Bernini versus Borromini

 Por Rosario María Fabelo Cabrero.

 

Bernini Borromini

Bernini y Borromini fueron dos grandes genios del barroco del siglo XVII. Su único pecado era su inexplicable enemistad. Separados hicieron cosas únicas y de gran belleza, juntos hubiesen hecho historia. 
 

 Las mejores obras de Bernini aún se conservan en el Vaticano. Muestra de esto es el espléndido Baldaquino bajo el cual se cree que reposan los restos del apóstol San Pedro. Labrado en bronce antiguo con cuatro columnas salomónicas, que sujetan sobre ellas dos ángeles guardianes que vigilan sin descanso los restos del insigne apóstol. También hay que mencionar la gran Plaza de San Pedro que, como no, diseño Bernini bajo las ordenes y supervisión del Papá. Esta rodeada por más de ciento cincuenta estatuas de mármol talladas en diferentes épocas y lugares, y en su centro un gran obeliscos de más de veinticinco metros y trescientas toneladas, que el Papá Sixto V lo mandó a traer de Egipto y lo puso ahí en homenaje a San Pedro y su martillo en el teatro de Nerón. 

 
Borromini, por su parte, fue un gran arquitecto que amaba su profesión y daba lo mejor de si en su trabajo y encargos. A diferencia de Bernini era perfeccionista y supervisaba hasta el más mínimo detalle de todos sus proyectos. Fue un descuido de Bernini a la hora de construir la cúpula de la Basílica de San Pedro la que lo convirtió en uno de los mejores arquitectos de Roma. Recibió muchos encargos y proyectos de diferentes mecenazgos, uno de ellos fue la iglesia de las cuatros fuentes, muy original en su diseño ya que en cada una de sus esquinas tiene una fuentes de la que brota agua potable. 

 

Una anécdota importante ocurrida entre estos dos genios en señal de rivalidad fue la construcción por parte de Bernini de la cuarta estatua de la fuente de los cuatros ríos en La Plaza Navona, el personaje parece asustado y se cubre la cabeza con los brazos ante la fachada que diseñó y construyó Borromini, por temor a un posible derrumbe. 
 

Borromini no pudo soportar el regreso triunfal de Bernini después de su fracaso en el Vaticano, y solo y abatido por depresión con la única compañía de su discípulo murió en su casa. Bernini por su parte siguió triunfando hasta el mismo día de su muerte, muchos años después. Su rivalidad fue su principal enemigo y eso se recoge en el libro La Principessa de Peter Prange, escritor alemán que vio en esta historia el punto clave para su novela. 

 

2 thoughts on “Bernini versus Borromini

  • el 15 mayo, 2013 a las 10:31 am
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    La anécdota del personaje de la fuente cubriendose la cara, según los que lo opinan, horrorizados por lo feo de la iglesia de Sant’Agnese in Agone de Borromini, no deja de ser una anécdota. Está perfectamente datado que Bernini acabó la fuente en 1651 y Borromini no comenzó las obras de la iglesia hasta 1952. Es algo que se viene hablando desde hace tiempo, pero que nada tiene que ver con la realidad.

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