La cara B de la Semana Negra

Por PACO G. ESCRIBANO. Interesante charla la del vermú ayer en la terraza del Don Manuel. Jerónimo Tristante y Luis Artigue dialogaban sobre putas y puticlubs, charla sin duda propiciada por el argumento de la novela de este último: «Club la Sorbona». Putas con chulo, putas sin chulo, putas freelance, putas ocasionales, putas de carretera, putas de casa de citas y un largo sinfín de acepciones que yo desconocía. Pero ya se sabe, literatura negra y prostitución siempre han estado muy unidas. También estaba por allí Juan Carlos Chirinos, un venezolano afincado en Madrid cuya mujer es alavesa, o patatera, que al parecer es como llaman a los vitorianos.

Jon Arretxe se refería a Javi Abasolo como el segundo mejor escritor de novela negra de Euskadi, y viceversa. Javi ejerce de bilbaíno y Jon, que vive en Basauri, defiende el derecho de los bilbaínos a nacer donde les sale de los cojones. Por cierto, pregunté a Javi que cuántos chistes de bilbaínos conocía. Me dijo que solo conocía uno, dos a lo sumo, y que el resto no eran chistes sino verdades como puños.

Jero se fue y marchamos a comer a la Iglesiona. Vale, mola, pero entre lo que tardas en devorar esos platazos y lo que te enrollas hablando, las comidas se piran a dos horas, y yo sin siesta no soy nadie. Total, que a las seis y media me llama Alexis Ravelo, recién llegado, que anda con Maluenda por el recinto, que dónde estoy.

-Durmiendo, tío, durmiendo -le digo.

-Ah, lo siento, joder.

-Nada, tío, ahora voy p’allá.

Total, que me agarro un taxi y al llegar me encuentro con toda la peña de la editorial Alrevés trasegando birra en una mesa: Víctor del Árbol, Susana Hernández, el propio Alexis y Josep Forment, el editor. Maluenda no está, y lo encuentro más tarde en la caseta de la librería Burma vendiendo y firmando sus novelas. Le saludo y me da una noticia muy buena para él relacionada con…, bueno, me van a permitir que me lo guarde y ya se enteran ustedes por él o cuando sea público.

En las carpas sigue la actividad. Han presentado Luis Artigue y Ernesto Mallo, entre otros. Paco Ignacio Taibo II, el jefe…, bueno, el ex jefe, camina entre el personal sin nadie a quien mandar y a Cristina Macías la veo de lejos con cara de «joder, lo que mola estar en la Semana Negra sin tener que estar todo el día jodida por organizar todo». Jon Arretxe y Javi Abasolo buscan a un compañero de editorial de Madrid al cual no conocen. Finalmente lo localizan, es un chaval joven que se llama Daniel. Conozco a una chavala que viene con los de Alrevés y que al parecer ha publicado con Planeta.

Finalmente, llega la hora de cenar, y caigo en la cuenta de que he quedado con el Riber y los vascos para cenar pulpo en el bar Galicia, con Sergio Vera para ir a cenar a otro lado, y también con los de Alrevés, vamos, un cristo del carajo. Al final nos vamos toda la banda a la Iglesiona tras rescatar a Maluenda, más una parejita de lectores muy jóvenes de León a los que Alexis ha secuestrado en la carpa grande al grito de «a los lectores hay que cuidarlos», más José Luis Correa, el otro canario de la Feria, padre del detective Ricardo Blanco y ávido fumador de puros.

La cena es mucho más ligera que la comida, los cuerpos ya no están para ferias. Dicen que en Gijón hace frío, pero yo no pido ni postre porque no aguanto más el jodido calor que me entra en la Iglesiona, así que me pido un orujo de hierbas y me salgo fuera seguido por el segundo mejor escritor de Canarias según Alexis Ravelo: Pepe Correa con su puro y su orujo. No tarda en aparecer Víctor del Árbol y empezamos a hablar de literatura, uy, no perdón, de mujeres. Pero bueno, ¿acaso las mujeres no son poesía? ¿Y no es la poesía literatura? Sergio Vera habla con su novia por el móvil con la pasión del primer amor. Y uno por uno van apareciendo el Riber, el padre de Sergio, la parejita de lectores y el segundo mejor escritor de canarias según Pepe Correa: Alexis Ravelo.

La cosa continúa en la terraza del Don Manuel, que anoche tuvo que colgar el cartel de no hay billetes. En una larga mesa, toda nuestra tropa más Noemí Sabugal, Laura Muñoz, Marcelo Luján y un largo etcétera. En otra igual de larga, los de la directiva más Paco Taibo y los recién llegados Juanmi Aguilera y Alfonso Mateo Sagasta.

Las conversaciones son variopintas. Pongo la oreja. Víctor del Árbol habla de Lorca y del franquismo. Alexis habla de Joyce y de Kafka. Yo flipo.

Enciendo el móvil y un nota me hace un comentario en el post anterior. Me dice lo bien que lo pasamos en la Semana Negra los escritores con los hotelitos, las comiditas y los ligoteos en un tono de envidia que lo flipas. También me dice que hay doscientos escritores en Asturias marginados por la Semana Negra y que si los conozco. Hombre, tío, a los doscientos no, seguro que hay más. Pero sí que conozco a uno, gran escritor y amigo, Nacho Guirado, mira tú. Seguro que tú tampoco conoces a los de Albacete o a los de Lérida. Ah, y otra cosa te digo, colega. yo aquí vengo de vacaciones. Sí, aunque te parezca mentira, en vez de irme a Benidorm, vengo aquí todos los años y, ¿sabes por qué? Pues porque me gusta Asturias y adoro Gijón, colega. Ahora, también te digo, el viaje, las comidas, las copas y el hotel, me lo pago yo, por si creías que la Semana Negra paga todo a todos. Ah, y otra cosa, yo no vengo aquí a ligar, que mi chica es lo más bonito del mundo y yo no soy de poner cuernos. Si no te gusta cómo funciona la Semana Negra, díselo a ellos, tío, no me lo digas a mí, que yo, al fin y al cabo, vengo aquí de vacaciones, con mi dinero, insisto, que tampoco me pagan por escribir estos artículos.

Bien, para finalizar, la charla en el Don Manuel derivó hacia la lucha Canaria, con Alexis ilustrándonos sobre la misma, sus reglas, y sobre el ídolo local: Pollito de la frontera. Me despido de todos diciendo que en mi barrio tenemos a Javi el del cúter y que allí no hay reglas: él sencillamente tira de cúter y va al cuello.

No somos na…

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