Darth Vader y su princesita

2Por Octavi Franch

El otro día os hablé de la primera entrega de esta colección de cómics en pequeño formato sobre el universo paralelo que vive el legendario y carismático Darth Vader con su hijo, Luke, en el cual el otrora Anakin Skywalker puede ejercer de padre del niño.

Hoy nos toca charlar de la segunda parte de la tetralogía (de momento) que el dibujante especializado en Star Wars Jeffrey Brown ha tenido la brillante idea de crear y compartir con todos los amantes de la saga en particular y el cómic en general.

En este caso, el mini álbum también tiene 58 viñetas como el anterior. La gran diferencia temática con el primero es que si en Darth Vader e Hijo sólo se nos mostraba a Luke niño, no adolescente, y por lo tanto la problemática entre padre e hijo eran, solamente, las habituales de la edad, en esta ocasión la historia de los sentimientos es hacia adelante y comparte dos tiempos y dos etapas vitales muy diferentes y diferenciadas: Leia niña y Leia adolescente, donde exactamente encontramos los conflictos más agresivos e interesantes, lo que nos hace comprender bastante bien porque la Princesa será como será el día de mañana, sobre todo con los que más ama (Luke, Han Solo, etcétera).

3De la maestría con el lápiz y la capacidad imaginativa como guionista del autor ya hablamos, bastamente, en la última crítica. Por lo tanto, pasamos a radiografiar las mejores viñetas del mencionado libro:

  • La primera, en que la pequeñísima princesa Leia le deja muy claro a su padre que, ahora, manda ella. Y él reacciona como cualquier padre, es decir cabizbajo e indefenso.
  • La décima, en que Darth Vader está llevando al colegio a su hija con su “coche”, es decir un AT-AT, y la niña le dice a su padre que puede dejarla en la esquina, que no hace falta que la acompañe hasta la entrada, donde el resto de niños lo están observando alucinados.
  • La decimoprimera, en que Darth Vader mira fijamente y con mucho amor una fotografía de su hija y la imagina cuando sea toda una mujercita disparando a troche y moche (precisamente lo que acabará sucediendo) lo que provoca un auténtico suspiro de orgullo del antiguo maestro Jedi.
  • La decimosexta, en que Leia interrumpe una sesión interrogatoria de su padre porque tiene que escribir una redacción y necesita saber, exactamente, a lo que se dedica profesionalmente.
  • La trigésima, en que Darth Vader advierte a su hija que no piensa aceptar que salga a la calle con ese look, el look más sexy que nos mostrará Leia más tarde.
  • La cuadragesimosegunda, en que Leia le grita a su padre que le odia, cosa que hace muy feliz a Darth Vader.

1Aunque el humor de la entrega dedicada a Luke es mucho más inocente y divertido, este volumen es mucho mejor desde un punto de vista narrativo, tanto por la complejidad de las escenas como por la variedad de conflictos, muchos de ellos transversales, que se recrean en el libro.

Es evidente que Leia, desde siempre, ha sido un personaje mucho más desarrollado que Luke, quien sólo pasa a ser relevante cuando tiene que enfrentarse y matar a su padre sin saber, lógicamente, quién es en realidad. Porque es muy difícil pretender ser el héroe de la historia y convivir al lado del antihéroe por excelencia de la historia del espacio sideral, Han Solo.

 

 

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