El club de los kakamonstruos

Debo confesar que no leo demasiada literatura infantil. Me muevo entre valores seguros como Sofía Rhei, pero hace poco, cinco días para ser precisos, cayó en mis manos El club de los kakamonstruos, editado por Palabras de agua y escrito por Ana Coto.

Me lo acabé en un santiamén, no por la extensión sino por la intensidad. portada-423x600

 

es una historia divertida y llena de misterio, magia y aventuras, pero, además, está repleto de contenido social. Un contenido bien traído, bien introducido, nada forzado. Con un tema tan delicado como es el acoso escolar, Ana Coto consigue crear una historia en la que los niños van a encontrar una manera de no sentirse solos, de entender qué les ocurre.

No es solo una lectura más que recomendable para los niños, sino también para los adultos. Porque Marco, el protagonista, consigue hacernos ver, a través de un niño que sufre acoso, el sufrimiento al que se enfrentan. Pero, no se queden con lo negativo. Si recuerdan aquella frase tan famosa de la Bola de Cristal (“solo no puedes, con amigos, sí”) la verán en esta fabulosa narración de Coto.

Un libro que ya está siendo implantado como libro de lectura en algunos colegios y que debería llegar a todas las aulas de este país.

 

El Club de los Kakamonstruos
Ana Coto Fernández
Ilustraciones: Kike Alapont
ISBN: 9788494333156

176 páginas
Rústica con solapas
Colección Liliput nº4
Novela infantil fantástica
Precio: 12,50€

Esta es la historia de Marco, un niño de nueve años al que no le gusta ir al cole.
Y no le gusta porque dice que allí viven
duendes, trolls, brujas, zombis y vampiros, que siempre se las ingenian para fastidiarle. Y aunque al comienzo del nuevo curso Marco se sigue sintiendo muy solo frente a sus enemigos, pronto encontrará amigos con los que compartir sus aventuras.

¿Conseguirán Marco y sus amigos descubrir la verdad sobre los monstruos?

¡¡¡ATENCIÓN!!! Si lees este libro antes de dormir, no olvides mirar al día siguiente bajo tu almohada. Y, sobre todo, recuerda que las cosas, a veces, no son lo que parecen.

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