ROBOCOPia

Por Juan Luis Marín. Falta de talento. Estupidez. Ausencia de consenso entre guionistas, director y productor (vamos, que el que pone la pasta hace lo que le sale de los cojones). Falta de concentración. De entusiasmo. De pasión por lo que se hace…

Y, sobre todo, de CREATIVIDAD.

ROBOCOP, otro remake de una peli de los 80 que no debería haberse hecho. Recuerdo aquellos tiempos en los que de una película mala se decía que era pasto de viedeoclub. Joder, esta no lo sería ni de un canal de José Frade. Con otro actor anodino y ladrillo que caerá en el olvido (si nadie va a recordar su nombre, ¿para qué coño os lo voy a recordar yo?), y la participación de otros como Michael Keaton o Gary Oldman, de los que en estos casos siempre se dice que participan en estas morrallas para pagar sus facturas. ¿Y qué hacían antes, pedir limosna y dormir en un cajero? Hostia puta…

Hemos entrado en bucle. De producir basura. Y esto no hay quien lo pare…

No he dejado de escuchar que los 80 fueron, artísticamente, una de las peores décadas: moda hortera, música con sintetizadores (qué daño hizo OBK), estética chillona, películas vacías… Y me encanta comprobar cómo ahora todos esos se tragan sus palabras… a palo seco. Sí, Footloose no era nada del otro mundo, pero estaba Kevin Bacon,  a la postre, uno de los mejores actores de su generación. ¿Alguien se acuerda del pipiolo que protagonizó su remake? Kurt Russell pocas veces ha estado mejor que en La cosa de John Carpenter… ¿Alguien sabe quién aparecía en su remake? En Amanecer Rojo salían Patrick Swayze y Charlie Sheen, con carreras posteriores ante las que nadie puede ser indiferente pero, los que protagonizaron su remake… joder, ni siquiera sé si lo han estrenado. Todos sabemos que Arnold Schwarzenegger fue Conan pero ¿alguien sabe quién encarnó de nuevo al cimerio hace apenas unos años? Rughter Hauer estuvo inquietante en Carretera al infierno;el remake daba menos susto que Ana Botella con una escoba. Ralph Macchio aprendió a hacer la grulla en Karate Kid porque su señor Miyagi era GRANDE, todo lo contrario que Jackie Chan en su remake… más pequeño que la picha de un pitufo…

¿Sigo?

Lo peor de todo, que no aprenden. Porque no contentos con los hostiones artísticos (y sobre todo financieros, porque esas pelis hacen menos caja que un fotomatón) estos yanquis de los cojones siguen erre que erre mancillando el nombre de ese CINE que tanto nos hizo disfrutar y que el tiempo ha puesto en el sitio que se merece: se prepara un remake de Un hombre lobo americano en Londres (como si no hubiera sido suficientemente mala la secuela en París de finales de los 90 que, nuevamente, nadie recuerda); otro de Poltergeist (qué necesidad, por Dios, qué necesidad… ¿alguien cree que se puede hacer mejor de lo que lo hizo Tobe Hooper?); uno de Los inmortales (sin Queen para hacer la banda sonora, ¿quién se encargará de ella? ¿Il Divo?); también amenaza uno de Le llaman Bodhi (lo siento, Patrick Swayze, que estás en los cielos), otro de Cortocircuito (¿es posible que una industria capaz de crear un personaje tan sublime como Wall-E tenga que recurrir a Johnny 5 porque es incapaz de sacarse de la chistera un robocillo entrañable?), estamos pendientes de la fecha de estreno del de Mad Max…

Dan ganas de echarse a llorar.

El consuelo que me queda: mi colección de pelis en VHS que guardo como un auténtico tesoro. Los demás podéis continuar bajando esas películas de chichinabo de Internet para verlas en vuestros portátiles. Quizá, solo quizá, si dejáseis de hacerlo… ellos dejarían de hacerlas.

PD: Y al siguiente que escuche decir que Super 8 era como Los Goonies le ato a una silla y le pongo Tron Legacy en sesión continua hasta que se le funda el cerebro.

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