Se publica 'El hijo cambiado', la obra maldita de Joy Williams

«Pearl a menudo hablaba entre murmullos y no se la entendía bien. Con frecuencia la gente creía que sus palabras insinuaban cosas que no insinuaban en absoluto. Las palabras, para ella, se emitían con una terca imprecisión. Los niños le habían dicho una vez que el sol se llamaba sol porque la verdadera palabra para referirse a él era demasiado terrible. Pearl tenía la impresión de conocer todas las palabras terribles, pero no sus sustitutos».

Actualidad editorial:

Este mes llega a las librerías El hijo cambiado (Editorial Alpha Decay), la que fuera la segunda novela de Joy Williams, publicada originalmente en 1978, y posiblemente la principal incursión de la autora en el lenguaje del realismo mágico. Aquí fue donde Williams sufrió lo que se conoce como el «síndrome de la segunda novela»: después del éxito inesperado de Estado de gracia, el público reaccionó con perplejidad hacia esta fantasía cruel que se abría camino en la corriente del postfeminismo, buscando convertirse en una alegoría de las maternidades difíciles, y que no recibió su reconocimiento como obra maestra hasta 30 años después.

En El hijo cambiado nos encontramos con una madre joven, alcohólica, y con un fuerte sentimiento de culpabilidad que vive atrapada en una isla con una familia feroz hiperpoblada de niños salvajes, perdida en una realidad confusa en la que las palabras, fuertemente enraizadas en la estética surrealista, forman parte de un ambiente tóxico. Novela psicodélica, de estilo libre, como una especie de mezcla entre Las metamorfosis de Ovidio y El señor de las moscas de William Golding, El hijo cambiado es una obra capital de la literatura americana posmoderna, rodeada de enigmas y de la capacidad de transformar el poder de las metáforas. A partir de una prosa imaginativa, rica en musicalidad y en metáforas, de un lirismo y una riqueza asombrosos, El hijo cambiado cuenta una historia dura, como todas las de Joy Williams, que vuelve a situarnos delante de un nuevo personaje inolvidable, y de una manera insólita de observar la vida en los márgenes de la civilización y las costumbres aceptadas por la sociedad conservadora.

«Una mujer joven estaba sentada en el bar. Se llamaba Pearl. Estaba bebiendo gintónics y tenía un bebé acunado en el interior del brazo derecho. El bebé tenía dos meses y se llamaba Sam. El bar no estaba tan mal. A su alrededor había gente normal comiendo bastoncillos de pan salados. La dirección anunciaba que el local estaba refrigerado, y era verdad».

Dentro de la producción de Joy Williams, El hijo cambiado está considerada como su novela maldita. Publicada originalmente en 1978, cinco años después de su inesperado y magistral debut, Estado de gracia, sólo disfrutó de una edición en Estados Unidos: la crítica, que esperaba de ella una obra maestra atemporal y ambiciosa, se ensañó con una historia y una prosa que no terminaron de resultar del agrado del clima intelectual y estético de la época: después de aquel rechazo colectivo, la novela desapareció de la circulación durante tres décadas. Mientras tanto, la crítica aprendió en ese largo tiempo a reconocer su error: sin haber sabido apreciarla, estaban realmente ante la obra maestra que habían estado esperando, aunque no en la forma que habían deseado. Reeditada por fin en 2008, después de varios libros de relatos y su tercera novela, Los vivos y los muertos (2002), que confirmaron a Joy Williams como un tesoro de las letras norteamericanas, El hijo cambiado mereció entonces, por fin, los elogios que se le habían negado en su primera edición.

«Se sentía también un poco tonta. Estaba huyendo de casa, de su marido. Había cogido a su bebé y con mucho cuidado había reservado un vuelo en secreto. Se había subido al avión y había recorrido dos mil kilómetros en tres horas. ¡La de engaños que habían sido necesarios! ¡Cuánta organización! En casa, en la isla de su marido, las personas nunca dejaban de hablarle. No podía soportarlo más. Necesitaba empezar una nueva vida».

Joy Williams (Chelmsford, Massachusetts, 1944) es autora de cuatro novelas, tres de ellas pueden encontrarse finalmente en castellano tras varias décadas de silencio editorial en España. La primera, Estado de gracia (publicada en 2015 por Alpha Decay), fue finalista del National Book Award el año 1974. Su siguiente novela fue El hijo cambiado, a la que siguieron varios volúmenes de relatos, una tercera novela, Breaking and Entering, y, en 2002, su última pieza de narrativa larga por el momento, Los vivos y los muertos (2014). Joy Williams fue galardonada con el PEN/Malamud Award en 2016. En la actualidad, imparte clases de escritura creativa en la Universidad de Wyoming.

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El hijo cambiado.  Joy Williams.  Editorial Alpha Decay, 2017.  288 páginas.  24,90 €

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