Dimite Miguel Cereceda, presidente del IAC

Por María J. Pérez

 

Auntitlednte el desarrollo de los acontecimientos de los últimos días y las críticas vertidas en torno al evento de los Reconocimientos del Arte Contemporáneo 2013 (RAC 2013) organizado el pasado 14 de febrero en el Auditorio del Museo Reina Sofía, el presidente del Instituto de Arte Contemporáneo, Miguel Cereceda, ha presentado su dimisión.

 

Mediante una carta dirigida a los socios del IAC, Cereceda ha explicado los motivos que le han llevado a tomar su decisión que se basan, principalmente en su obstinación por llevar adelante un proyecto “insensato”, en contra de los reiterados avisos de los miembros de la Junta Directiva. Asimismo considera que ha perjudicado gravemente la buena imagen del IAC.

 

La Junta Directiva ha aceptado de forma unánime su dimisión. Mientras, el vicepresidente de la asociación, Daniel Castillejo, asumirá la presidencia.

 

 

One thought on “Dimite Miguel Cereceda, presidente del IAC

  • el 18 febrero, 2014 a las 10:02 pm
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    Al Sr. Miguel Cereceda

    Leo en El Confidencial la noticia de su dimisión. Escriben que Vd. agradece al Museo Reina Sofía su apoyo. Y vuelvo a revolverme por la utilización del MNCARS para exculpar sus aventuras particulares. En todo caso, hable con propiedad y agradezca Vd. a LA DIRECCIÓN DEL MUSEO REINA SOFÍA que es quien, efectivamente, le ha permitido utilizar a la institución para dar carácter oficial a los premios particulares de su Asociación. El Museo Reina Sofía-institución es otra cosa, no se identifica con este equipo directivo ni con ningún otro que pueda venir, está por encima de todo esto. El MNCARS es nuestro patrimonio, eso que Vds. no saben respetar y que veo que sigue Vd. utilizando en sus declaraciones. Esta utilización es lo más grave de este tema y no se resuelve con su dimisión. Poca vergüenza han tenido Vd. su Asociación y los responsables del museo que se lo han consentido y que, incluso, han subido al escenario a recoger y entregar premios otorgados por los socios particulares de su Asociación lo que es institucionalizar unos premios privados. Ni la más mínima ética. Este uso de la institución es lo verdaderamente grave de toda esta historia y esto no se zanja solo con su dimisión.

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