Al habla con la editorial 'Maclein y Parker': "nos guiamos por criterios de calidad, originalidad y compromiso del autor"

Por el blog Adivina quién viene a leer.
La editorial.

Maclein y Parker es una editorial sevillana, joven e independiente en busca de autores especiales y de calidad, capaces de provocar emociones en el lector. Es una editorial artesana que cuida con esmero cada detalle del libro. Por eso escogen los autores a conciencia y perseveran en un reducido abanico de títulos, pero de gran potencial artístico porque saben que ahí reside el valor de esta editorial. Maclein y Parker comparte con el autor su proceso de creación: desde la corrección del texto hasta el diseño individualizado de la cubierta y desde el mensaje hasta la encuadernación.

Las cabezas pensantes.

 Cecilia Ojeda Álvarez 

Informes de lectura y corrección

Editora y librera / Corrección de textos (ortotipografía y estilo). Lectura y evaluación de manuscritos. Coordinadora del blog.

Antonio Abad Albarrán Fernández

Producción y diseño

Diseñador gráfico / Maquetación. Diseño de colecciones. Corrección ortotipográfica. Administración.

Ambos se conocieron trabajando en la desaparecida revista Punto Cultural y son unos amantes de los libros, creativos y con una mirada poética sobre el oficio de escribir.

Además, han creado una comunidad artística en la que creativos como escritores, ilustradores, músicos, fotógrafos o artistas plásticos comparten su amor por el arte en un blog como punto de encuentro. En él los artistas presentan sus obras partiendo de un tema mensual. El resultado de estas creaciones se funde en una amalgama pintoresca y sustancial. En el fondo no es más que el espejo de lo que se cuece en la vida.

¿De dónde surge el nombre de Maclein y Parker?

Haciendo un juego lingüístico con los gustos en los que era habitual que coincidiéramos y un guiño a la saga cinematográfica que más nos gusta del mundo entero –La jungla de cristal-, surgió la primera parte del nombre: Maclein. La literatura americana de la primera mitad del siglo XX también es una de nuestras aficiones favoritas, así que nos fijamos en una autora un tanto peculiar para que diese ese toque extravagante que también tenemos y de ahí surgió el Parker (de Dorothy). La imagen corporativa vino prácticamente sola: árboles que nos recordaran nuestros orígenes y la cabaña como lugar de retiro, a la vez que acogimiento, inspirada en Desolation Peak, el lugar en el que vivió durante un tiempo Jack Kerouac.

¿Cuándo y cómo decidisteis crear la editorial?

Nuestra editorial nace en un caluroso 1 de agosto de 2013, sentados bajo la sombra de un árbol. Sí, muy literario, lo sabemos. Los dos socios que formamos Maclein y Parker ya habíamos trabajado juntos y ese hecho facilitaba el vínculo. Venir del mundo del diseño gráfico (Antonio) y del periodismo cultural y, posteriormente, el ámbito editorial (Cecilia) era un punto más a favor para fabular acerca de qué etiqueta ponerle a nuestro proyecto común.

Crear una editorial es una apuesta arriesgada hoy en día. ¿Por qué creéis que vuestro proyecto está teniendo tanto éxito?

No creemos que tengamos “éxito”. Nuestro objetivo siempre ha sido que el trabajo que hacemos y que el sello Maclein y Parker empezara a ser conocido y reconocido por el estilo de sus libros y por la forma de trabajo. Además, el término es muy relativo. Para nosotros es un éxito tener en catálogo a determinados autores u obras, por ejemplo, de los que nos sentimos muy orgullosos. También es cierto que nos gustaría dar un salto a nivel nacional y ser reconocidos fuera de Andalucía, que es por lo que ahora mismo estamos peleando.

Nos imaginamos que debéis recibir muchísimos manuscritos ¿Qué criterios tenéis en cuenta a la hora de decidiros por un autor o por un texto?

Sobre todo, nos guiamos por criterios de calidad, originalidad y compromiso del autor. Publicamos narrativa, sobre todo, aunque también poesía, textos ilustrados y en septiembre abrimos una línea de ensayo, por eso otro criterio es el género de la obra: si son géneros puros (policiaca, romántica, histórica, etc.) no pasan el filtro. También tenemos en cuenta al autor; al trabajar con escritores sobre todo noveles, queremos que sean personas con recorrido, una apuesta de presente y de futuro. Ahí es donde entra el criterio del compromiso.

¿Es productivo a nivel económico tratar un libro como una obra de arte? ¿O se trata más bien de una aventura?

