Cuestionario literario: Marta Caparròs

 

 

filtracionesCabe olvidar las etiquetas, aquellas que repetidamente se instalan con naturalidad asombrosa y con menos aleatoriedad de cuanto se quiera aparentar y terminan esquematizando la literatura y sus obras, cuyo valor y contenido es resumido por una mera y simple locución tan vacua como homogénea y, sobre todo, tan indiferente al texto que aglutina libros y autores diversos sólo por un criterio, un mero matiz, convertido en eje principal. Así ha sucedido con la denominada “literatura de la crisis” que, en concomitancia con el contexto social que vivíamos y, por mucho que algunos lo nieguen abanderando la recuperación, seguimos viviendo, se ha convertido en un género en sí mismo donde se agrupan –se amontonan- una serie de libros que tienen que ver con el presente y que reflejan, con tono crítico, la realidad de crisis, de precariedad y descalabro ideológico contemporáneo. Olvidando los autores y su individualidad literaria, bajo esta etiqueta han terminado por inscribirse autores tan dispares como Isaac Rosa y Elvira Navarro, Belén Gopegui o determinadas novelas de Marta Sanz: autores todos ellos que desde perspectivas literarias distintas y tiempos narrativos e históricos diversos han configurado una literatura propia que, si bien puede dialogar por una determinada mirada hacia el presente y determinado compromiso con la literatura y su papel con y para lo social, sobrepasan de mucho ese etiqueta –“literatura de la crisis”- tan reductiva. Todo este preámbulo debería servir para poner en aviso ante Filtraciones, la primera novela de Marta Caparròs, publicada por Caballo de Troya, cuyo catálogo en este último año ha estado dirigido por Elvira Navarro. Filtraciones son cuatro nouvelles a través de las cuales Caparròs construye un abanico de situaciones y de personajes distintos que, compartiendo solamente la generación –todos ellos son nacidos en los ochenta- describen, desde un tenue realismo y desde una prosa con ecos periodísticos y con una fuerte presencia de un yo confesional, determinadas problemáticas del presente. El eco del 15M, el eco de la crisis económica –la obligada emigración de los dos protagonistas del último relato- el eco del desengaño ideológicos y de los sueños frustrados aparecen en las nouvelles que de Caparròs, son temas que, como indica el propio título, se filtran en los relatos, se configuran como el sustrato sobre el cual Caparròs construye unos relatos que, sin embargo, sobrepasan de mucho dichos temas convirtiendo –de ahí la introducción- en absolutamente restrictiva la etiqueta de “novela de la crisis”. En efecto, si es posible determinar un centro temático en torno al cual gravitan los relatos de Filtraciones este es el del sujeto y la inestabilidad del mismo: la maternidad inesperada y a priori no deseada, la amenaza de despido o el exilio se presentan como situaciones límites ante los cuales los sujetos se enfrentan y que los obliga a decidir, a tomar conciencia de que la existencia no es un flujo continuo y autómata, sino un recorrido que cada uno de ellos debe construir tramo por tramo. De ahí que en Filtraciones resuene, sin moraleja ni moralina, sino como contemplación externa mezclada con la introspección de los propios personajes, el género de la novela de formación: los personajes son sujetos que se forman a sí mismos como sujetos, son individuos que se enfrentan al contexto social y aprenden a convivir con él, a gestionarlo. En este presente donde los esquemas aprendidos parecen haber caducado, donde las expectativas se han visto quebradas y donde todo parece haber caducado, necesitado de una nueva reconfiguración mental, material e ideológica, los personajes son seres en aprendizaje, son las “cobayas” de este nuevo contexto, son los protagonistas de un presente que resulta desconcertante no sólo para ellos, sino para el propio lector que se ve reflejado en ellos. Filtraciones es, por todo ello, un libro acerca de un sujeto en crisis, de un sujeto que debe reconquistar un centro y una dinámica: lejos queda el relativismo postmoderno, los sujetos de hoy, herederos de los héroes problemáticos de la modernidad y de los anti-héroes postmodernos caracterizados por el cinismo, el relativismo y la indefinición, siguen siendo problemáticos, pero por lo que se intuye se enfrentan al cinismo de la postmodernidad, es decir, a ese relativismo que era solo posible en un contexto donde se creía que los obstáculos no eran tales, cuando todavía no se había corrido el velo de maya a cuyas bambalinas se enfrentan los personajes de Marta Caparrós.

