Twitter es para agitadores

TwiPor GALA ROMANÍ. Hace unos meses publiqué una entrada aquí en Culturamas, sobre el acoso en la red. En ese momento unas personas sin cerebro y nada mejor que hacer se dedicaron a hacerme la puñeta (perdonen por el taco) en Twitter, creando un perfil fake (parodia del verdadero), a raíz de publicar un comentario con una falta de ortografía.

La verdad es que al principio me desesperé un poco por el acoso constante, pero después, opté por bloquear a esas personas y como dice el dicho, ojos que no ven, corazón que no siente.

Cuando te creas un perfil en las redes debes saber que te arriesgas a estar expuesto, que puede ocurrir que se te cruce en el camino una o varias personas indeseables sin nada mejor que hacer que tratar de ridiculizarte, o que publiques un comentario desafortunado y otros usuarios te llamen la atención.

Todo, absolutamente todo lo que escribas en tus comentarios, puede ser criticado, tengas o no razón.

Los que tenemos perfil en Twitter somos conscientes de ello y estamos de acuerdo en correr ese riesgo, ¿por qué?

Twitter no tiene rey, presidente, ministros, delegados sindicales, ni cualquier tipo de poder por encima de uno mismo.

Se trata de un espacio donde todos hablamos con todos, da igual tu categoría profesional, tu sueldo, tu forma de vida, lo que cocines o a la tribu urbana a la que pertenezcas, y la cuestión es que nos entendemos bastante bien en general.

Twitter es lo que le falta a la sociedad real, es un espacio igualitario. Nadie está libre de la crítica o incluso del insulto, pero también se encuentran personas afines con las que debatir y aprender. La información corre sin tapujos, tanto como las opiniones de los usuarios, y esto es así.

 

Últimamente se crean debates en televisión a partir de los comentarios en esta red social sobre algunos políticos como Teófila Martinez, Cristina Cifuentes o Toni Cantó, en los que se critica que los usuarios son ofensivos e hirientes. Tengo que aclarar que de ninguna manera estoy de acuerdo con el insulto, pero también me gustaría decirles a todas estas personas que las opiniones son solo eso, opiniones, y que no afectan al pan que te llevas a la boca, como por ejemplo las leyes sobre recortes apoyadas por muchos de los personajes criticados, sobre las que la ciudadanía en general no tiene voto, pero le pese a quien le pese, han encontrado un lugar donde tener voz.

A un político se le puede exigir que dada la relevancia de su cargo tenga en cuenta los sentimientos del  ciudadano y por lo tanto, vigile y mida bien sus palabras a la hora de ofrecer declaraciones a los medios, y eso no pasa, esa es la verdad. Así que señores, como decía el rey, no pidan quimeras.

El que no desee escuchar críticas es libre de no hacerlo, cosa que está muy de moda entre la clase política. Ahí lo dejo…

 

 

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