Nosotros cuidamos mucho la edición, es decir, tanto el texto como el formato y los materiales. Queremos el lector que compre uno de nuestros libros disfrute del objeto y eso es algo que nos ha caracterizado desde el principio y nos ha hecho más reconocibles. Es bastante difícil conseguir que tu marca, obras o autores comiencen a destacar o a tener relevancia. Una editorial tarda muchos años en llegar a un posicionamiento estable. Ahora hay muchas editoriales independientes conocidas por todos que lo han conseguido a partir del quinto o sexto año, así que estamos todavía en el camino.

¿Cuánto tardáis en editar un libro? ¿Podéis explicar el proceso?

Dependiendo del libro, de cuánto trabajo de corrección y edición necesite, solemos tardar entre ocho y doce meses por regla general (a veces más). También hay que decidir en qué momento del año interesa más publicarlo, por lo tanto, hay obras que están terminadas, pero que se guardan hasta el momento oportuno. Nos tomamos nuestro tiempo porque nos gusta el trabajo bien hecho.

¿Cómo suele comportarse el autor ante vuestras sugerencias o cambios de su texto?

Hay de todo. Hay autores que entienden a la perfección cuál es el trabajo del editor y que nuestro interés es que la obra quede lo mejor posible para ofrecer un libro de calidad, tanto en el contenido como en el continente. A otros les cuesta más entenderlo, pero, por lo general, solemos trabajar muy a gusto con los autores porque, además, quienes vienen a Maclein y Parker ya saben que vamos a meter la mano en el texto y lo aceptan.

¿Tenéis alguna anécdota que podáis compartir con nosotros?

La más reciente es de la Feria del Libro de Sevilla. Un joven bastante pintoresco se acercó al puesto y señalando el libro Once goles y la vida mientras nos dijo que el autor era su vecino del pueblo, que lo conocía de toda la vida. Charló un rato con Antonio de anécdotas del pueblo, curiosidades de Pablo (el autor) y luego se despidió muy efusivamente. A los pocos días hablamos con Pablo y nos contó que, efectivamente, lo conocía, que era –por decirlo de modo suave- el “personaje” del pueblo y que su relato ‘¡Gol de Señor, gol de Señor!’ (incluido en el libro) estaba inspirado en dicho joven.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?

En septiembre abrimos la colección de ensayo con un libro muy interesante sobre el Romancero gitano de Federico García Lorca, en el que el autor apunta la tesis de la vinculación del poemario de Lorca con la poesía mística española. Por otro lado, publicaremos dos libros ilustrados bastante potentes, ambos escritos e ilustrados por los propios autores.

Ya sabéis que tenemos una pregunta leitmotiv: ¿Qué libro os cambió la vida?

Ambos se ríen. En el caso de Antonio son Caídos del cielo, de Ray Loriga, y posteriormente, Los vagabundos del Dharma, de Jack Kerouac. En el caso de Cecilia, ya venía predestinada desde la cuna porque el libro que más la marcó fue una antología de poemas para niños de Lorca que le regalaron a su madre cuando ella nació.

Títulos publicados.

Colección Taiga.

  • Javier Montiel: Babel de un hombre (relatos)
  • Jorge Molina: La muñeca con cola de pez (relatos)
  • Fernando García Maroto: La persistencia del frío (relatos)
  • José Antonio Millán Márquez: La piel del mar (novela)
  • Joaquín Dholdan: Cuentos orientales (relatos)
  • Pablo Santiago Chiquero: Once goles y la vida mientras (relatos)
  • José Pedro García Parejo: Leña (relatos)
  • Pablo Fernández Barba: El corazón en la pupila y otros cuentos (relatos)
  • Juan Antonio Hidalgo: Los últimos cien días de Jindra Hertam (novela)

Mirto (Poesía)

Pedro Flores: Los versos perdidos del contramaestre del arca

José Nieto Jiménez: Las distancias suplentes

Silvia Rodríguez: Las princesas no tienen nombre

Alejandro Díaz Castaño: Olvidos vergonzosos (Veinte pasos en el vacío)

Clemátide (Textos ilustrados)

– Jesús Cárdenas (poeta). Ilustra Jorge Mejías: Raíz olvido.

– Sergio Pavón (escribe e ilustra): Extraordinarium.

-Siracusa Bravo Guerrero (escribe e ilustra): En cuarentena

-Daniel Martínez Romero (poeta). Ilustra Betariz López Gallego : En las nubes (retrato de una ciudad)

Telegráfica (Antología)

-Varios autores: Telegráfica, Recolección Literaria nº 5

-Varios autores: Telegráfica, Recolección Literaria nº 4

-Varios autores: Telegráfica, Recolección Literaria nº 3

-Varios autores: Telegráfica, Recolección Literaria nº 2

-Varios autores: Telegráfica, Recolección Literaria nº 1

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