La muerte en el cine

 
Por Pilar M. Manzanares.
El cine siempre ha guardado bajo sus alas una gran variedad temática. El amor o la amistad han sido la base de exitosas cintas como Forrest Gump, Amor y amistad o ET: El extraterrestre entre otras. Sin embargo, el arte cinematográfico no suele ser cobarde, no renuncia a aspectos intrínsecamente unidos a la vida como es el caso de la muerte. A veces con aspecto cómico, otras desagarrando el alma con un el drama por bandera, La Parca siempre está presente.
Grandes actores del mundo holllywoodiense se han visto seducidos por este tipo de largometrajes. Es el caso de Anthony Hopkins y la película ¿Conoces a Joe Black? El veterano intérprete compartió créditos con Claire Forlani y Brad Pitt. La historia gira alrededor de William Parrish, un poderoso y meticuloso magnate cuya vida se ve alterada por la llegada de un enigmático joven llamado Joe Black que se enamora de su hija. Hasta aquí todo normal, pero la realidad es que el misterioso muchacho es  la personificación de la muerte, y su llegada al hogar no es pura casualidad. La película, dirigida por Martin Brest, no cosechó un gran éxito de taquilla en su estreno, pero años después se ha convertido en una obra de culto para gran parte del público.
El género animado también ha encontrado en las creaciones con trágicos finales una forma de acercar el duelo tanto a mayores como a niños. Isao Takahata y estudio Ghibli consiguieron hacer magia en la gran pantalla con La tumba de las luciérnagas. La cinta está basada en un libro que plasma la historia real de Akiyuki Nosaka, una superviviente de la Segunda Guerra Mundial. Sus 100 minutos narran la historia de dos hermanos que tras los bombarderos en su ciudad y la muerte de su madre deben sobrevivir por su cuenta. Desde el inicio el espectador sabe cuál será el trágico desenlace, lo que permite que desde el primer momento comience a elaborar el duelo por el personaje.
El humor negro es indispensable a la hora de abordar esta temática y la película Alps es un claro ejemplo de esto. Refleja la vida de un grupo conformado por una enfermera, un conductor de ambulancia, una gimnasta y su entrenador; el grupo ofrece un peculiar servicio: si alguien pierde a un ser querido, alguno de ellos actuará el papel del fallecido y recreará los momentos que los familiares deseen. Pero no sólo existe el problema de entrar en la vida de una familia inestable, las discrepancias internas del grupo son parte del conflicto principal de la película.
Trasladando el foco al continente europeo es necesario destacar Ordet (La palabra), maravilla del cine danés. Los sucesos se desarrollan en 1930. En un pequeño pueblo de Jutlandia occidental, vive el viejo granjero Morten Borgen. Tiene tres hijos: Mikkel, Johannes y Anders. El primero está casado con Inger, tiene dos hijas pequeñas y espera el nacimiento de su tercer hijo. Johannnes es un antiguo estudiante de teología que, por haberse imbuido de las ideas de Kierkegaard e identificarse con la figura de Jesucristo, es considerado por todos como un loco. El tercero, Anders, está enamorado de la hija del sastre, líder intransigente de un sector religioso rival. Tal circunstancia revitaliza la discordia que siempre ha existido entre las dos familias, ya que ninguna ve con muy buenos ojos que sus hijos contraigan matrimonio. Obra capital del cine de autor europeo, de gran influencia posterior en otros cineastas, y que aparece en numerosas listas de las mejores películas de la historia del cine. La cinta se estrenó en 1955 y ya en aquellos años despuntaba el que sería uno de los mejores directores de la historia, Ingmar Bergman. Su largometraje El séptimo sello abarca la catástrofe que supuso la Peste Negra en Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Blovk y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. Entonces él le propone jugar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la muerte y la existencia de Dios.
‘La mort’ ha extendido su influencia a numerosas artes, pintura, literatura, música… pero, sin lugar a dudas, su relación con el cine sobrevive al paso del tiempo.

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