'A corazón abierto', Anna Gavalda enamora con lo que oculta bajo su pecho

SARA ARANDA. TW: @SarArandam

Título: A corazón abierto

Autora: Anna Gavalda

Editorial: Seix Barral

A corazón abierto es un cofre que guarda siete pequeñas maravillas. Siete historias únicas, muy diferentes entre sí, que consiguen ponerte los bellos de punta con su sencillez y su cotidianidad.

Anna Gavalda es una escritora y periodista francesa. Se inició en el mundo de la escritura con su libro de relatos Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (1999). Si bien ha escrito novelas, los relatos es el género en el que esta escritora tiene su razón de ser. Capaz de contar mucho en muy pocas páginas.

Gavalda consigue evocar nuestro lado más empático con esta recopilación de relatos cortos. Historias para nada fantásticas, reales, que muestran las dos caras de una misma moneda, la vida. Con los mejores momentos, pero también con los peores. Los días largos, los remordimientos, las pena, las complicaciones, en un lenguaje universal que resulta muy sencillo de entender, los sentimientos.

El amor cortés, una de las historias más intensas. Pocas páginas, pero también poco tiempo. La protagonista se desnuda ante el lector, comparte su pensamiento y reflexiona sobre la vida. Una fiesta y un desconocido, un escenario idóneo para descubrirse a uno mismo.

La clandestina. ¿Qué haríamos sin esos amigos que con palabras dulces y amargas intentan abrir nuestros ojos? Una conversación entre dos amigas que raspa y acaricia al mismo tiempo.

Si algo conseguimos con los años es aprender de nuestros errores. Mi perro se va a morir trata de eso, de aprender. A base de situaciones duras y poco agradables, pero a aprender de las experiencias de la vida.

Happy Meal, tan real, cercana y actual como su nombre. Una cita. Dos mundos muy distintos, dos temperamentos, dos personas totalmente opuestas que luchan por la convivencia y la felicidad del otro.

Mis puntos de vida. Dicen que los niños deben tener un buen referente con el que crecer, un modelo a seguir. Sin embargo, a veces los adultos son los que deberían aprender de los niños.

Quizás El soldado de infantería sea el relato con el que más cuesta engancharse. El protagonista narra su historia tal y como le viene a la cabeza. Un pensamiento difuso al que cuesta encontrar un hilo conductor.

Un chaval, una historia en la que la autora regala al lector la oportunidad de elegir. Inexplicable, ni su contenido ni su protagonista.

Todos y cada uno de los personajes de estas historias podrían ser una misma persona. En diferentes momentos de su vida y espacios, pero en definitiva son el reflejo de aquello que uno lleva dentro.

Algo maravilloso que todos los relatos comparten son los finales inesperados. Algunos como una bofetada, como un jarro de agua fría. Otros como un tierno abrazo, o como la palabra mágica que hace que se te salten las lágrimas. Anna Gavalda nos abre su corazón para ver en él el reflejo del nuestro.

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