Escribir para no olvidar

Por Javier Sánchez Zapatero.

Recordarán tu nombre

Lorenzo Silva

Destino, 2017

495 pp.

La memoria adquiere un valor dual en Recordarán tu nombre, la última obra de Lorenzo Silva, pues, si por un lado se ocupa de un suceso del pasado español gracias, entre otras cosas, a la indagación personal que el autor hace en las entretelas de su familia, por otro apela de forma evidente y directa al lector para que no olvide el nombre de José Aranguren, protagonista y auténtico héroe de la narración. Así puede observarse tanto en el título como en las palabras que cierran el libro: “A pesar de todo, de la derrota, de la ignorancia, de la vileza, de la mezquindad, recordarán tu nombre. Lo harán, lo hacen cada día los tuyos, que me han ayudado a escribir esta historia, y para los que eres el faro y el modelo de su conducta. Lo recordarán los que lean este libro, muchos o pocos, eso no importa”. La explicitud del deseo de hacer perdurar el legado del personaje evidencia que la literatura puede dotarse en ocasiones de una dimensión pragmática a través de la que, trascendiendo lo meramente estético, pueda convertirse  en un mensaje cognitivo e incluso ético capaz de luchar contra el olvido y el ostracismo al que algunos acontecimientos o personajes de la historia se ven condenados.

Escribir sobre algo o alguien es también devolverlo a la vida y restituir su dignidad, y al ocuparse de Aranguren eso es lo que hace Silva en esta obra –que tiene algo de novela, pero también algo de biografía, de autobiografía y de investigación histórica, y que está escrita con la solvencia habitual de su autor–. Desconocida hoy para casi todos, la suya es de las más atractivas figuras de la Guerra Civil, en la que protagonizó un episodio ignorado durante mucho tiempo pero que dice mucho de la ejemplaridad del personaje: general de la Guardia Civil, máximo responsable del Cuerpo en Barcelona, decidió, a pesar de ser católico y de su ideología conservadora, mantenerse fiel al gobierno de la República durante la contienda. Su respeto a la legalidad y a los principios que había jurado, que determinaron en buena medida que la sublevación no triunfara en la capital catalana, le costaron la vida al terminar la guerra. Sin embargo, lejos de verse a sí mismo como un héroe, Aranguren argumentaba, y así confesó a quienes presenciaron la conversación en la que se negó a unirse a la rebelión, que simplemente había cumplido con su deber.

Más allá de rescatar al personaje de las brumas del olvido, y de intentar desmontar ese tópico que identifica a la Guardia Civil con una institución golpista –una constante de la producción literatura de Silva–, Recordarán tu nombre puede ser interpretada también en clave personal. Semejante lectura es posible gracias al acierto de Silva al no desdibujar su posición como narrador: de forma consciente, confiesa en las primeras páginas del libro escribir la historia de Aranguren llevado por la admiración que le produce el protagonista, pero también y sobre todo por cómo su peripecia vital se relaciona con la de sus dos abuelos, con los que de una u otra forma se fue cruzando Aranguren en la historia a través de casualidades y paralelismos. Tal y como se señala en varios momentos de la narración, el autor parecía predestinado a escribir esa historia. Además, el libro tiene mucho de “obra en formación”, incluyendo pasajes en los que Silva va relatando cómo fue documentándose y consiguiendo información sobre el personaje, y cómo fue enfrentándose al relato de unos hechos ante los que, tal y como confiesa en repetidas ocasiones, no pudo permanecer indiferente ni neutral. De ahí que la obra puede emparentarse con El monarca de las sombras, la última novela de Javier Cercas, en la que también existen tanto la retrospección familiar –en este caso, el protagonista es un tío del autor que murió en la guerra luchando en el bando sublevado y del que apenas conoce nada más allá del recuerdo legendario que de él hay en su familia– y la deliberada muestra de los mecanismos de composición del relato.

Hay también en Recordarán tu nombre un intento de explicar, a partir de la vida de Aranguren y de una exhaustiva documentación sobre su época, buena parte de los vaivenes del primer tercio del siglo XX en España. A través de la peripecia personal y profesional de Aranguren, y de ciertos temas que se repiten con cierta recurrencia a lo largo de la ya dilatada trayectoria literaria de Lorenzo Silva –la vida castrense, la Guardia Civil, la guerra de Marruecos, etc.–, la obra va ofreciendo un relato contextual en el que se entrecruza la intrahistoria del protagonista con acontecimientos históricos y con muchos de los militares que, lamentablemente, determinaron la evolución del país en los años treinta. Qué lástima que Aranguren, ejemplo de ética y honestidad, no estuviera entre ellos.

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