Entrevista a Juan Soto Ivars, autor de Siberia

Esto puede haber sido así: Juan Soto Ivars tiene quince, dieciséis o dieciocho años y fantasea con ser escritor y por eso escribe en su diario frases sueltas que luego enviará por email o correo ordinario a sus novias de verano de la playa de Salou o similar o bien las guardará, avergonzado, en un cajón. Son frases tal que así: “Cruzaría el río si supiera que en la otra orilla encontraré la paz” o “Si pones atención, escucharás el tictac de un inmenso reloj que vive bajo el hielo” o “en todo el día, solamente un triste pájaro cruza el cielo. Aunque esperas la compañía más que ninguna otra cosa, verlo te ha producido un gran temor” o “Nubes tan cargadas de tormenta que al pasar arrastran lentamente los tejados.” Son construcciones que, quieras que no, llevan su tiempo. Con todo debería ser habitual entre los escritores echarlas sin miramientos al fuego en momentos de crisis existencial, cual Sábato enfurecido. Soto no. Soto las guarda y a los veintitantos se hace un libro y las utiliza para salpimentarlo: serán las citas de un hombre incapaz de escribir. Este libro que cuentan las leyendas que Soto se resistía a publicar es Siberia. Pero esto es sólo otra paja mental de las mías; cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia (…)

(Carlos González Peón)

Texto completo en el blog “La medicina de Tongoy”: http://lamedicinadetongoy.blogspot.com.es/2012/05/siberia-de-juan-soto-ivars.html

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