La zanja, de Viñaspre

la zanja

 

LA ZANJA, de Nuria Ruiz de Viñaspre

 

Por Pilar Verdú del Campo

 

La zanja es, hasta el momento, el undécimo y último poemario publicado de Nuria Ruiz de Viñaspre gracias a la concesión del XII Premio César Simón de Poesía de la Universidad de Valencia (Colección Calabria, Editorial Denes). Desde su primer título, El mar de los suicidas (1999) a éste de 2015, han pasado algo más de tres lustros en los que la autora ha ido madurando y, a la par, reavivando su lenguaje con un sentido lúdico y lúcido. La zanja se abre con una cita de Anne Carson que es ya una declaración de intenciones: “Si te adentras, si excavas, si te arriesgas a reconstruir”. Porque eso mismo es lo que la autora hace en cada verso: ahonda, araña, encuentra raíces- palabra de las que tira y le van llevando a otras raíces (“Aislado. Islado. Isla. Yo”) en un camino trazado que va de lo general a lo particular. La experimentación es profunda ya que abarca ––y no siempre sucede así— fondo y forma, porque es también tipográfica: hay poemas en prosa con y sin puntuación, otros casi caligramas, otros en versos de dos o tres sílabas que resultan largos y estrechos como serpientes.

Las múltiples citas aparecidas (Lorca, Barthes, Huidobro, Blanchot, Eluárd, Cixous) traslucen algunos de los mimbres con los que la autora ha tejido su pensamiento y su intuición poética, que caminan de la mano fluyendo e influyéndose mutuamente. Ruiz de Viñaspre ha digerido sus múltiples lecturas con profundidad y sorprendente originalidad para verter, en estas páginas, reflexiones metapoéticas, metafísicas, y, con todo y con eso, más principios que metas porque la escritura, como ya se dijo, es una labor de búsqueda (ex -/- cavo/el poema) hacia el fondo, una zanja que en realidad no zanja nada: cuestiona, saca al descubierto, revela lo tapado desde el reconocimiento de la propia fragilidad con la valentía de la desnudez, como se percibe en uno de los poemas clave del libro: la desposesión del lenguaje/ te regalo mis zanjas/-le dije-/y así fuimos des-enterrando cuerpos.

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