Rusia retira el cómic ‘Maus’ de las librerías: no quiere esvásticas en los escaparates

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Interior de ‘Maus’, de Art Spielgeman.

La excusa es la celebración del 70 aniversario de la victoria soviética sobre Alemania, en la Segunda Guerra Mundial, sin una sola referencia al ejército nazi. Ni siquiera en un libro contra el nazismo

Quieren celebrar el 70 aniversario de la victoria soviética sobre Alemania, en la Segunda Guerra Mundial, sin una sola referencia al ejército nazi. Ni siquiera en las portadas de los libros. Escaparates limpios en Moscú. Tampoco en internet. La censura rusa ha puesto en marcha el rodillo aniquilador y han prohibido la venta de Maus –la novela gráfica con Pulitzer de Art Spiegelman, que relata las experiencias de su padre superviviente de Auschwitz- hasta que no pasen las celebraciones del 9 de mayo, tal y como informaba The Moscow Times. El intento de borrar las marcas del pasado “es el presagio de algo mucho más peligroso”, ha reconocido el propio autor a la agencia AFP.

La obra, publicada primero en capítulos, entre 1980 y 1991, en la revista Raw, y recogida en un volumen de casi 300 páginas, es un alegato antifascista y una llamada a la recuperación de la memoria histórica. Por eso extraña tanto las razones que da Rusia para tomar una decisión como ésta, amparada en la ley que prohíbe la propaganda nazi, aprobada en diciembre. Desde entonces, las autoridades han requisado toda alusión al símbolo.

Portada de la edición en castellano de 'Maus'.
Portada de la edición en castellano de ‘Maus’.

Evidentemente, la esvástica que utiliza Spiegelman en su portada es una caricatura del régimen de Hitler. Gatos contra ratones, nazis contra judíos. Esa es la historia real con apariencia de fábula con la que construyó un relato que pretendía apuntalar la memoria por encima de regímenes y gobiernos, contra el olvido, la censura o la indiferencia. “Obviamente, el objetivo de Maus no era reivindicar el régimen nazi. Pero creo que la ley tiene una intención de acallar la libertad de expresión en Rusia. El objetivo parece ser amenazarla y ahogarla”. Un aviso para navegantes.

Amenaza de expresión

La editora del libro en el país, Varvara Gornostayeva, incide en la ironía de la medida: “No hay ni rastro de propaganda nazi en la obra. Este es un libro que debería estar en los escaparates del Día de la Victoria”. “Es un momento terrible para expresarse”, añadió tajante Spiegelman, que no quiso cargar las tintas sobre Rusia en exclusiva.

El peligro por controlar la libertad de expresión de una sociedad ha traído víctimas en Francia, con el atentado a la revista Charlie Hebdo. El autor también señala la censura sobre Edward Snowden. “Creo que el caso de Snowden es un caso de amenaza a la libertad de expresión más evidentes de nuestros días. Un denunciante ha sido forzado al exilio, en un país que es incapaz de permitir tanta libertad de expresión como la que él trataba de mejorar”. La respuesta a la censura nos e ha hecho esperar y ha vuelto a lograr justo lo contrario a lo que pretendía, convertir en libro en un best seller.

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