De la oscuridad a la luz

ALBA ISABEL ROQUERO (BLOG CLC).

Daniel Huertas, joven escritor estudiante de Psicología, nos deleita una novela cargada de misterio que desde el primer momento nos atrapa y nos recuerda que la familia siempre es lo primero.

Una historia que comienza con dos accidentes, dos accidentes que marcaron la vida de dos familias, uno primero que desestructura la vida de un padre y un hijo, Juan y Gabriel, y otro que cada noche tortura a un joven Hugo. Dos sucesos inconexos que unen a dos familias en búsqueda de respuestas, en búsqueda de un hálito de paz que les devuelva la vida.

Padre e hijo buscarán el camino para seguir adelante tras una dura pérdida que, en ocasiones, les hará bailar en la cuerda floja, y es que, ¿cómo seguir adelante si crees que lo has perdido todo? ¿cómo encontrar el sentido cuando todo está oscuro?

Al mismo tiempo, un amnésico Hugo intentará cavar en su memoria para desentrañar la razón de la pesadilla que provoca sus gritos y los de su familia. Una pesadilla que perdura en el tiempo, una pesadilla que le perfora el sueño y le impide recordar lo que un día fue y, cree que nunca será.

Dos accidentes cuya intersección es Alicia, hermana de Juan y reputada psicóloga, que será la clave para descifrar el misterio y para que Juan y Gabriel continúen con sus vidas.  Una historia de preguntas sin resolver que confluyen en una sala de consultas donde Hugo encontrará todo aquello que teme recordar.

Esta novela nos pasea por los corazones heridos no solo de cada uno de los integrantes de ambas familias sino también de los personajes que acuden a su encuentro. Personajes que han sufrido un dolor palpable, pero a la vez inimaginable, un dolor ante el cual algunos se esconden tras el trabajo, tras el humo de un cigarro, o quizás tras una copa de alcohol. Un sentimiento que nos perfora por dentro, que nos pone en la piel de cada personaje y que nos impide levantar la vista del papel antes de que todas las preguntas estén resueltas.

Daniel Huertas nos sumerge en un Madrid oscuro y violento, un Madrid donde “los días son oscuros”, donde a veces las injusticias pasan por alto, donde es mejor ocultarse a ser herido. Sin embargo, una ciudad en la que no todo está perdido, en la que aún existe la esperanza, una ciudad en la que “siempre sale el sol”.

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