El ojo que sobrepasa lo evidente

Por Ángela Mallén.

Una lectura sobre la obra “Poética de lo invisible”, de Julia Otxoa

Poética de lo invisible. Julia Otxoa

(La Manzana Poética. Córdoba, 2016. 100 pág.)

La autora ya anuncia en el prólogo a modo de catálogo de intenciones:

Me interesa esencialmente el proyecto experimental.

El ojo como taller… en la apasionada percepción del mundo.

Fragmentos de microuniversos para reflejar la simbología de universos más amplios.

Lo poético como base trascendente de la mirada.

La poesía como actitud ante la existencia.

Lo experimental, lo perceptivo, lo fragmentado, la trascendencia y la actitud existencialista: todo lo anunciado por la autora se aborda, se plasma en el interior de esta obra hermosa y enigmática, tan arriesgada como certera.

Y es que Poética de lo invisible nos presenta una geografía de lo escondido tras la primera versión de la realidad. Indaga en ese lugar donde es posible ver lo invisible al trasluz. Como ocurre con las marcas de agua.

Cada una de las piezas incluidas en este libro está concebida como una obra pictórica que ejecuta el ojo. El ojo pinta. Sin acuarelas ni soportes. Dirige la ejecución desde su capacitación sensorial.

Y la obra resulta una imagen de visiones superpuestas. Hecha a capas de miradas:

Mirada sobre lo detenido y sobre la fugacidad que lo transforma. Una cáscara de ajo y un rayo de luz. Ese instante de esplendor de lo despreciado u obviado. El ojo cazador, alerta, mira ese instante y lo plasma. Lo salva. Lo exonera.

Mirada memoriosa, ilustrada, que descarga las manifestaciones simbólicas de un recorrido dadaísta, expresionista, surreal, sobre un objeto todavía plano y neutro, abandonado a su funcionalidad: un grifo, un plato, un huevo, un cartucho vacío.

Mirada puente que conecta microuniversos para vivificarlos.

Mirada sobre un fragmento de “realidad”, desde la óptica de un ojo que mira con indulgencia y generosidad. Capaz por ello de concederle entidad y belleza a lo incompleto, pergeñado o dañado.

Mirada comprometida con la historia, crítica con la injusticia, irónica con la fealdad, benevolente con la debilidad.  

Mirada de un ojo dotado para seguir viendo más allá y persistir en la visión hasta llevarla a la categoría de interpretación.

Sin embargo, la mirada no se nos presenta sola, sino en la buena compañía de la palabra. Palabra que acepta adelgazarse, como hacen las sombras cuando realzan. Y le habla a la imagen en su apariencia más poética, cosas como “Toda la certeza que preciso en este instante es la de tu mano sobre mi pelo”.  

Por todo lo anterior, se podría decir que Poética de lo visible es una galería de piezas poéticas que se ha cobrado un ojo cerebral. Un ojo que mira el mundo a contraluz y genera pensamiento visual.

Julia Otxoa nos entrega la obra de un ojo vidente y lírico que sobrepasa lo evidente con su fuerza interior.

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