¿Lo intentas y no consigues publicar? Estos son los 7 obstáculos que te lo están impidiendo (algunos de ellos los provocas tú)

Por Amalia Sánchez (@heraediciones1). Hace unas semanas, leyendo un libro, me encontré con que uno de los protagonistas utilizaba la siguiente frase en medio de una conversación, “El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”.
La verdad es que me pareció bastante impactante y me llamó la atención porque, si sabemos que nos estamos equivocando y no hacemos nada, nuestro fallo será aún mayor y no romperemos el círculo por ningún lado.
Pues precisamente hace unos días, mientras preparaba este artículo, recibí un mail de un escritor que había intentado publicar en diversas ocasiones pero no lo conseguía, y me preguntaba, muy agobiado, qué era lo que estaba haciendo mal, por qué las editoriales rechazaban su libro.
Quería saber en qué se estaba equivocando a la hora de mandarles su texto.
Así que pensé que era ser un buen tema para abordar, porque precisamente uno de los obstáculos a los que te enfrentas a la hora de publicar es precisamente ese, que las editoriales te contesten con un “no” rotundo, y si eso sucede es que algo estás haciendo mal.
Como normalmente las editoriales no dicen cuál es la razón por la que rechazan tu libro (salvo excepciones), la confusión es aún mayor, ¿no?
Y es que ya no sabes si es que escribes mal, si es que el texto contiene faltas, si el tema es aburrido y no les interesa, o si es que lo que ocurre es que la editorial “pasa” de ti directamente.
Si te parece, otro día abordaremos las razones técnicas por las que las editoriales deciden no editar un libro, pero hoy quiero detenerme en la calidad de tu obra y la percepción que de ella tienes como escritor, la razón fundamental del rechazo en el 99% de las ocasiones (otro día te hablaré de otras causas por las que también pueden rechazar un libro y que nada tienen que ver con la calidad).
No olvides que las editoriales son empresas que buscan la rentabilidad de su inversión, es decir, si gastan el dinero en tu libro, es porque ven posibilidades de obtener beneficios; si no lo hacen, es que consideran que el texto no es bueno, y cuando esto sucede es que algo ocurre con tu manuscrito.
Así que te propongo reflexionar sobre los 7 obstáculos a los que te enfrentas cuando escribes, algunos de ellos provocados por ti mismo, y que son los que te están quitando tu posibilidad de publicar en los próximos meses.
¿Quieres saber cuáles son?
 

¿Cuáles son esos 7 frenos?

