1987: El año perfecto

Por: Octavi Franch

Si hay un año casi pluscuamperfecto en la historia de la música moderna, y en concreto en la historia del rock y del pop, es sin lugar a dudas el lejano 1987, es decir el año en que un servidor cumplió los diecisiete años.

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En cuanto a mis grupos favoritos, ya conocidos por todo el mundo a través de mi blog, tenemos la suerte que aquel bendito año salieron al mercado los elepés Wild Frontier de Gary Moore (que incluye mi canción favorita de todos los tiempos, Over the hills and far away), Electric de The Cult (incluyendo Wild Flower, una canción que un servidor versionaba a principios de los 90 con su grupo Frontera Salvatge —Frontera Salvaje) y el recopilatorio con sabor a despedida frustrado de El Último de la Fila titulado Nuevas mezclas.

Aparte de todos estos brutales y geniales discos, ese año mágico de 1987 también surgieron en las estanterías de las tiendas de música y en las emisoras de radio elepés tan importantes y singulares de finales del siglo XX como:

A Momentary Lapse of Reason de Pink Floyd, primer trabajo sin Roger Waters y que presenta las míticas Dogs of War y Learning to Fly

Appetite for Destruction de Guns N’Roses, álbum debut de los de California con Welcome to the Jungle de hit líder

Gaudí de Alan Parsons, con canciones tan entrañables como Sagrada Familia y Paseo de Gracia

Islands de Mike Oldfield

Jane’s Addiction del grupo homónimo de funk metal, también álbum debut

Nothing like the Sun de Sting, segundo trabajo en solitario del líder de The Police con las bellísimas Englishman in New York y Fragile

The Cream of Eric Clapton, recopilatorio que incluye los singles de la época el mítico trío The Cream con Jack Bruce al bajo y a la voz y Ginger Baker en la batería, es decir el original BBM refundado años más tarde por Gary Moore

The Joshua Tree de U2, el disco que lanzó a la fama los irlandeses más populares

Pero es que aparte de estos discos tan emblemáticos y con tanta calidad musical y éxito comercial, también en 1987 aparecieron en el mercado elepés como Bad de Michael Jackson, Faith de George Michael y el recopilatorio definitivo The Dock of the Bay de Otis Redding.

En definitiva: el año 1987 fue un año maravilloso que muy difícilmente se haya repetido en la historia de la música moderna y que, muy probablemente, no se volverá a dar. Bienvenidos sean estos años mágicos que sólo pueden reavivar en nuestro recuerdo gracias a los vinilos y sus reediciones digitales.

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