Optar por la pastilla roja o vivir en la tiranía de la igualdad

Por Conchi Sirvent.


Se acuerdan de Matrix, elegir la pastilla roja es abrir los ojos y la mente a la realidad, una realidad que solo ven algunos elegidos. En Matrix el camino era la lucha e ir haciendo adeptos. Sin embargo en el siglo XX basta una lectura sugerente y descriptiva y bien argumentada para tomarse la pastilla roja. Esto es lo que sucede con
Axel Kaiser y su libro La tiranía de la igualdad.

Axel Kaiser se define en su perfil de twitter con estas palabras; libertad personal, progreso, diversidad, estado de derecho y dignidad humana. Gobierno limitado. Es difícil escucharle o leerle y no hacer propias esta batería de palabras con gran contenido.

La tiranía de la igualdad publicado por Deusto (Planeta) que rompió esquemas en Latinoamérica, rompe los parámetros de los lectores de nuestra sociedad. Leer este libro no es parte de un record de lecturas del año. Este es un libro que se lee lento, reflexionando y haciendo parones para tomar aire y proseguir en nuestra discusión interna. No es un argumento fácil el que propone Kaiser a los lectores y si muy necesario con las vivencias de Europa y España hasta el momento.

Tal vez, para algunos sea repulsivo porque ataca aquello a lo que nos hemos acostumbrado desde hace años: el estado me provee de las necesidades porque es su función principal… y sino como niños nos enfadamos. Todos, yo me incluyo, hemos pensado alguna vez en que esto era lo normal, lo que cabía esperar si habías votado a unos, o que te iban a dar todo porque para eso los habías elegido. Pero bien, ¿cuál ha sido el resultado? como en el cuento de la sirenita –aunque esto sucede en la vida real-, a cambio de vivir en la tierra bien, la bruja -el estado- se queda con mi libertad. Le doy mi libertad… y cumplo con la frase aquella de “ten cuidado con lo que deseas porque puede convertirse en realidad” en nuestro caso de europeos y españoles hemos caído en la tiranía de un estado que ha menguado nuestra capacidad de reinventarnos. Le hemos dado al estado demasiadas competencias le hemos entregado nuestra libertad.

La libertad como otros aspectos de la personalidad  nos hace a nosotros mismos, eligiendo constantemente entre lo que me da valor y lo que no, entre lo que me hace crecer económicamente o no, entre lo que me hace más persona o no. Y todo ello porque el individuo tiene derechos y entre ellos está  elegir sus propias metas.

Tal vez suene demasiado para algunos el “mi, mío, yo” ¡pero no!, el hombre tal y como está constituido no puede ir lejos sin contar con los demás, necesitamos que los demás actúen con libertad escogiendo sus propias metas y sus propios medios para conseguirlas y así por solidaridad todos alcanzamos nuestras metas personales. Una economía en la que el estado coarta la libertad personal hace imposible un desarrollo natural de todos los individuos que conforman la sociedad en la que vivimos. Lo vemos. La corrupción es la punta del iceberg de hasta donde hemos rendido la libertad personal y hasta donde ha llegado el poder del Estado que no promueve ni arbitra las libertades individuales sino que las destruye y se convierte en el Leviatán.

Algunos se han lanzado al grito de igualdad a la calle, pero de una igualdad que somete los talentos de cada uno, iguala, crea un ambiente homogéneo, no creativo, no buscador de soluciones, pero ¡estamos a tiempo de no volver a una sociedad pobre cultural y económicamente hablando si no enterramos este libro de Axel Kaiser en nuestra librerías. Si lo hiciéramos, si compramos este libro por postureo, lo encerraremos en un estante y no le diéramos salida a las calles, a las aulas, a nuestras tertulias estoy casi segura de que volveríamos a crear muros berlinescos que se expandirían por toda Europa en pro de la homogenización y en contra de la libertad personal de desarrollarse y de conseguir para uno mismo y para los demás un progreso legítimo.

Leer a Kaiser y La tiranía de la igualdad es definir nuestras verdaderas necesidades que según  afirma este autor “lo que necesitamos es más libertad, más competencia. Más responsabilidad individual y menos Estado”

Y esto no sale solo con un partido que se inmole por todos. Esto sale con una ideología que parta de la realidad de lo que somos y las capacidades que podemos llegar a desarrollar y de creerse cada uno que puede hacer cosas sin papá-estado como colchoneta del ensayo- error. Como  sigue y concluyendo con Axel Kaiser “el corazón humano jamás se ha motivado para luchar por la “eficiencia”. Pero si lo ha hecho por la libertad, incluso al punto de arriesgar y perder la vida”

Ante ti tienes dos pastillas toma la roja si quieres ser una persona comprometida con el valor de la libertad.

2 thoughts on “Optar por la pastilla roja o vivir en la tiranía de la igualdad

  • el 3 abril, 2017 a las 2:23 pm
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    Me parece análisis del libro muy completo, porque no sólo esta muy bien tramado sino que es sugerente y atractivo…..Deja el deseo vivo de buscar el argumentario que anuncia, para desprendernos de los «andadores» de nuestro peculiar Levitan. También despierta el afán por descubrir cómo ser mas yo con los demas, para dejar de ser una de las fibras anodinas del tejido «social»???
    Lo buscare con la esperanza de encontrar pistas sobre modos de convivir que permitan a cada uno ser más y mejor persona….

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  • el 4 abril, 2017 a las 7:59 pm
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    No cedemos nuestra libertad al Estado, sino siempre a un grupo concreto de personas. El Estado absoluto, el Estado padre y madre y madrastra ya se ha dado en la Historia: los regímenes colectivistas (el fascismo, el comunismo) y el resultado está a la vista: horror, corrupcion, dictadura, pobreza, miseria, salvo para ese grupo dirigente mafioso que en nombre del pueblo se lleva el dineral robado al pueblo a Suiza o Luxemburgo o Miami o las Islas Caiman.

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