‘Mi vida en rojo Kubrick’ o la obsesión de Simon Roy por ‘El resplandor’

«Yo debía de tener diez u once años, no más, la primera vez que vi El resplandor. Fue por televisión, doblada al francés. L’enfant lumière [‘El niño de luz’]. Por aquel entonces yo no tenía ni idea de quiénes eran Jack Nicholson y Stanley Kubrick. Años antes, sin embargo, había visto a Shelley Duvall en el cine Joliette con mi madre, en la adaptación de la película Popeye, con Robin Williams en el papel protagonista. Duvall interpretaba a Olivia».

rojoAvance ditorial:

Simon Roy es profesor de literatura en el Colegio Lionel Groulx de Quebec, además de escritor y crítico de cine. Mi vida en rojo Kubrick (Editorial Alpha Decay), su primer libro que saldrá a la venta a mediados del próximo mes de enero, es un testimonio original e inquietante sobre sus obsesiones y el oscuro pasado de su familia que no sólo satisfará a los fans del cine de Kubrick, sino también a toda clase de lectores sensibles a los infortunios de la vida y las pruebas que tenemos que pasar para superarlos.

Un ensayo biográfico a partir de la película El resplandor, en la que el autor repasa diferentes aspectos de la producción y el rodaje del film, con especial interés en las cuestiones más escabrosas y obsesivas que aleteaban en la mente de Stanley Kubrick –la obsesión por el número 42, el maltrato psicológico a sus actores, los códigos ocultos en la historia–, y conectando todo ello con la propia experiencia personal de Roy. De hecho, su obsesión por El resplandor va más allá de lo cinematográfico: su abuela fue asesinada en circunstancias parecidas al ataque de Jack Nicholson a Shelley Duvall, hacha en mano, y las figuras de las gemelas fantasmales que aparecen en el hotel Overlook son un recordatorio de la complicada relación entre su madre y su hermana gemela, desaparecida en extrañas circunstancias. En Mi vida en rojo Kubrick se confunden la biografía y el ensayo, el terror y el estudio de una de las películas más importantes del genio inglés.

«El efecto de desdoblamiento de la voz del chef Hallorann me causó un malestar tan profundo que aún conservo intacto su recuerdo, más de treinta años después. Uno no escoge sus recuerdos, y éste se grabó a fuego en mi memoria siguiendo un proceso análogo al de la formación de un fósil».

El número 42 aparece obsesivamente a lo largo de todo el metraje de El resplandor (1980), la terrorífica película de Stanley Kubrick basada en la novela de Stephen King, y 42 son las ocasiones en que Simon Roy asegura haber visto el filme. Roy no puede quitarse El resplandor de la cabeza. ¿Por qué nos fascinan ciertas cosas hasta el punto de consagrar buena parte de nuestra vida al estudio sistemático de un hecho concreto? Esta es la pregunta que se hizo Roy, un humilde profesor de literatura en un instituto de Quebec, durante los días en que duró una huelga estudiantil que le obligó a estar varias jornadas sin trabajar. El desarrollo de la respuesta llegó en forma de libro: él también iba a consagrar sus días a profundizar en su propia obsesión; empezaría a estudiar a fondo el filme de Kubrick.

«Aquella noche, el descubrimiento de la película que a partir de entonces ejercería sobre mí una extraña fascinación se quedó en esa escena. Nadie sabe que todavía hoy me repito a veces mentalmente esa frase («¿Te apetece un helado, Doc?») cuando abro la puerta del congelador para sacar la tarrina de helado de chocolate».

El resplandor sigue siendo para muchos de nosotros un misterio sin resolver. Sus imágenes resultan todavía vívidas, por momentos escalofriantes, y muchos estudiosos han teorizado sobre la singular composición y estructura de la película y su simbología oculta; no sólo en todo lo que atañe al número 42, sino al diseño de laberintos dentro y fuera del hotel, las referencias a genocidios y holocaustos, y la constante presencia de mensajes subliminales que se esconden en muchos momentos clave de la trama. Es, además, una obra que trata sobre cuestiones como la naturaleza del mal, la locura y la familia. A Roy, la investigación también le sirve para conectar su propia vida con esta película. Si ha llegado a atraparle hasta la obsesión no es únicamente por su poder de atracción, sino por cómo la ficción de Kubrick/King ha ido ocupando espacios insospechados en su propia biografía. Mi vida en rojo Kubrick es una exploración sistemática de los rincones más perturbadores de El resplandor, la búsqueda de respuestas –desde las ópticas ocultista, freudiana, histórica y cultural– donde sólo parece haber enigmas.

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Mi vida en rojo Kubrick.  Simon Roy.  Editorial Alpha Decay, 2016.  167 páginas.  19,90 €

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