Ignacio Elguero nos recuerda que hay “Cosas que ya no…” decimos, no hacemos, no existen

«Hasta que los televisores se democratizaron, es decir, se instalaron en todos los salones, o en los cuartos de estar, pues por cómodas letras te hacías con un Iberia, un Philips, un Elbe, un Telefunken o un Radiola. En esos primeros televisores, si la señal no se sintonizaba bien, se movían las antenas, las de cuernos, hasta conseguir que se viese la imagen con claridad».

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Cosas que ya no, de Ignacio Elguero.

Actualidad editorial:

Tal y como el escritor y periodista Ignacio Elguero apunta en el prólogo de su nuevo libro, Cosas que ya no (Editorial Planeta, 2015), existen situaciones tales como hacer la mili, abrir la puerta a un vendedor de enciclopedias o llevar a revelar un carrete de fotos, que como otras muchas, han desaparecido, algunas incluso de forma radical, de nuestra vida diaria. Como bien puede comprobarse en el presente estudio, la lista se podría hacer tan emotiva y nostálgica como dilatada –sacar el aire al coche para que arranque, tener el orinal debajo de la cama, dar cuerda al reloj, alquilar películas en sistema Beta o VHS, estudiar obligatoriamente latín, comprar tebeos, hervir la leche, etc.–. Porque en el fondo, los tiempos están cambiando y las nuevas tecnologías han ido imponiendo una nueva forma de interactuar, un lenguaje y unos hábitos diferentes.

«El pañuelo era tan necesario como el reloj o las llaves, uno lo llevaba siempre encima. Los hombres de traje, en el bolsillo de la americana; las niñas, en el de la rebeca; los niños, en el del pantalón vaquero; y las madres, en el bolso o en la manga, donde siempre se lo guardaban para tenerlo a mano cuando al niño le daba por moquear. Los pañuelos eran blancos, de tela. Socorridos, como pocas cosas».

Aquellos que, como el autor, vivieron su niñez en las últimas décadas del siglo XX se han visto obligados a aceptar una evolución irrefrenable: cambios sociales, políticos, culturales y sobre todo educativos, que se han ido implantando –casi sin darse uno cuenta– en ese diario devenir en el que cualquier ciudadano está embarcado. Cambios que, en poco tiempo, han apuntalado enormes diferencias entre unas generaciones y otras. La tecnología ha avanzado a un ritmo frenético, provocando nuevos hábitos de consumo y de comportamiento que han obligado a descartar utensilios, objetos o costumbres que pocos años atrás eran de máxima actualidad. Si el vídeo mató a la estrella de la radio, el dvd hizo algo parejo con los discos y las cintas de cassette. En fin, ley de vida.

Ignacio Elguero nos ayuda a rebuscar en la memoria, sonreír nostálgicos y sentirnos dueños de un bagaje cultural y social digno de cualquier personaje de novela histórica. Cosas que no se presenta como un interesante, entretenido y emotivo testimonio de muchas de aquellas cosas que ya no decimos, no hacemos o, que sencillamente, ya no existen. Con su singular y divertido modo de bucear en la memoria, Elguero hace que recuperemos imágenes, expresiones y comportamientos que ya han quedado muy atrás, y que indudablemente formaron parte de nuestra vida, pero pertenecen a un tiempo que nunca volverá.

«Al matrimonio se llegaba virgen, o al menos se aparentaba, que en aquella España confesional, católica, de curas y monjas levantando desde la escuela el sexto mandamiento, lo contrario no estaba muy bien visto. O se era decente o se era chica fácil, es decir, una fresca».

Cosas que ya no hacemos: esperar tres horas para hacer la digestión antes del baño, operar de anginas a los niños, llegar virgen al matrimonio, jugar al fútbol con las chapas, bailar lento, no dejar nada en el plato, cambiar la aguja al tocadiscos, utilizar barras de hielo para refrigerar, fumar en clase, declamar el catecismo de memoria, jugar a las prendas… Cosas que ya no existen: la marca de la vacuna contra la viruela, Galerías Preciados, el papel de calco, los lavabos con dos grifos, los dos rombos de la tele, la ropa de Terlenka, las cartas de amor con sobre y sello, los videoclubs, las maletas sin ruedas, los guateques, los serenos, el galán de noche, la sesión continua, la leche en bolsas de plástico, las hombreras… Cosas que ya no decimos: rezar Cuatro esquinitas tiene mi cama, un beso de tornillo, darse el lote, Cantar “Ya murió la burra”, voy al retrete, correr delante de los grises; Santa Rita, Rita, Rita lo que se da no se quita; jugar a los trabalenguas y decir “supercalifragilisticoespialidoso”; te doy mi palabra de honor; esta se ha quedado para vestir santos…

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Cosas que ya no.  Ignacio Elguero.  Editorial Planeta, 2015.  256 páginas.  19,00 €

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