Los últimos días de Blanca Gassó

Por Silvia Pato (@SilviaP3)

Hay escritores cuyas biografías terminan ensombrecidas por un suceso que supera los versos o argumentos que plasman en sus obras. Este es el caso de la escritora y poeta Blanca de Gassó y Ortiz (?-1877), cuya fecha de nacimiento desconocemos, aunque ha llegado hasta nosotros parte de su producción literaria y el detalle de sus diez últimos días de vida antes de morir asesinada.

El padre de Blanca era Jacinto Gassó, un comerciante cuya tienda «El Bazar del Globo» y domicilio estaban ubicados en el número 8 de la calle del Caballero de Gracia, en Madrid. Gassó mantenía un control férreo sobre la vida de su hija, por motivos más personales que profesionales, ya que nunca se opuso a que ella hiciera carrera literaria. La joven escribió para diversas revistas y periódicos de la época como La Moda Elegante, El Bazar o El Correo de la Moda y durante años publicó su famoso Almanaque de Salón y Tocador. Entre sus libros más populares destacan Corona de la infancia. Lecturas poéticas y canciones para niños (1867), que se utilizó como libro de texto obligatorio en las escuelas, y obras como Dos de mayo (1873).

Los cronistas de la época decían de Blanca que era alta, rubia, esbelta y hermosa, además de miembro de las Sociedades de Escritores y Artistas de Madrid y de la Sociedad Económica Matritense, pero lo que más trascendió fue el suceso que puso fin a la vida de la que era considerada una de las poetas románticas más importantes.

En abril de 1877, durante la noche, en el domicilio familiar, Jacinto Gassó se acercó a la cama de su hija mientras esta dormía y le pegó un tiro en la cabeza; luego, se suicidó. La víctima, herida de gravedad, fue trasladada al hospital de la Princesa, donde murió diez días después.

Algunos dijeron que su padre, que hacía poco tiempo que había quedado viudo, se encontraba trastornado y era espiritista, buscando una explicación al suceso, y obviando el hecho de que la joven ya había sido víctima de agresiones con anterioridad. Otros contaban que la escritora se había enamorado y mantenía una relación con un hombre con el que deseaba contraer matrimonio, mientras que su padre, que hasta el momento había conseguido apartar a todos sus pretendientes, se negó rotundamente a que lo hiciera, rechazando de pleno aquel noviazgo.

Lo cierto es que durante esos diez días en los que sobrevivió, Blanca, consciente en todo momento de lo que sucedía, siguió tomando las riendas de su vida hasta el último minuto. Se casó con el hombre que quería in articulo mortis, tres días después de su ingreso hospitalario, dictó testamento dejándole toda su fortuna y recibió la extremaunción. Los periódicos recogieron la muerte de la «distinguida poetisa» y su trágico final. Tras el asesinato, sus poemas incrementaron su difusión; no obstante, con el tiempo, la historia la condenó al olvido.

FUENTE: Revista Farmaceúticos
MÁS INFORMACIÓN: Una cala en la poesía femenina del siglo XIX. Linares Valcárcel, F.

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