En marcha la 23.ª edición del DRAE

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PortadaDRAELa 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, a cargo de la editorial Espasa, se publicará en octubre de 2014, como cierre de la conmemoración del tercer centenario de la Real Academia Española. Se trata de una edición revisada en profundidad que aparecerá con un nuevo y moderno formato, y un mayor número de lemas, cerca de noventa mil.

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Siguiendo información directa de la RAE, la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española llegará a las librerías el próximo 21 de octubre, tanto en España como en los países hispanohablantes de América. Esta nueva obra panhispánica, que se publica como colofón de las conmemoraciones del III Centenario de la institución, es fruto de la colaboración de las veintidós corporaciones integradas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Desde su entrega a la editorial, el pasado 14 de marzo, se está llevando a cabo el proceso de revisión y corrección de pruebas, de modo que el DRAE —acrónimo con el que se conoce esta publicación en distintos ámbitos— pueda entrar en la imprenta después del verano.

Este diccionario tendrá 2.400 páginas y se editará en un solo tomo, encuadernado en cartoné con estuche, cuyas dimensiones serán de 18×26 centímetros. También se publicará una versión en dos volúmenes, destinada a América, y otra especial para coleccionistas. El número de artículos de la 23.ª edición ascenderá a algo más de 93.000, unos 5.000 más que los incluidos en la anterior (2001) y más del doble de los aparecidos en el primer diccionario de uso de la RAE, publicado en 1780. En total, el Diccionario recogerá cerca de 200.000 acepciones —entre ellas 19.000 americanismos— y alrededor de 6.000 artículos nuevos. Las enmiendas de esta vigesimotercera edición superan las 100.000, sobre un total de 45.300 entradas, y las supresiones de artículos serán aproximadamente 1.350. Estos datos pueden experimentar ligeras variaciones en el proceso final de diseño y maquetación, que terminará en agosto.

La aparición, entre 2009 y 2011, de un importante grupo de obras académicas (la Nueva gramática de la lengua española, la Ortografía de la lengua española y el Diccionario de americanismos) ha hecho necesario el desarrollo de trabajos de armonización entre los contenidos de estas obras y el Diccionario. Con ello, se consolida la doctrina lingüística común que subyace a toda la producción académica. En esta línea, cabe destacar la regularización en el DRAE del tratamiento de las marcas geográficas americanas y la revisión del tratamiento de los extranjerismos. La versión electrónica del DRAE, publicada en 2001 y accesible gratuitamente en la Red, ha sido actualizada en cinco ocasiones, entre 2004 y 2012.

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Cómo se actualiza un diccionario

El proceso de actualización de un diccionario se centra en las siguientes tareas: la adición de nuevos artículos o acepciones; la supresión de artículos o acepciones ya existentes; la enmienda total o parcial de los artículos. La preparación de cada nueva edición del diccionario académico implica, por tanto, la identificación de nuevas palabras o nuevos significados y la revisión de las palabras que ya figuraban en el DRAE. Esta revisión se realiza agrupando las palabras según diversos criterios, como el área temática a la que pertenecen (palabras de la música, palabras de la química…), por sus características gramaticales (sustantivos, conjunciones, adjetivos invariables…), por su procedencia (extranjerismos, revisión de etimología…), por el área geográfica en la que se documentan, etc. Especialmente relevante es la puesta al día del DRAE para que el tratamiento de sus definiciones y lemas responda a la doctrina que se expone en el resto de las obras académicas publicadas entre dos ediciones del Diccionario (Gramática, la Ortografía o el Diccionario de americanismos).

Las fuentes documentales del diccionario académico, que se han ido creando y ampliando en distintas etapas de su historia, son actualmente las siguientes: el banco de datos del español, que cuenta con más de 400 millones de registros de textos históricos y actuales de todos los países hispanohablantes; el fichero histórico de la Academia, con sus más de diez millones de papeletas léxicas y lexicográficas; las obras de referencia y estudios monográficos sobre léxico; la Unidad Interactiva del DRAE (UNIDRAE), un servicio creado para atender y canalizar las propuestas y sugerencias externas relacionadas con el Diccionario. Gracias a estas fuentes y a las mejoras desarrolladas en su forma de consulta y utilización, los lexicógrafos pueden hoy por hoy obtener los datos precisos para la toma de decisiones de carácter normativo y para la preparación de las propuestas que posteriormente estudiarán las comisiones académicas.

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