Fernando Méndez: «el humor sirve para nadar alegres sobre la superficie de los profundos problemas del ser humano».

Por Sara Roma

Fernando_Mendez¿Qué harías si un chico muy atractivo te dice que es un ángel y que quiere ayudarte a solucionar el mayor problema de tu vida? ¿Si ocurriese en tu vida, cómo reaccionarías? ¿Estás preparada? Fernando Méndez tiene la mágica fórmula al menos para hacerte sonreír e ilusionar en su novela Cuatro esquinitas tiene mi cama (Suma de letras, 2014).

-Lo que parece ser un día normal de trabajo en el cementerio se convierte para Lourdes, una florista, separada y con una hija adolescente en el comienzo de su nueva vida. Mientras se afana en colocar una corona de flores en una de las lápidas recibe la visita de Arman, un hombre guapísimo que asegura ser un ángel. ¿Cuál es su misión en la tierra?

La misión es solucionar el mayor problema de Lourdes, una madre muy protectora que tiene una hija adolescente que está a punto de cumplir 18 años y, si no lo remedia corrigiendo lo que ha hecho mal en sus vidas pasadas, en 48 horas va a perder el amor de su hija. Cuando Lourdes en sus vidas pasadas fue la mala de Cleopatra, tuvo un comportamiento muy malo y ha ido acumulando ese mal karma y esas malas reputaciones espirituales, pero ahora tiene la oportunidad de resarcirse porque se le aparece este ángel para darle esa oportunidad.

-Comienza así un viaje en el tiempo que los llevará a Nueva York, al siglo I. a. C, a Colonia, a la ruta de la seda, a Pompeya y a Egipto. Solo disponen de 48 horas para conseguirlo. Es una historia trepidante al máximo.

Sí, es trepidante porque eso es lo que nos permiten los viajes en el tiempo. La florista va a iniciar un viaje espiritual de 2000 años por la Historia y por sus vidas pasadas, acompaña de su ángel para intentar resarcir ese mal. Creo que es una propuesta que tiene distintos escenarios para dar mayor dinamismo y para meternos en lo que denomino la fantástica realidad. Normalmente, en la vida, tenemos dos estadíos: uno es la realidad y otro, la fantasía. Yo propongo un camino intermedio que es la fantástica realidad, a la cual califico como la realidad del optimismo. Ahora mismo estamos viviendo una realidad de crisis complicada y  creo que debemos tomarnos la vida con una sonrisa y con optimismo para poder afrontar esos grandes problemas que tenemos.

portada-cuatro-esquinitas-tiene-mi-cama_grande-Tu novela es tierna, hilarante, conmovedora y reflexiva. ¿Ha sido el humor la herramienta indispensable para construir una historia fantástica que sirva para enseñar al lector lo que verdaderamente importa en la vida?

Sí, porque a las cosas que debemos hacer caso son a las realmente importantes. Fíjate. A cualquier persona que nos esté leyendo, cada día le ocurren diez cosas importantes. De esas, nueve son realmente positivas: ese café que te sirven amablemente; ese ceder el paso cuando vas a cruzar por un paso de cebra; ese llegar a casa y recibir los besos y abrazos de la gente que te quiere…Y a lo mejor por un contratiempo que tengamos, eso es capaz de eclipsar todo lo bueno que hemos tenido a lo largo del día. Así que debemos hacer este ejercicio: entrenarnos en la bondad, en la sonrisa y en optimismo para centrarnos en lo que verdaderamente importa en la vida. Y si todo ello lo afrontamos con sentido del humor, mucho mejor. Siempre digo que el humor es esa capacidad que tenemos para nadar alegres sobre la superficie de los profundos problemas del ser humano.

-Fernando, cuando uno es niño, disfruta de las cosas, de las situaciones cotidianas de cada día, sencillamente porque los niños lo viven como si fuese lo más importante de su vida. En cambio, da la sensación de que cuando somos adultos vamos despojándonos de esa ingenuidad, de ese afán por descubrir y dejarnos sorprender y solo pensamos en dos tiempos que no existen: el pasado y el futuro. ¿Crees que tu literatura puede hacernos volver a sentir como niños que descubren la felicidad?

Sí, fíjate que los niños pasan del enfado a la alegría en un instante. Si nosotros pudiéramos hacer ese ejercicio sería maravilloso ser unos niños mayores. Lourdes, cuando está en el cementerio arreglando una tumba y de pronto se le aparece este ángel que está como un tren, ella lo que piensa es que quiere tema. Lourdes, que no cree en los espíritus ni en nada parecido, al final sucumbe cuando él le revela el mayor secreto que solo ella conoce para que se convenza de que es un ángel. Entonces, el personaje que al principio de la novela se presenta como una persona apática, con muchos problemas cotidianos (la hipoteca, una hija adolescente, con un trabajo monótono, etc.), va cambiando y viendo la vida desde otro prisma: con muchísimo más optimismo y más motivada. Esa transformación de Lourdes nos viene a todos muy bien para reflexionar y darnos cuenta de que es posible llevar la vida con más optimismo.

-Hace escasamente dos meses que ha salido la novela, ¿cómo la están recibiendo los primeros lectores?

Francamente, muy bien. Las redes sociales están respondiendo a esta inyección de optimismo, figura en la lista Nielsen de los más vendidos y, precisamente, la editorial Suma de Letras se está volcando en la promoción y a cada ciudad donde vamos, percibo que la gente está ávida de este tipo de mensajes. Pero mi novela no es un libro de autoayuda. Lo único que pretendo es que el lector, después de una jornada complicada, pueda leer el libro y acabar el día con una sonrisa en los labios pero que, a la vez te deje un poso para reflexionar. Creo más en el sonreír que en el reír.

One thought on “Fernando Méndez: «el humor sirve para nadar alegres sobre la superficie de los profundos problemas del ser humano».

  • el 21 abril, 2014 a las 7:59 pm
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    Un placer compartir con los amigos de Culturamas y sus lectores esta entrevista hablando de literatura, ilusión y optimismo. Me he sentido muy a gusto. Gracias!

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