La felicidad de la tierra, una obra de Manuel Leguineche

Por Pilar Martínez.

legineche_portada_440.inddManuel Leguineche se convirtió en uno de los periodistas más destacados del panorama español y europeo. Corresponsal de profesión y viajero de pasión, el escritor llegó a los lugares más recónditos del planeta y  los trasladó al salón de nuestro hogar. Fundó las agencias de noticias Colpisa y Fax Press y su trabajo como reportero le brindó la oportunidad de vivir y narrar algunas de las crisis y conflictos bélicos más desgarradores del siglo XX: la revolución de Argelia, en 1961, hasta la guerra entre India y Pakistán (1965), Guerra de Vietnam, Líbano, Afganistán, Bangladesh o la Nicaragua sandinista en 1978.

Es autor de numerosos libros que mezclan de manera magistral la narración de viajes, el periodismo, la investigación y la historia como El último explorador. La vida de Wilfred Thesiger, Madre Volga, Los años de la infamia: crónica de la II Guerra Mundial, El camino más corto, El club de los faltos de cariño, la novela La tribu, y recibió numerosos premios como el Premio Nacional, Premio Cirilo, Premio Ortega y Gasset y la Medalla de la Orden Constitucional, aunque su principal legado fue su papel de maestro de cientos de periodistas, a los que llamaba La tribu, de la cual era el jefe indiscutible. Con esta obra se presenta ante nuestros ojos al gran Leguineche en toda su grandeza.

La felicidad de la tierra es producto de uno de los múltiples viajes de este gran autor. Un viaje diferente, un viaje interior, un texto resultante de un escritura intima y personal. Esta maravillosa obra nace de la excursión de Leguineche por La Alcarria y alrededores, de su disfrute de esa vida, en cierta manera, ermitaña que el creó para sí mismo. Su indomable amor por los viajes, por el mundo, por la naturaleza, su extraordinaria simpatía, son el caldo de cultivo de esta auténtica obra de arte.

Esta grandiosa obra es un diario muy persona, una escritura íntima entre el dietario y las memorias, que sirve de reposo del guerrero. Un reflejo del día a día de los pueblos castellanos, sus paisajes, sus gentes y colores, sus aromas, y sus vientos, los ciclos de la naturaleza, los pájaros, los árboles, la caza, así como las confesiones más inesperadas.

Iniciado en 1986, en una casa en medio del monte, no es solo un texto poético sobre el devenir de la tierra, sino que también plasma la sabiduría ancestral de sus paisanos. Sin embargo, por estas páginas no solo desfilan personajes anónimos, también surge la palabra, la obra y el recuerdo de otros escritores tan representativos como el Arcipreste de Hita, Cervantes, Delibes, Cela, Unamuno, Baroja o Pérez-Reverte, entre otros. Un homenaje a un maestro de periodistas y escritores. Un libro poético que nos presenta una nutrida galería de paisajes, personajes y momentos en al zona de La Alcarria; una espartana Arcadia rural que reivindica la miscelánea de las cosas pequeñas, de la tierra, la sencillez y los valores, la felicidad, en suma.

Un libro poético que descubre una Alcarria desconocida, una Alcarria que podemos ver, oler, degustar, tocar, oír. Un Alcarria que se compone de las múltiples historias de sus lugareños y de los escenarios más extraordinarios.

Viajemos por todos los lugares que podamos, viajemos por nuestra mente, por nuestra alma y por nuestro corazón, viajemos dentro de nosotros mismos, pero viajemos, ya que como decía el gran maestro Manuel Leguineche: “Para mí, viajar consiste en buscar un poco de conversación en el fin del mundo”.

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