Foto de Irene Morán
Foto de Irene Morán

¿Cuál es su idea de felicidad perfecta?

Disfrutar de muchas y diferentes cosas, desde las pequeñas a las sublimes. De un libro, de un logro personal, de la buena compañía, de una caña bien tirada.

¿Cuál es su gran miedo? La pérdida.

¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?

La inteligencia corrosiva. Creo que reírse de todo en ocasiones es paralizante.

¿En qué ocasiones recurre a la mentira? (en el caso que confiese mentir)

Cuando creo que revelar la verdad produce un daño innecesario.

¿Se muerde la lengua antes de expresar determinadas opiniones por temor al qué dirán?

Sí, en ciertas ocasiones.

¿Cuándo fue la última vez que tuiteó o publicó algún comentario en las redes sociales con plena libertad?

Hoy mismo. No soy una persona influyente. Además, creo que la importancia que le damos a lo publicado en redes sociales es excesiva. Son sobre todo un lugar de diversión.

¿Qué es para usted la libertad?

Me remito a la definición que daba Rousseau: quizás la libertad no consista en hacer lo que a uno le dé la gana, sino en no hacer lo que no quieres.

¿Siente el ser una persona reconocida públicamente le resta libertad con respecto a la persona anónima?

Soy una persona totalmente anónima.

¿Hablar y expresar públicamente opiniones políticas o silenciarlas? Si la ocasión lo pide y si se tiene fundamento, expresarlas públicamente.

¿Activismo público o compromiso privado? Si la ocasión lo pide, si va a servir de algo, y si se tiene algo que aportar, activismo público. Compromiso privado siempre.

¿Informarse o ser informado? Ambas, pero sobre todo informarse. Lo cual exige atención, tiempo y educación.

¿Qué es para usted y qué valor tiene la información? La información es el medio que nos permite tener una actitud crítica ante la vida. Para mí tiene un valor importantísimo, porque es el pilar de una sociedad democrática.

caparrosLa cultura, ¿cuestión de esnobismo o conocimiento transversal?

Conocimiento transversal.

¿Todo es cultura? O, mejor dicho, ¿qué no es cultura para usted?

Hay manifestaciones culturales que tienen que ver exclusivamente con el mercado. Para mí no son cultura, porque su objetivo está supeditado a lo comercial más que a interrogarse sobre quiénes somos. Son productos que respeto, pero no los llamaría cultura.

¿Sus referentes culturales son literarios, musicales, artísticos, cinematográficos…? De todo tipo, y según el momento. Va por épocas. Ahora mismo me siento inspirada por la música de Tulsa, por el cine de Fatih Akin, y por los libros de Andrés Barba.

¿Un autor para releer?

Mercè Rodoreda.

¿Un autor recién descubierto?

Jordi Nopca.

¿Una película, una obra de teatro o un espectáculo recientemente visto y que no olvidará?

La película El club, del director chileno Pablo Larraín. Te sitúa frente a la maldad más espeluznante sin maniqueísmo alguno, con un efecto brutal. Muy arriesgada y muy inteligente.

La creación, ¿un arte, una pasión o un ofició que se puede aprender?

Hay un factor intuitivo que no se puede controlar. Pero también tiene mucho de oficio, de horas y horas de trabajo, y creo que hay rudimentos que se pueden enseñar y aprender. Y si no hay pasión, no hay nada.

¿Todos podemos escribir un libro?

Sí.

¿Todos podemos publicar?

Sí, a través de la autopublicación.

¿Todos podemos ser artistas?

Todo el mundo puede desarrollar una vertiente artística si lo desea, con propósitos y resultados diferentes. También creo que la noción de artista está sobredimensionada en nuestra sociedad.

El éxito, ¿personal o profesional?

Personal primero.

El éxito, ¿fama, dinero, reconocimiento o no necesariamente? No necesariamente. El éxito es estar satisfecho con lo que uno es y hace.

¿Cuál considera que es su gran logro?

Mis amigos.

¿Cuál es su lema?

No tengo máximas definitivas, pero sí lemas de temporada. El de ahora es de Albert Einstein: el aprendizaje es experiencia. Todo lo demás es información.

 

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