Literatura Violeta: Olivia Sabuco, la creación de la nueva filosofía

Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza

Oliva_foto_pequeLa filosofía, al igual que la literatura es un arte de cambios, de contrastes, de evolución. En ese camino se encuentran nombres como el de Olivia Sabuco, mujer fundamental en ambos mundos.

Oliva Sabuco fue hija de Francisca Cózar y del bachiller Miguel Sabuco Álvarez, procurador y letrado, y puede que boticario. Doña Oliva nació en Alcaraz (Albacete) el 2 de diciembre de 1562, quinta de ocho hijos. Enseguida quedó huérfana de madre y su padre contrajo matrimonio con una mujer de Vianos (Albacete), como su primera mujer, pero joven y pobre: Ana García.

La principal obra de Olivia Sabuco se encuentra bajo el título La nueva filosofía de la naturaleza del hombre. La obra consta fundamentalmente de dos epístolas nuncupativas, cinco diálogos (dos científico-filosóficos y tres sobre medicina) en castellano y dos opúsculos en latín. La primera es una Carta dedicatoria al Rey Nuestro Señor; la segunda, dirigida al ilustrísimo señor Francisco Zapata, es la Carta en que pide amparo y favor contra los émulos de este libro. Siguen cinco diálogos entre tres pastores-filósofos, Antonio (que representa la opinión de la autora), Rodonio y Veronio, y un médico, nombrado doctor, en los tres diálogos sobre cuestiones médicas.

Muchas de las ideas expuestas en dicha obra, sobre medicina, higiene y filosofía, demuestran una suma de conocimientos y una sagacidad poco comunes, especialmente la teoría sobre la manera de atajar las epidemias, las observaciones sobre la circulación de la sangre, la localización del alma en el cerebro, la distinta acción de la sangre de la substancia nerviosa, y su original estudio de las pasiones, todo con total independencia de criterio y posición lógica.

Después de la primera edición de 1587 y debido a su reconocido éxito, al año siguiente se hizo una segunda edición, que fue recogida por orden de las autoridades eclesiásticas; sin embargo, la imprenta de las dos anteriores sacó otra como desafío a esas restricciones en 1589; después llegaron también las de Braga (Portugal) en 1622, Madrid en 1728, una posible edición en portugués en Lisboa (1734), Madrid (1847), Madrid (1873) y Madrid (1888). Hubo tempranas traducciones y la edición del siglo XXI en inglés, Illinois (Estados Unidos), de 2006.

La historia está llena de vidas y obras de mujeres que han quedado oscurecidas con el paso del tiempo. El caso de Olivia Sabuco no es distinto. Años después de la publicación de La nueva filosofía de la naturaleza del hombre, apareció un testamento que ponía de manifiesto que el verdadero autor de dicha obra era el padre de Olivia, Miguel Sabuco. El mundo de la literatura tembló tras las discusiones entre los defensores de uno y otro bando.

Actualmente continúa la polémica sobre la autoría de la eminente obra, que desde siempre ha sido atribuida a su hija, Oliva Sabuco. No es descartable que esta obra fuera escrita (parcial o globalmente) por su propio padre, quien, por honrar a su hija, como declara en el testamento, puso el nombre de ésta al frente de esta gran creación.

Quizá esta cuestión, aún sin resolver, sea una de las grandes leyendas de la literatura. Quizá sea una cuestión sin respuesta, pero algo está claro, el nombre de Oliva Sabuco seguirá ocupando su puesto en el olimpo de la filosofía y la escritura.

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