Movistar + estrena hoy "La Peste" de Alberto Rodríguez

Por Inma Gómez

Movistar + estrena hoy bajo demanda los seis capítulos de «La Peste» su nueva gran apuesta de ficción de la mano de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos. Este thriller ambientado en la Sevilla del siglo XVI cuenta con un reparto encabezado por con Patricia López Arnazi, Paco León, Pablo Molinero o Manolo Solo entre otros muchos actores.

En la segunda mitad el Siglo XVI, Sevilla era la metrópoli del mundo occidental. Puerta de acceso de América en Europa. Ciudad donde la riqueza florecía con facilidad gracias al comercio internacional, al oro, la plata; a la convivencia de nacionales y extranjeros. Pero también era una ciudad de sombras por la desigualdad, las hambrunas, inundaciones y epidemias.

Durante una plaga de peste negra,  Mateo (Pablo Molinero) un exmilitar regresa para encontrar y sacar de la ciudad al hijo de un amigo fallecido. Mateo tuvo que huir de la ciudad para salvar su vida. La Inquisición lo condenó a muerte por imprimir libros prohibidos. Antes de conseguir su objetivo, Mateo es arrestado por los alguaciles del Inquisidor (Manolo Solo), quien promete perdonarle la vida a cambio de resolver una serie de crímenes con tintes diabólicos que se están produciendo en Sevilla.

Mateo Núñez es perspicaz, lúcido. Mordaz. Honesto. Valiente. Culto. Viajado. En público, un ser carismático y divertido, locuaz e ingenioso. Arrollador. Seguro de sí mismo. En privado, un hombre melancólico, herido de la nostalgia de un tiempo imposible, futuro. Con una mentalidad adelantada a su época. También es hedonista y mujeriego. Mateo ha roto con una parte del mundo: la que gobierna con leyes, la que somete con religión. Esa ruptura lo ha unido más al goce de los placeres carnales e intelectuales. Como militar es ejemplar y frío. Desalmado al mando. Acostumbrado a matar en nombre de dios y de la Liga Santa. Cansado del ejército y de las guerras montó una imprenta gracias a la herencia familiar.

Su oficio de impresor le llevó a conocer todo tipo de personas y culturas: judíos conversos, nobles sevillanos, músicos, literatos, poetas, clérigos de diversas órdenes, moriscos y sobre todo, protestantes. Su proximidad a estos últimos y la amistad con muchos de los integrantes de su círculo secreto, le llevaron a editar libros prohibidos, luteranos. Como consecuencia de lo cual, fue detenido por la Inquisición, de la que consiguió huir, in extremis, gracias a su amigo Germán. Desde que en un Auto de Fe quemaran su efigie, se le conoce como el hombre sin alma y sin sombra.

Luís de Zúñiga es un hombre de las bellas artes en el más estricto sentido de la palabra. Domina el dibujo, la oratoria y la pintura, toca diversos instrumentos musicales de viento, de cuerda y percusión.

Rentista adinerado de toda la vida. Sus antepasados siempre han tenido facilidades económicas que le permitieron dedicarse a lo que quería. Toda la cultura que atesora lo llevó a cambiar de religión de manera secreta. Además, ha sabido proyectar una vida de apariencia convencional y adocenada, aunque un poco extravagante, excéntrica, en la que se incluye su papagayo Montaigne.

Cree que la religión católica es un obstáculo para el desarrollo del ser humano y su fervor le hizo ver el protestantismo como la verdadera religión. Abomina del papa y detesta la burocracia eclesiástica.

Su verdadera pasión es difundir en el mundo la palabra de Lutero y ha organizado, con la ayuda de otros protestantes, una red que permite financiar el despliegue de su credo mediante los libros y las armas más allá de las fronteras de su país, con proyección al Nuevo Mundo.

Es hábil para ocultar y satisfacer su discreta vida homosexual, y su interés por la piel tierna y joven. A excepción de Mateo, nadie más lo sabe.

Teresa Pinelo es una mujer adelantada a su tiempo. Gracias a su matrimonio con Germán pudo tener acceso a todo aquello que estaba vetado para las mujeres de su época: poesía, astronomía, física, música, matemáticas, geometría. Conoció los entresijos del negocio paterno, y también el de su esposo, mejorando su rendimiento, enriqueciéndose mucho más de lo que fueron ellos. Y pese a todo, no le importa el dinero. Su fortuna la usa para tumbar bardas, abrir puertas y derribar los obstáculos que le impiden satisfacer su curiosidad. También para comprar su inmunidad de cara a la Iglesia, a la que paga religiosamente altas cantidades de dinero para que el Santo Oficio no se acerque; sobre todo, después del apresamiento de Germán, que inmediatamente la colocó entre los sospechosos.

Parió un hijo que murió muy niño. Desde ese momento, evitó a toda costa el embarazo: a veces con justificaciones, en ocasiones con brebajes secretos que provocaban dolor en el bajo vientre y sangrado oportuno. Todo, en apariencia, por la sencilla razón que le incomodaba ser madre y deseaba aprovechar el tiempo en asuntos mejores y más interesantes. En el fondo: cualquier cosa con tal de esconder el miedo a pasar por idéntico trance, idéntico sufrimiento.

Conoció a Mateo cuando ambos eran muy jóvenes pero su historia se truncó al alistarse él en el ejercito. Luego ella contrajo matrimonio con Germán.

Sus formas caprichosas adolescentes para obtener lo que desea se transformaron en hábiles estratagemas femeninas discretas. Su habilidad, sagacidad y sentido del humor son las armas que usa para manipular a las personas que se oponen a sus metas. No le gustan las cosas fáciles. No le gusta que la manejen. Sabe que gusta y le encanta gustar. Es coqueta. Competitiva. No sabe perder. Defiende un papel de la mujer en la sociedad muy adelantado a su tiempo, autónomo, activo, independiente. Con decisión y poder.

