Con Bowling for Columbine (2002), Michael Moore se convirtió casi de súbito en uno de los directores de documentales más reconocidos del mundo, un hombre con un agudo sentido crítico que desde el corazón mismo del monstruo, mostró facetas del modo de vida estadounidense que aunque están ahí, a la vista, reciben poca o nula atención pública.En Bowling for Columbine, el problema en cuestión fue el miedo colectivo aunque sutil que sostiene a la sociedad estadounidense, y cómo este se traduce eventualmente en el comercio y la posesión de armas de fuego en niveles un tanto irracionales. Tanto ese documental como el siguiente que filmó, Fahrenheit 9/11, recibieron premios en Cannes, de hecho Fahrenheit 9/11 ha sido el único documental en la historia del festival en ganar la Palma de Oro.

Por estas razones, por su agudo sentido crítico, por su irreverencia y porque, en general, navega a contracorriente, Moore es un personaje al que vale la pena atender, escuchar. Y si, como ahora, se trata de conocer sus recomendaciones para filmar un documental, sin duda nuestro interés aumenta.

Los consejos que compartimos a continuación provienen de una conferencia impartida durante el Festival Internacional de Cine de Toronto de 2014, retomada por el brillante sitio Open Culture, ocasión que Moore aprovechó para reivindicar su oficio y confirmar que otros como él “no son documentalistas, son cineastas”, premisa de la cual parte para hacer sus recomendaciones. Asimismo, como en el caso de las reglas de oro para hacer cine de Jim Jarmusch, estos preceptos pueden tomarse como una guía para ver cine, para apreciarlo y entender mejor el mensaje que el director intenta transmitir.

Sin más, aquí los consejos.

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1. Mi primera regla para hacer documentales es esencialmente la regla del Club de la Pelea

¿Cuál es la primera regla del Club de la Pelea? La primera regla del Club de la Pelea es “No hables del Club de la Pelea”. La primera regla de los documentales es: no hagas un documental, haz una película. Dejen de hacer documentales, y empiecen a hacer películas. Ya eligieron esta forma del arte: el cine, esta forma increíble y maravillosa forma del arte, para contar su historia.

Si quieren dar un discurso político, pueden unirse a un partido o una manifestación. Si quieren dar un sermón, pueden ir a un seminario o convertirse en predicadores. Si quieren dar una lección, pueden ser maestros. Pero no han elegido ninguna de esas profesiones, han elegido hacer películas. Entonces, hagan una película. Aquí y ahora declaro la palabra “documental” como una palabra muerta, que nunca se use de nuevo. No somos documentalistas, somos directores de cine. No necesitamos alienarnos, ya estamos en un gueto, y no necesitamos hacerlo más grande. Ustedes son directores de cine. Hagan una película.

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2. No me digan lo que ya sé

Yo no veo esa clase de documentales que creen que soy ignorante. No me digan que las armas nucleares son malas. Yo sé que son malas, no voy a desperdiciar 2 horas de mi vida para que me lo digas. En serio, no quiero escuchar algo que ya sé. No me gusta ver una película en la que el director cree que es la primera persona en descubrir que tal vez haya algo malo con los alimentos genéticamente modificados.

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3. El documental moderno se ha transformado, tristemente, en una cátedra universitaria

Esto tiene que parar. Tenemos que inventar nuevas formas, un modelo distinto. No sé cómo decir esto, porque solo fui 3 semestres a la universidad. Y una cosa que agradezco es que nunca aprendí cómo hacer un ensayo. Odiaba la escuela, siempre lo hice. No era más que regurgitar lo que el profesor había dicho, memorizarlo y escribirlo en una hoja de papel.

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4. No me gusta el aceite de castor (una medicina horrible usada hace muchos años). Muchos de sus documentales saben como medicina

La gente no quiere medicina. Si la necesitaran, irían al doctor. La gente no quiere medicina en los cines. Quieren dulces, palomitas y ver una gran película.

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5. La Izquierda es aburrida

Hemos perdido nuestro sentido del humor, y necesitamos ser menos aburridos. Solíamos ser divertidos. La izquierda en los 60 era divertida, luego nos volvimos demasiado serios. No creo que no haya traído algún beneficio.

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6. ¿Por qué no hay más documentales sobre los verdaderos villanos?

¿Por qué no están diciendo nombres? ¿Por qué no tenemos más documentales que denuncien corporaciones llamándolas por su nombre?

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7. Creo que es importante hacer personales tus películas

No quiero decir que necesariamente se coloquen frente a la cámara. A algunos de ustedes la cámara no los quiere, así que no se pongan frente a ella, pero la gente quiere escuchar la voz de una persona. Muchos de los documentales exitosos tienen una voz personal.

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8. Dirijan sus cámaras a las cámaras

Enséñenle a la gente por qué los medios no les dicen lo que está pasando. Muestren lo poco que les interesa y la poca información real que obtienen.

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9. Los libros y la TV han descifrado la no ficción

¿Por qué la gente ama los libros y la televisión de no ficción, pero no quiere ser arrastrado a ver un documental? La gente quiere la verdad y quiere entretenimiento. Si no pueden asumirse como entretenedores con su verdad, entonces por favor salgan del negocio.

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10. Traten de filmar solo a la gente en desacuerdo con ustedes

Esto es lo interesante. Aprendemos mucho más cuando dirigen sus cámaras a los tipos de Exxon o General Motors y los hacen hablar. Hablen con esa persona que está en desacuerdo con ustedes.

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11. Cuando están filmando su documental, ¿se vuelven locos con lo que ven?

¿Están llorando? ¿Están riendo tanto, a punto del llanto, que temen que el micrófono lo capte? Si eso pasa, es posible que esa sea la manera en que la audiencia reaccionará. Confíen en ello. Ustedes también son la audiencia. La audiencia es parte de la película.

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12. Menos es más. Esta ya la sabían

Editen, corten, háganlo más corto, díganlo con menos palabras, menos escenas. No crean que su mierda huele a perfume. No han inventado la rueda. La gente entiende.

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13. El sonido es más importante que la imagen

Páguenle a su ingeniero de sonido lo mismo que a su director de fotografía. El sonido sostiene la historia. Digamos que filmaron algo fuera de foco, que tuvieron que filmar muy rápido. A la audiencia no le importará siempre y cuando sea una historia sólida y puedan escucharla. A eso le están poniendo atención. No ahorren en el sonido.