De Chanel a Sira Quiroga

 

 

Por MARTA ESCOBAR MARTÍ

La adaptación a televisión del libro El tiempo entre costuras se consolida en su segundo capítulo como la emisión más vista del día superando su share en 1,4 puntos respecto al primero.

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Coco  Chanel y Sira Quiroga. Dos figuras distintas que caminan por la vida apuntando hacia los mismos ideales. Una existió; la otra es ficción. Se trata de dos mujeres que, a pesar de la época en que vivieron, lucharon por defender la figura de la mujer y equipararla a la del hombre normalizando su capacidad de trabajar y despuntando en su profesión. Ambas pasaron los días de su vida entre costuras.

Si bien se trata de dos historias que a primera vista parecen diferentes, cabe profundizar en la historia de Sira Quiroga, la protagonista de El tiempo entre costuras. En el primer capítulo, emitido por Antena 3, Quiroga deja todo atrás por el amor de un hombre al que apenas conoce y se marcha a Tánger, Marruecos, para empezar una nueva vida a su lado llena de lujos y ostentaciones. Un episodio en que la trama transcurre de manera paulatina pero cuidada y que nunca sugeriría el futuro de su historia. Quizá por eso, la segunda entrega de la serie, repleta de acción, lideró la noche del lunes con un 26,9% del share, en detrimento del 25,5% de la semana anterior.

Marxismo y Guerra Civil española. Dos movimientos políticos que empujaran a ambas mujeres a abrir, por una vía u otra, su propio taller de alta costura. Coco apoyada por sus amantes y Sira dejada por su hombre y en otro país, pero las dos con una fuerza admirable que poco caracterizaba a la mujer de principios del siglo XX. Una se hará fuerte en casa, en París, mientras la otra permanecerá en el sitio donde emigró por amor: Marruecos.

En Marruecos, Sira deberá trasladarse a Tetuán, capital del Protectorado español en territorio africano, dónde hará cosas para sobrevivir que jamás habría imaginado hacer. Y todo, en una serie meticulosa y cuidada, que no olvida el detalle, y que presentará al espectador imágenes impactantes pero, a su vez, le gratificará con escenas dulces y exquisitas.

“Durante mi infancia sólo ansié ser amada”, se lamentaba Coco Chanel por haber perdido de pequeña a su madre. Este anhelo podría encajar perfectamente con el personaje de Sira Quiroga, que creció en un ambiente familiar poco acogedor y con, prácticamente, solo el afecto de una máquina de coser que su madre le consignó des de bien pequeña.

En su conjunto, se trata de una serie que hay que verla para captar su esencia. Sencilla pero compleja. Eso sí, mágica sin dudas.

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