Celso de Guevara, Inquisidor. Ingresó en la orden de los dominicos y su ambición por el poder le llevó a desarrollar su inteligencia como el jugador de ajedrez que anticipa con destreza, intuición y facilidad, los movimientos de su contrincante. Es un estratega calculador y paciente. Políglota, tradujo para sí mismo un tratado de doctrina política llamado El príncipe. Es frío, y cercano. Cruel. Y condescendiente. Franco y ladino. Pura contradicción. Siente devoción por la inteligencia. Y la cultura. A su modo, es sensible. Un jugador que busca contrincantes fuertes, a su altura.

Enviado con las tropas reales para confortar a soldados heridos en la guerra, para enseñar la ley divina en tierras no santas. Conoció a Mateo cuando los bríos juveniles de ambos les ayudaron a soportar eventos intolerables para la mayoría de los soldados. También tiene formación militar. Y como Mateo, la deferencia de un tatuaje que sólo tienen unos pocos elegidos. Es hábil con la palabra y con las armas.

Compasivo con los pecadores más crueles, les ayuda a que regresen al camino de la fe verdadera, asegurándose de que el rigor de la ley divina se cumpla a rajatabla. Al final de los medios que utiliza siempre está Dios, eso promulga. La ley y la justicia divina.

Su fe y severidad no son obstáculo para que disfrute un buen vino, admire una pintura, un buen concierto o una conversación sobre filosofía o literatura. Se dice de él que es un varón tan santo, que no conoce la diferencia entre hombre y mujer.

Valerio Huertas  es un salvaje, un niño de la calle. Un animal, un buscavidas. Es supersticioso y al mismo tiempo un ferviente católico. Viste ropas al revés para engañar a los malos espíritus. Así creen que viene cuando se va. Y al contrario. Tiene un escapulario de vírgenes como amuleto. Acostumbra a rociarse con pólvora y masticar ajo para ahuyentar a la peste.

Es astuto y un sobreviviente. De carácter huraño con los desconocidos, lacónico. Pasa a lo extremadamente amigable con los conocidos, cándido, casi. Su vivacidad proviene de la vida dura que ha llevado. Es curioso. Incansable, obstinado. E inquieto. Tiene una especie de don, de extraño sentido: como si oyera a la naturaleza, es capaz de predecir sus movimientos bruscos, las lluvias torrenciales, el frío.

Hijo bastardo de Germán, un comerciante adinerado cuyo secreto fue profesar una religión alejada del catolicismo y de una madre muy pobre que murió en el parto.

Valerio aprendió varios trucos y mañas en el orfanato. Robar, mentir, traicionar si es necesario o embaucar con sus encantos para obtener un mendrugo de pan, una moneda de oro.  En ningún caso se plantea si lo que hace está bien o está mal. Como un animal, su objetivo es sobrevivir cada día. Lejos de cualquier moral.  La insoportable vida en el hospicio, le empujó a huir y buscarse la vida en la ciudad de la que conoce todos sus barrios y recovecos dónde esconderse llegado el caso.

Trabajó para Arquímedes (Manuel Morón), que lo usó  junto con otros niños abandonados y desamparados, para robar y mendigar sin la licencia respectiva. Desde el comienzo de la peste, trabaja alimentando a enfermos. A diferencia de muchos de sus compañeros, y pese a exponerse a la enfermedad cada vez de un modo más directo, sigue vivo. Por su fortuna, y por su salud de roble, le conocen como el Inmortal.

Tiene una novia llamada Leandra, un tesoro en forma de libro con hermosas ilustraciones de América cuyas letras no sabe leer. Y un sueño; viajar al Nuevo Mundo dónde tiene puestas todas sus esperanzas y dónde cree que están todas las oportunidades que su padre, por quién siente un rencor infinito,  le negó al no reconocerlo.

Eugenia tiene entre 25 y 30 años. Es de una belleza salvaje que golpea. Pura fibra llena de nervio y mirada indolente impropia de su clase social. Hija única nacida en el seno de una familia modesta que pudo brindarle cierta educación.

Su padre los abandonó rumbo al Nuevo Mundo cuando ella tenía 14 años y allí murió. De él sacó el carácter aventurero, el amor por la libertad y la lectura. Su madre al quedarse viuda se quedó sin recursos y buscó el abrigo de un nuevo marido.

En ese momento, Eugenia decidió valerse por sí misma y nunca depender de un hombre. Mala política para una mujer que termina dedicándose a la prostitución.  Para ella alquilar su cuerpo es solo un medio para lograr un futuro mejor. Empezar una nueva vida.

No acepta órdenes de nadie y eso tiene un precio. Sentirse dueña de su cuerpo acaba enfrentándola con los padres de la mancebía, los hombres que quieren gestionar sus ganancias

Esta energía única que desprende no pasa desapercibida por Teresa. Al verla decide tomarla como modelo de una nueva serie de cuadros centrados en la mujer de la calle. Una mujer luchadora, alejada de la Virgen doliente. Una mujer por encima de los límites y normas de su tiempo.

Movistar + ha desarrollado una gran estrategia transmedia que acompañará a la serie y que también estará disponible desde el mismo 12 de enero. Más de 350 minutos de contenido extra distribuido en 8 formatos entre los que se incluyen podcast, webseries o documentales interactivos.

Además, LarutadeLaPeste.com recorre la Sevilla del siglo XVI, profundizando en el contexto histórico real de la serie a través de curiosidades, making of, una youtuber muy especial y recetas de cocina de la época, entre otras cosas.

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