Dificultad #1. El inicio del libro no hay por dónde cogerlo
Es decir, es aburrido, cansado, no aporta nada, es demasiado descriptivo o simplemente es prescindible. Lo habitual es que el editor lea la primera página, es decir, el comienzo porque suele ser una de las partes más importantes, junto con algunas páginas sueltas (salvo que él mismo te haya solicitado algunas hojas en concreto).
Por tanto, si le vas a mandar el comienzo de tu texto, procura que sea bueno, buenísimo, que le anime a seguir adelante. Un truco es ponerte en la piel del lector y pensar en qué te gustaría encontrarte en esas primeras líneas…
Dificultad #2. Los personajes no tienen vida, no enganchan, no atrapan
Son planos, no dicen nada, no tienen “alma”, que es lo que se espera de un buen personaje. Si son así en tu libro, seguramente el editor ni le prestará atención. Así que ya sabes, piensa en cómo actuaría cada uno de tus personajes, cómo pensaría, y plásmalo.
Dificultad #3. La trama es mala
Lo que quiere decir que no controlas los elementos que la componen, como los hilos argumentales, los personajes, la acción, etc. Y esto no se aplica solo a la novela, sino a cualquier otro género.
Lo que el editor busca es un libro que no solo le guste a él, sino a miles de lectores, por tanto la historia que cuentes debe ser genial, ha de ser sencilla de entender, fácil de seguir, pero al mismo tiempo tiene que mantener el misterio, la tensión, los giros argumentales deben dejar “pegado” al lector a lo largo de todo el manuscrito.
Si esto no es así, si la trama cuenta con altibajos, tienes muchísimas posibilidades de que el editor meta tu texto en el cajón oscuro de los libros olvidados.
Dificultad #4. Puede que estés escribiendo sobre algo que no conoces y no controlas bien, y eso el editor lo notará en los primeros compases de la obra
Cuando te pones a escribir, tienes que sentirte cómodo, motivado, y eso solo lo conseguirás si dominas a la perfección la temática que abordas en el libro.
Por ejemplo, imagina que quieres escribir un texto sobre las recetas que tu abuela cocinaba, pero tú nunca has frito ni un huevo. ¿Crees que eso no quedará patente a la hora de escribir? Pues claro que sí, y el editor, que es quien tiene que apostar por ti, lo acabará notando. Y pensará que no sabes de lo que hablas y te dirá que no.
Así que no lo dudes, destierra esos temas de los que te encantaría escribir pero que no conoces, y céntrate en aquellos que manejas con facilidad.
Dificultad #5. La autoexigencia
Este término se puede entender de dos formas. O bien eres demasiado exigente contigo mismo y crees que todo lo que escribes es malo, o al contrario, tu nivel de exigencia es ínfimo porque crees que mejor que tú no hay nadie escribiendo.
Si te consideras malo creando, nunca te animarás a enviar tu libro a editoriales, y si te crees un genio de la escritura, jamás encontrarás una editorial que «esté a tu altura». Por tanto, ni en una ni otra ocasión publicarás.
Como para todo en la vida, en el medio está la virtud. Lo que has de hacer es mirar tu libro con una visión lo suficientemente crítica para encontrar sus potencialidades y debilidades, pero sin pensar que eres, o un nefasto escritor, o que eres la misma reencarnación de “Gabo”. Porque quizá no seas ni una cosa ni la otra.
Y si no te fías de tu propio criterio, te hago la misma recomendación de siempre, deja la obra en manos de profesionales que te den una visión objetiva y experta.
Dificultad #6. Tienes pánico a la crítica, así que nunca enviarías tu libro a una editorial
Te da pavor que te rechacen o que ni siquiera te contesten porque eso te creará inseguridad (otra vez) y mucha frustración, y pensarás que escribes fatal y que lo mejor es abandonar la escritura de una vez por todas. Para. Eso no es así.
Al escribir, tienes que tener la absoluta seguridad de que vas a recibir críticas, unas veces serán positivas y otras no lo serán tanto, pero tienes que hacerle frente.
Si jamás te animas a probar y enviar tu libro, nunca publicarás. Sal de tu zona de confort y prueba.
Y si después las editoriales te dicen que el libro es malo o que no se pueden encargar de publicarlo, mira esta situación como una oportunidad para seguir trabajando y mejorando tu manuscrito.
Dificultad #7. Te autoengañas
Y me explico. Quizá nunca has publicado y quieres hacerlo, o tal vez ya has editado en diversas ocasiones y quieres hacerlo de nuevo. Sea como sea, sé humilde.
Los grandes escritores lo son precisamente porque nunca dejaron de aprender, de formarse, de seguir mejorando. Si lo que quieres es unirte a ese “selecto club” de autores reconocidos, no pares tu formación por haber escrito un libro, o varios, sino que trata de ir mejorando día a día. No creas que lo sabes todo porque no es así. Y si al editor le cuentas en tu mail que eres el mejor y que tu libro es casi casi una nueva versión de El Quijote, tendrás muy pocas posibilidades de que te digan que sí. Cuidado, no se trata tampoco de que te pases de humilde, sino que le des pequeñas pildoritas de cómo escribes, pero dosificadas y con humildad.
Soy Amalia Sánchez, periodista y creadora de Grupo Hera Ediciones (http://www.heraediciones.es). Para agradecerte que estés aquí, te voy a hacer un regalo: Mi ebook «Cómo seducir a una editorial. Unos consejos (que nadie te ha contado para conseguirlo). En él descubrirás los 10 errores que cometes cuando contactas con una editorial y que impiden que te publiquen. Descárgalo gratis  en http://www.heraediciones.es/descarga-tu-ebook-gratis.

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