que tienen reservado quienes nos gobiernan para la protección de nuestro legado histórico. El mayor peligro de Mona Lisa y de las Meninas empieza en Cristóbal Montoro y acaba en José María Lassalle, pasando por José Ignacio Wert. Han fracasado en la creación de un nuevo modelo de financiación cultural a pesar de que lo anuncian desde hace un año y medio.

 

giocondaP.- ¿Podría ser el patrocinio privado un salida a la actual situación de crisis?

Es una opción a la salida de la crisis, una opción cultural y una opción de desarrollo crítico del ciudadano. El patrimonio lo es todo, y es todo lo que nos hace falta. Pero también nos falta darnos cuenta, entender que ahí se encuentra nuestra fuente de riqueza, que somos afortunados porque tenemos la opción de crecer intelectualmente a partir de la reconstrucción y protección de nuestro pasado. España es un país rico en lo que menosprecia. Lamentablemente, los gestores de este país jamás han entendido tales cuestiones.

 

P.- Por cierto, ¿sabes cómo va la tan retrasada y manoseada ya, ley de mecenazgo?

La Ley de Mecenazgo no sirve de nada si no se trata de una ley de conciencia. Ha quedado estancada porque el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas no quiere ampliar las ventajas fiscales de quienes inviertan en cultura, ¿pero es que alguien piensa que este país está capacitado y listo para invertir en cultura? ¿Cuándo se ha formado al ciudadano español en la defensa de su legado desde el presente? Lo máximo que hemos llegado a oír del presidente actual en cuestión cultural es que los mecenas no deben esperar nada a cambio de su gesto. Esto es la política del desgraciado, que es incapaz de alentar a su pueblo a cuidar lo poco que les va a quedar, si no desaparece antes.

 

P.- ¿Para cuando otro libro tan completo como este?

Ya estoy con una nueva investigación, pero permíteme que no te detalle mucho más. Tengo un proyecto de, al menos dos libros más, sobre crónicas, arte y cultura.

 

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