«Días de perros», la emotiva comedia de Gilles Legardinier

«Hacerse pasar por mayordomo… El ambiente de la casa no tenía nada de relajado. Entre la señora, que le prohibía la puerta principal, y la cocinera, que, como un comandante de un navío de guerra, les exigía a sus marineros una petición formal antes de acceder al puente, no iba a divertirse».

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Días de perros, de Gilles Legardinier.

Actualidad editorial:

Llega a España Días de perros (Editorial Planeta), el gran fenómeno de la novela de humor que en Francia ya ha vendido más de dos millones de ejemplares. Gilles Legardinier, que se ha convertido en uno de los autores más seguidos y valorados del país vecino, sorprende por su escritura fresca, ágil y repleta de buenas vibraciones. Con Días de perros Legardinier sabe tocar la fibra sensible del lector que busca una comedia diferente, emotiva y un poco loca, que le haga olvidar la pesadez de la rutina diaria. Su protagonista, Andrew Blake nos demuestra que nunca es tarde para encontrar vías de escape a lo que nos angustie o aprisione, que reírse del mundo es tremendamente saludable, que romper cadenas no implica dejar de ser uno mismo y sobre todo, que no hay edad cuando de provocar sentimientos se trata.

Hay momentos en la vida en que, inesperadamente, todo se presenta como una película muda donde los personajes son imágenes de un pasado que ya nunca volverá. Es entonces cuando la persona se replantea cual es su posición en un mundo que ha comenzado a superarle, cuyo ritmo vertiginoso y cambiante le hace sentir desubicado y extraño. Algo así es lo que siente el empresario inglés Andrew Blake cuando se enfrenta cada mañana a un nuevo día. Está entrado en los sesenta y desde que murió su esposa siente un vacío triste y profundo que ni siquiera su hija consigue llenar. Apesadumbrado por una situación que no alcanza a dominar, decide romper con todo, dejar la empresa en manos de su asistente y desaparecer. Pero su plan no pasa por irse a una isla desierta o a una playa lejana… ¡No! Abandonará Londres, su casa, su carrera y sus escasos amigos para trasladarse a Francia a una mansión de ladrillo rojo en medio del campo.

Todo podría ser ideal sino fuera porque Blake entrará en aquella finca a trabajar como ¡¡mayordomo!! Anónimo y descargado de su exitoso historial profesional, emprende lo que a todas luces se antoja como una loca aventura con la que busca cambiar su visión de las cosas, o al menos de esas que a él le pesan ahora. Entre sus habitantes están Nathalie, su patrona viuda y de horarios y exigencias extrañas Odile; una cocinera refunfuñona; Manon, una joven que no sabe lo que quiere, y Philippe, el jardinero y manitas que vive en la casita del jardín y se pelea con todos… La relación entre todos es un caos, y está llena de malentendidos y situaciones absurdas, así que Andrew no tiene otra opción que intentar poner orden en esta caótica casa.

«Blake regresó a la mansión arrastrando la pierna. En su cuarto, en las paredes, como los prisioneros que no quieren perder la noción del tiempo durante su estancia en la cárcel, iba a marcar con una rayita cada día que pasase. La liberación no iba a suceder de un día para otro, le quedaban todavía cuatro meses».

Días de perros es una aventura inesperada, astuta y casi atemporal, una de esas historias conmovedoras que remueven el corazón y fuerzan continuamente la sonrisa. Con la llegada del nuevo mayordomo, los personajes que hasta ahora habitaban la mansión como si de frías máquinas se tratase, se dejan invadir por una corriente de impulsiva humanidad que no creían llegar a sentir. En el fondo, buscan romper con el aislamiento, la monotonía y el miedo para liberar todo aquello que durante años parecen haber estado reprimiendo, la vida. Esta es una novela tierna y deliciosa, cuyo punto de partida, tan radical como justificado, no hace sino abrir las puertas a cuestiones que se antojan universales: ¿Se puede cambiar de vida a cualquier edad? ¿Todo se hace más difícil con los años? ¿O solo es cuestión de poner la voluntad suficiente para activar la fuerza del deseo?

Gilles Legardinier ha trabajado en el cine como pirotécnico, tanto en Francia como en EEUU, y ha dirigido anuncios y documentales a nivel internacional. Actualmente trabaja como responsable de comunicación en varios estudios, labor que compagina con la escritura. Legardinier empezó su carrera como escritor en el terreno del thriller con los libros L’Exil des Anges (Prix SNCF du polar 2010) y Nous étions les hommes (2011), hasta que en 2011 escribió una comedia, que se convertiría en todo un fenómeno en su país, Demain j’arrête! Desde entonces, Legardinier se ha convertido en uno de los autores más vendidos en su país.

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Días de perros.  Gilles Legardinier.  Editorial Planeta, 2015. 400 páginas.  18,90 €

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