Cthulhu 18. Especial Sheridan le Fanu

Por Raquel JR
Cthulhu 18. Especial Sheridan le Fanu. VV. AA. Diábolo Ediciones, 2017

La revista Cthulhu celebra a lo grande su décimo aniversario con esta entrega dedicada a un autor, Josep Sheridan Le Fanu; autor que, si bien no resulta demasiado conocido en la actualidad, pasa por ser uno de los mejores escritores de ghost stories, las antecesoras de los actuales relatos de terror y, sobre todo, el primero en crear una historia de vampiros: Carmilla, a la que por supuesto también se le rinde homenaje aquí. Este autor tampoco ha sido muy versionado por el mundo del cómic, por lo que este volumen cumple la doble función de reivindicar su figura y su obra y hacerla llegar a los aficionados al noveno arte.

La impactante portada de Raulo Cáceres nos sumerge en una recopilación de historietas que abordan estilos y maneras muy diferentes de acercarse a la obra de Sheridan le Fanu, todas conscientes de lo que la historia de la literatura debe al escritor, y de la gran variedad de posibilidades que ofrecen al cómic sus historias. El volumen está precedido por una estupenda introducción de Javier Alcázar para acercarnos un poco más a la figura de este escritor pionero y hacernos ver cómo, si bien bastantes de sus historias pueden parecernos hoy algo ingenuas, son la base de gran parte del imaginario del terror que continúa en la actualidad.

Así, nos encontramos con historias como, por ejemplo, El pacto de Sir Dominick, adaptada por Manuel Mota, o El gato blanco de Drumgunniol, adaptada por Juan Luis Iglesias y Carles Esquembre, en la mejor tradición de las apariciones de fantasmas; Éxtasis y agonía de Joseph Thomas Sheridan le Fanu, de Vicente Navarro y Juaco Vizuete, como homenaje al escritor y su obra; Mircalla, de Mortimer, excelente y perturbadora revisión moderna del clásico del vampirismo; o El perverso capitán Walshawe, desde el tono humorístico de José Oliver y Bartolo Torres, autores del grandioso El joven Lovecraft. Todos los tonos y los acercamientos son coherentes y respetan la esencia de la obra, y nos permiten visualizar su actualidad y el potencial narrativo que, a pesar de los años, sigue teniendo.

Lo mismo ocurre con los diversos estilos gráficos adoptados para cada historieta, desde el tortuoso blanco y negro de Schalken the painter, Éxtasis y agonía de Joseph T. Sheridan le Fanu, o El gato blanco de Drumgunniol, pasando por la oscuridad y elegancia de los tonos de Mircalla o Melancolía, o el impactante uso del rojo insertado en el blanco y negro de La sed de los muertos. Cada artista demuestra, en su propio estilo, cómo el terror y lo sobrenatural tienen infinitas maneras de manifestarse, residiendo ahí, en buena medida, la fascinación que los provoca. En resumen, y como viene siendo habitual en la revista Cthulhu, un volumen que sabrán disfrutar tanto los aficionados e interesados en la literatura de terror, como los amantes de comprobar la versatilidad y posibilidades expresivas del cómic.

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