El futuro del videojuego pasa por el "Streaming": el gigantesco "yeti" de Google

La industria del entretenimiento ha experimentado grandes cambios en los últimos veinte años. Uno de los más significativos lo tenemos en los soportes propiamente dichos (tales como DVDs o Blue-rays) que pasaron de ser el epicentro en los hogares a convertirse en grandes desconocidos en la actualidad, si no tenemos en cuenta a los melómanos o cinéfilos más empedernidos. Estos soportes que vinieron a jubilar al ochentero VHS han visto como sus precios se desploman y han sido sustituidos mayormente por plataformas digitales de contenidos (véase Netflix).

Algo similar está experimentando la industria del videojuego. Este 2018 recibíamos la noticia de que Google pretendía asomarse al mercado de videojuegos de última generación con una estrategia clara: una consola, una plataforma de streaming y un grupo de desarrolladores dispuestos a crear un contenido exclusivo. Con el nombre de Yeti, Google pretende por primera vez penetrar en el complejo y competitivo mundo del videojuego con la finalidad de crear nombres propios.

Poco más ha trascendido, sin embargo, los indicios han estado ahí desde mediados de esta década, llegando grandes nombres de la cultura tech a sugerir que llegará un momento que jugaremos a videojuegos tal y como escuchamos música, así lo ha manifestado Yves Guillemot cofundador de Ubisoft  para el cual la próxima será la última generación de consolas. 

Uno de los puntos fuertes de Yeti sería su amplia variedad de sistemas operativos: plataformas móviles, PlayStation y Xbox. Para los más avispados el paso sin pena ni gloria de YouTube Gaming fue el intento del gigante de Mountain View por medir la temperatura del mercado de juegos, sin embargo, Yeti podría suponer el empujón definitivo y convertirse en uno de sus buques insignia.

Adiós al Hardware

 

Con el planteamiento de una despedida anticipada al soporte físico, se presupone un rendimiento al máximo nivel independientemente del sistema. Para los más escépticos, el problema principal se plantea precisamente en ese punto. Se necesitará una gran cantidad de banda ancha (y probablemente una cuota mensual o anual, se desconoce aún esta cantidad) para maximizar el disfrute del juego. Por otro lado, ahondar en la compatibilidad entre soportes puede suponer también un escollo en este salto cualitativo entre generaciones.

De lo que no cabe duda, a tenor del E3 de 2018 y los servicios anunciados por empresas como EA y Microsoft ( con su Access y pass), es de que en el futuro más inmediato, el Streaming copará las intenciones (y decisiones) de las grandes empresas en su salto más inmediato.
 

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